Menos del 15% de los afiliados

La normalización de la precariedad entre los jóvenes frena el relevo de los sindicatos

Los trabajadores con menos de 35 años tienen expectativas de derechos laborales más bajas que las del resto de empleados, a pesar de estar más expuestos a la arbitrariedad de la empresa o condiciones ilegales, según CCOO.

Trabajadora
La normalización de la precariedad entre los jóvenes frena el relevo en los sindicatos
Pexels

La incorporación de la llamada 'generación Z' al mundo laboral, los nacidos entre los últimos años de la década de los 90 y comienzos del 2000, parecía haber introducido nuevas dinámicas en el campo de trabajo. Tras la pandemia, se construyó la idea de que los jóvenes tenían más claras sus prioridades, establecían el teletrabajo como requisito para aceptar un puesto de trabajo y separaban mejor su carrera profesional de la esfera privada. Sin embargo, representantes sindicales y académicos apuntan a que este es un fenómeno que se limita a sectores muy concretos, mientras que la tónica general que marca la coyuntura de los menores de 35 años es la precariedad.

"Llevamos tantos años hablando de precariedad juvenil que hasta cierto punto se ha normalizado. Si hablamos de las condiciones laborales de los jóvenes ya nadie se rasga las vestiduras, es algo que de algún modo hemos asumido que es así", denuncia el secretario confederal de Juventud de CCOO, Adrià Junyent, en conversación con La Información. El portavoz del sindicato hace referencia a una especie de 'mili laboral' que se ha instalado en el imaginario colectivo por la que se presupone que los jóvenes deben superar una época de contratos temporales o parciales y salarios bajos para hacerse un hueco en el mercado laboral. Una dinámica que empieza para muchos de estos trabajadores con las becas poco o nada remuneradas, valora. 

El primer estudio demoscópico elaborado por la Fundación 1º de Mayo y un grupo de profesores de las universidades públicas de León y Córdoba refleja que las personas jóvenes son las que sufren peores condiciones en su puesto de trabajo, pero también las que menores expectativas laborales tienen respecto a los derechos laborales. "La relación entre la edad y la precariedad es clave, de hecho es la relación más fuerte, más que el género y el nivel educativo. De manera que a medida que aumenta la edad se reduce la precariedad en sentido amplio", explica el sociólogo y profesor de la universidad de Córdoba, Jaime Aja, que forma parte del elenco de investigadores. 

"Cuando se preguntaba a los jóvenes por elementos de arbitrariedad concretos, la respuesta mayoritaria era favorable, pero cuando se les preguntaba si se respetaban los derechos laborales, contestaban en el mismo sentido", traslada a este medio, una paradoja que entiende que puede atribuirse a dos causas. La primera es una progresiva normalización de la precariedad a la que se hace referencia desde la crisis de los años 90 y una segunda, que respondería a la "ilusión por los primeros empleos" que llevaría a los jóvenes a relativizar condiciones precarias. No obstante, Aja matiza que no se trata de una diferencia generacional, sino de edad.

"La generación que entró al mundo laboral hace 20 años también naturalizaba la precariedad, pero no estamos viendo que sea un fenómeno que le acompaña toda la vida"

Es decir, no hay un evento que haya marcado a los nacidos en un periodo determinado que explique su comportamiento, sino que la percepción de la precariedad está relacionada con la edad y por tanto, la atribuye al conocimiento que se adquiere sobre los derechos laborales a medida que se acumulan años de experiencia profesional. "La generación que entró al mundo laboral hace 20 años también naturalizaba la precariedad, pero no estamos viendo que sea un fenómeno que le acompaña toda la vida. Se relaciona con la edad porque el conocimiento que se da durante la etapa formativa es muy bajo", apunta. 

Los jóvenes no se afilian a un sindicato

Por ello, el secretario de organización de RUGE Madrid, Raúl Escobar, entiende que es oportuno diferenciar entre dos tipos de trabajadores jóvenes, los que tienen entre 16 y 25 años -de la 'generación Z'- y los que se sitúan en el entorno de los 30. "Hay una diferencia importante entre la generación que entra al mundo laboral y la que se aproximó al mundo laboral en los años inmediatamente posteriores a la crisis del 2008", puntualiza. "Creo que esta segunda generación tiene una visión del mundo laboral mucho más compleja y que puede estar dispuesta a aceptar condiciones menos beneficiosas, por haberse enfrentado a un mercado con menos oportunidades y además, porque es una generación muy poco sindicada". 

Los jóvenes acostumbraban a acumular contratos temporales, lo que dificultaba su implicación en la empresa para interesarse por su capacidad de negociar o incluso plantearse la opción de presentarse como delegado sindical. La reforma laboral de 2021 ha reducido a la mitad la temporalidad contractual de estos trabajadores, sin embargo, los representantes sindicales reconocen que esto no se ha traducido en un aumento de afiliación a los sindicatos de los empleados más jóvenes. Tanto CCOO como UGT también han introducido las demandas feministas, LGTBI y ecologistas en su programa de actuación, pero tampoco ha tenido efectos en este sentido. 

De acuerdo con los datos facilitados a este periódico, actualmente los trabajadores de menos de 35 años representan un 15,40% del total de afiliados a CCOO y un 11% de UGT, que en ambos casos se sitúan cerca de los 980.000 sindicados. Si bien, de los 150.000 trabajadores jóvenes que están representados en Comisiones Obreras, solo 50.000 tiene menos de 30 años, lo que reconocen que no es suficiente para cubrir al número de personas que acceden a la jubilación. Los dos sindicatos hacen referencia a que durante las últimas décadas el discurso "antisindical" ha estado muy presente en algunas corrientes políticas y también en algunos sectores como la consultoría, por lo que muchos de estos jóvenes tienden a negociar individualmente sus condiciones. 

Mostrar comentarios