La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, ha anunciado este miércoles a su llegada al Congreso que ha alcanzado un acuerdo con su socio Unidas Podemos para el plan de medidas fiscales, mientras que desde el grupo confederal han rechazado que el acuerdo esté ya cerrado.
Preguntada a su llegada a la Cámara Baja sobre las negociaciones con su socio, con el que mantiene negociaciones para sacar adelante los Presupuestos, Montero ha dicho que "todavía no hay acuerdo" sobre la cuentas públicas, pero "sobre las cuestiones fiscales sí". Sin embargo, varias fuentes del grupo confederal han precisado a Europa Press que el pacto aún no está cerrado y se continúa negociando. Desde el Ministerio de Hacienda han convocado a las 11.30 horas una rueda de prensa en la sede del Ministerio "para analizar la situación fiscal de España y trasladar las novedades en materia tributaria".
En los últimas horas, ha habido una avalancha de rumores acerca del contenido del futuro plan fiscal que presentará, con toda seguridad, este jueves por parte de la ministra Montero. Un escenario que ha empujado a los socialistas a zanjar el asunto y a anunciar un principio de acuerdo con los socios de la coalición, Unidas Podemos. Hasta ayer, ambas fuerzas políticas trabajaban de forma conjunta por sellar un pacto.
Los últimos flecos de Unidas Podemos
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha recordado en los pasillos del Congreso que "en este momento no hay acuerdo y seguimos negociando". Ha señalado, según recoge Efe, que en "este momento no hay acuerdo y seguimos negociando" con el foco puesto en torno a un paquete fiscal dirigido a aumentar los ingresos y a que aporten más los que más tienen.
Ha señalado que la negociación se ha dividido en dos patas, la vinculada a los ingresos y otra a los gastos y ha avanzado que en materia de ingresos públicos está sobre la mesa gravar las rentas más elevadas a partir de los 200.000 euros y modificar varios artículos del IRPF para que a los tramos salariales más bajos se les aumente la deducción. Unas deducciones que ha explicado que se aplicarían también a los autónomos.
"Vamos a elevar las rentas más elevadas para poder bajar a las que más lo necesitan", ha dicho tras recordar que el otro punto que están ultimando es la creación de un impuesto de grandes fortunas, "de solidaridad con el que más lo necesita" y con la "armonización fiscal". En cuanto al Impuesto de Sociedades ha señalado que se actuará sobre el mismo para ampliar su capacidad de recaudación y que también se está estudiando la reducción del IVA de los productos de higiene femenina mientras que para los alimentos para celíacos, "la puerta ha quedado cerrada".
Esta última semana, el Ejecutivo ha podido constatar cómo un gran número de comunidades autónomas han decidido llevar a cabo una deflactación del IRPF. Una medida defendida por los populares desde el pasado mes de abril. Así, territorios gobernados por diferentes signos políticos -PP, PNV o, incluso, PSOE- han activado una herramienta fiscal rechazada desde un primer momento por el Gobierno, que sigue apostando por las ayudas directas.
La batalla fiscal generada por las comunidades se da a meses del año electoral. Ocurre, además, en un momento en el que la situación política en Cataluña es inestable y donde está todavía en juego la aprobación de los Presupuestos y del plan de contingencia.
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