El empleo se consolida por encima de la barrera de los 21 millones de ocupados, tras sumar 209.000 trabajadores entre julio y septiembre, según refleja la Encuesta de Población Activa del tercer trimestre que ha hecho pública el INE este jueves. Un dato significativo, especialmente si se tiene presente que de forma paralela el fin del verano deja 92.700 nuevos parados, después de anotar una significativa caída al inicio de la temporada estival -como sucede cada año-. Así, la tasa de paro repunta hasta el 11,84% elevándose en dos décimas a pesar de que se mantiene lejos de la anotada en el primer trimestre del año, que superaba el 13%.
El aumento del número de desempleados no puede ser valorado al margen del intenso crecimiento de la población activa en más de 300.000 personas, lo que para el Ministerio de Asuntos Económicos es un síntoma de que los ciudadanos confían en que van a encontrar un empleo. De hecho, en los últimos tres meses se ha registrado un nuevo récord de población activa con más de 24,1 millones de personas que trabajan o están en búsqueda activa de un empleo. No obstante, el incremento del total de parados entre el segundo y el tercer trimestre del año había dejado de ser habitual desde 2012 -con la salvedad de 2020-, una pauta que se recuperó en 2022 y se mantiene este año, acompañada en los dos casos de un alza de la población activa.
El sector privado es el principal responsable de la creación de empleo con más de 192.2000 trabajadores en los últimos tres meses, lo que eleva el total más allá de los 17,73 millones de personas al tiempo que los empleados del sector público crecen en 17.000 personas y superan los 3,52 millones en total. Este hecho es destacable, dado que entre julio y septiembre de 2022 el empleo público creció el doble que el privado, 52,3 millones frente a 25,4, un escenario muy diferente al que presentan los mismos meses de 2023. El INE subraya que la variación anual de trabajadores ha sido distinta en los dos ámbitos, el crecimiento del sector privado es del 4,06% al tiempo que el público apenas ha incrementado un 0,81% (28.000 trabajadores ocupados).
Por sectores económicos, los servicios acusan el mayor incremento de desempleados (35.900), seguido de la agricultura (16.900) y la industria (4.700), mientras que la construcción -donde la patronal acusa una importante falta de mano de obra cualificada- recorta el número de parados en más de 21.000. Este esquema se mantiene a grandes rasgos en la comparativa anual, si bien en ese caso también cae el paro en la agricultura. En términos generales, el desempleo ha descendido en un 4,20% respecto al tercer trimestre de 2022 lo que representa una bajada inferior a la anotada en el último trimestre (-5,38%) pero superior a las de los dos previos a este.
El Instituto Nacional de Estadística también acusa un auge del volumen de hogares en los que todos sus integrantes están en situación de desempleo, al sumar 12.800 entre julio y septiembre. En total, son más de 920.000 de los que cerca de un tercio son unipersonales. De forma paralela, también se eleva la cifra de hogares con todos sus miembros ocupados en 20.500 personas, lo que sitúa el total por encima de los 11,57 millones de los que algo más de 2,4 millones están compuestos por una sola persona. Por contra, el número de autónomos desciende en 60.200. En la comparativa anual, el primer indicador se reduce en 48.000, al tiempo que el segundo crece de forma más importante, en más de 240.000 desde el tercer trimestre de 2022.
El empleo se resiente en Madrid, Andalucía y País Vasco
Lo cierto es que el mercado de trabajo no presenta la misma fotografía en todos los puntos del territorio, de manera que la Comunitat Valenciana, Cataluña y las Islas Baleares han sido las comunidades más beneficiadas por el retraso de la llegada de las temperaturas otoñales. En la primera de ellas el número de ocupados crece hasta en 80.700 personas, mientras que Madrid anota una pérdida de 15.700 trabajadores ocupados, con caídas menos acusadas en Andalucía (-3.800) y País Vasco (-2.800). Si bien, en términos anuales, el empleo crece en todos los territorios a excepción de Castilla y León que pierde 2.5000 empleados, sobre todo por el envejecimiento de su población.
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