Afecta a 9 millones de clientes

Nueva tarifa regulada de la luz: menos volatilidad de precios y efectiva en 2024

Antes de la crisis energética, el PVPC ha sido la opción más barata para los pequeños consumidores desde su creación en 2014. Ahora incorporará una cesta de precios a medio y largo plazo para evitar fuertes oscilaciones.

Imagen de recurso tarifa regulada de la luz.
Imagen de recurso tarifa regulada de la luz.
Nerea de Bilbao (Infografía)

La nueva tarifa regulada de la luz se ha aprobado este martes en Consejo de Ministros y entrará en vigor el 1 de enero de 2024. El denominado precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) se ha modificado con el objetivo de reducir la volatilidad de precios de la electricidad que se viene registrando desde el verano de 2021 al calor de la subida del gas y los derechos de emisión de CO2, una situación que se ha visto agravada por la invasión de Rusia a Ucrania. 

De esta manera,  La nueva tarifa regulada introducirá factores de corrección, con el fin de que refleje en una muy buena parte el precio del mercado diario y también los precios más estables que ofrecen los mercados a futuro a tres meses y a un año. Incorporará así una cesta de precios a medio y largo plazo para evitar las fuertes oscilaciones, aunque sin perder las referencias de precios a corto plazo que fomentan el ahorro y el consumo eficiente. "Los consumidores no tendrán que hacer nada", ha matizado la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Indexado a los precios diarios del Mercado Ibérico de la Electricidad (Mibel), el PVPC ha sido históricamente la opción más barata para los pequeños consumidores desde su creación en 2014. Sin embargo, esta relación directa con los precios mayoristas a corto plazo ha llevado a que sus variaciones, con acusados picos y alzas por la invasión rusa, se reflejen automáticamente en la factura final. En este sentido, el cliente en el mercado libre ha salido ganando en el último año porque ha pactado un precio menor que el del mercado mayorista con su comercializadora. Además, se beneficia de la rebaja fiscal del Gobierno. 

Productos a largo plazo

En este sentido, se pretende reducir progresivamente la vinculación del PVPC al mercado diario y se tendrán en cuenta los precios más estables que ofrecen los mercados a plazo del Mibel, donde se adquiere energía con antelación en distintos horizontes temporales futuros. Para ello, la oscilación de precios -la variación entre el registro máximo y el mínimo- se reduce un tercio, pasando del 27% al 17% durante la jornada diaria, y del 23% al 16% en la media mensual durante el año completo. 

Asimismo, los precios diarios del Mibel representan el 100% de la referencia del PVPC y ahora esa proporción se irá reduciendo progresivamente, para incorporar las referencias de los mercados de futuros, de modo que estos representen el 25% en 2024, el 40% en 2025 y el 55% en 2026. El reparto se hará de tal forma que el producto mensual suponga un 10% del total, el trimestral se sitúe en un 36%, y el anual en el 54%.

Antes de que comenzara la crisis energética, el 60% de los hogares españoles no sabía si tenía contratada la tarifa regulada o una del mercado libre, según el panel de Hogares de Competencia correspondiente al segundo trimestre de 2021, justo antes del estallido de los precios. Con los mercados internacionales al alza, el precio de la tarifa regulada disparó y la fuga de clientes al mercado liberalizado ha sido masiva. Antes del verano de 2021, el PVPC agrupaba más de 10,5 millones de clientes y, actualmente, están acogidos alrededor de nueve millones hogares, el 34% de todos los domésticos.

Fue en octubre de 2021 cuando el Ministerio para la Transición Ecológica lanzó una consulta pública para modificar el PVPC, pero pasaron los meses y la burocracia dejó la reforma apartada en un cajón. El proceso se retomó después de que la Comisión Europea (CE) impusiera a España una revisión de la tarifa como condición para aprobar la 'excepción ibérica'. Ribera ha asegurado que se dará de plazo hasta principios de 2024 para que los agentes puedan adaptarse a la nueva metodología y poder ofrecer esta tarifa sin problemas y que todos, consumidores y comercializadores, puedan ajustar sus propuestas y sus ofertas a esta nueva realidad, "más segura y mucho menos volátil".

La pregunta ahora está en si conviene seguir en el mercado libre o volver al regulado. Actualmente, para un hogar medio con una potencia contratada de 3,5 kilovatios (kW) y un consumo medio de 3.300 kilovatios hora (kWh), la tarifa regulada tiene un coste anual de 660,48 euros, mientras que la más barata en el mercado libre ronda los 646 euros. Veremos a ver qué pasa cuando los cambios sean plenamente efectivos (desde 2024).

La tarifa regulada actual fue introducida por la Ley del Sector Eléctrico de 2013 y se regula por Real Decreto 216/2014. Este tipo de tarifa solo puede contratarse con una de las ocho comercializadoras de referencia (COR) que hay en España: seis actúan en la península ibérica, Canarias y Baleares -y hay dos específicas para Ceuta y Melilla-. En concreto, son Energía XXI (Endesa), Curenergía (Iberdrola), Gas & Power (Naturgy), Baser COR (EDP), Régsiti (Repsol), CHC COR (CHC), Teramelcor (Gaselec Diversificación) y Energía Ceuta XXI (Endesa). Los clientes que quieran volver al mercado regulado solo tendrán que solicitarlo a una de las comercializadoras de referencia, aunque primero deben comprobar que no mantienen permanencia con su compañía. 

En cumplimiento de la Directiva 2019/944 de mercado interior de electricidad, a partir del 1 de enero de 2024 solamente podrán acogerse a la tarifa regulada hogares y micropymes -que tendrán que certificar su condición a través de una declaración responsable- con una potencia contratada menor o igual a 10 kilovatios (kW). Se expulsará así del PVPC a todos los consumidores que no se incluyan en estos dos grupos, aunque será también de manera gradual y se les podrá seguir, inicialmente, suministrando con un recargo del 20%.

Bono social

También es la única tarifa con la que un consumidor puede solicitar las ayudas del bono social. Tampoco puede aplicar descuentos ni promociones en sus precios. En el mercado libre, un cliente puede contratar su tarifa con cualquier compañía de luz. En este caso, cada comercializadora ofrece sus propias ofertas y precios. El usuario podrá elegir entre distintas tarifas, como las de precio estable, con discriminación horaria (en dos o tres periodos), cuotas fijas, tarifas planas y otro tipo de ofertas personalizadas. Estas sí pueden incluir descuentos y promociones, y existen ofertas para suministros con cualquier potencia contratada. Ofrecen también la posibilidad de contratarse con servicio de mantenimiento. Ahora la pregunta está en qué tipo de tarifa conviene más.

En junio también se cumplen dos años de la tarifa eléctrica con la que los consumidores pasaron a tener precios diferenciados por tramos horarios, para la potencia y el consumo. La idea era que el consumidor pudiera obtener ahorros trasladando el uso de electrodomésticos hacia periodos más baratos. En concreto, el consumo se diferencia en tres periodos: hora punta -entre 10 y 14 horas, y entre 18 y 22 horas-, con precios más caros, hora llana -de 8 a 10 h, de 14 a 18 h y de 22 a 00 h-, con precios intermedios, y hora valle -de 00 a 8 h, y todo fin de semana y festivo-, con precios más baratos. Sin embargo, con el tirón de la producción renovable (sobre todo la solar) los patrones de consumo han cambiado y ya no sale más barato dejar la lavadora programada por la noche, sino durante las horas del día.

Mostrar comentarios