Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) han dado luz verde hoy lunes a la recomendación de la Comisión Europea de mantener las medidas de reducción de la demanda de gas, hasta el 31 de marzo del próximo año, en al menos un 15% en comparación con su consumo medio en el período entre el 1 de abril de 2017 y el 31 de marzo de 2022.
Por otra parte, recomienda mantener otras medidas existentes en el marco del reglamento de reducción de la demanda, como el seguimiento y la notificación de la reducción de la demanda de gas por sector e informar a la Comisión en caso de que se adopten nuevas medidas. La situación del suministro ha mejorado gracias a medidas como la reducción de la demanda de gas que los Estados miembros adoptaron sobre la base de un reglamento que hacía obligatorio un ahorro de gas del 15%.
Esta legislación se adoptó como instrumento de emergencia en 2022, en respuesta a la crisis energética provocada por la guerra de agresión de Rusia, y en marzo de 2023 se decidió prorrogarlo hasta finales de marzo de este año para garantizar la continuidad de la seguridad del suministro y contener la volatilidad de los precios. Sin embargo, a pesar de la mejora general de la situación del suministro, según los últimos informes de la Comisión, la situación en los mercados mundiales del gas sigue siendo tensa.
"Sigue siendo necesario continuar la reducción de demanda"
“Aunque la seguridad del suministro en la UE ha mejorado, sigue siendo necesario continuar la reducción de la demanda para garantizar un almacenamiento de gas suficiente para el próximo invierno”, afirmó en un comunicado el Consejo. El pacto político de hoy, sobre la reducción del consumo de manera voluntaria -no ya obligatoria-, permitirá a los Estados miembros adoptar medidas adecuadas de seguridad del suministro hasta la transposición de las directivas sobre eficiencia energética y energías renovables en 2025.
Dado que el reglamento de reducción de la demanda está a punto de expirar, los Estados miembros acordaron estar preparados para cualquier posible interrupción del suministro de gas y que los almacenamientos colectivos de la Unión Europea se mantengan a un nivel suficientemente alto durante todo el invierno. A continuación, este acuerdo político deberá ser adoptado formalmente por el Consejo, algo que se espera que ocurra a finales de marzo.
