Son 1 de cada 8

El porcentaje de fijos discontinuos que busca otro empleo se duplica en tres años

El fin de la pandemia y la aceleración de la contratación han incentivado que cada vez más personas rastreen un puesto de trabajo o traten de conseguir uno mejor, si bien en este colectivo el porcentaje pasa del 5 a rozar el 12%.

Yolanda Díaz
El porcentaje de fijos discontinuos que busca otro empleo se duplica en tres años.
EUROPA PRESS

El mercado de trabajo español está cambiando. En gran parte, por la reforma laboral acordada por los agentes sociales a finales de 2021, pero también por el giro que ha dado la pandemia en la forma en la que trabajadores y empresarios entienden las relaciones laborales. La norma impulsada por el Ministerio de Trabajo y Economía Social ha conseguido el objetivo buscado, reducir drásticamente la temporalidad -al menos, la contractual- gracias a priorizar los contratos indefinidos frente a los de carácter temporal. Sin embargo, en este proceso, ha proliferado la figura del contrato fijo discontinuo, un efecto que desde la cartera de Yolanda Díaz aseguran que era buscado, ya que dota de una mayor estabilidad a aquellos trabajadores que encadenaban contratos temporales. No obstante, algunos expertos reunidos por Fedea expresan sus dudas de que en la práctica esto sea así, dado que el número de asalariados fijos discontinuos que está buscando otro empleo se ha duplicado en apenas tres años. 

Al fijar la vista en 2020, se hace evidente que todo el peso de este proceso no reposa en la entrada en vigor de la reforma laboral que data de enero de 2022, sino que responde a los cambios de expectativas de la población en edad de trabajar tras lo peor de la pandemia. Así lo valora Marcel Jansen, investigador asociado a Fedea, en conversación con La Información. El número de trabajadores que aseguran estar en búsqueda de otro empleo al ser preguntados por la Encuesta de Población Activa (EPA) crece a partir del verano de 2020, precisamente en el momento en el que se empieza a recuperar la economía. "Debido a la pandemia, la contratación estaba congelada y no tenía mucho sentido buscar un empleo. Pero, a medida que se recupera la contratación, aumentan las posibilidades de encontrar un empleo mejor o moverse a sectores menos afectados por la pandemia", explica el economista. 

La serie histórica muestra que este incremento se dio, de forma automática, en los trabajadores con un contrato fijo ordinario, los que tenían un fijo discontinuo y los temporales. Pero en los dos últimos dos grupos se da de forma más acentuada, hasta llegar a duplicar el porcentaje de asalariados que buscan una alternativa laboral en 2023. Según los datos recopilados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer trimestre de 2020 cerca de un 5% de los trabajadores fijos discontinuos estaban buscando otro empleo, mientras que en el mismo periodo de este año eran más del 10%. Paralelamente, los empleados temporales que intentan cambiar de puesto de trabajo han pasado de representar algo más del 9% a rozar el 20%. En contraste, los indefinidos ordinarios apenas aumentan en dos puntos porcentuales.

"Este contrato puede ser insuficiente para tener una renta digna"

Para Jansen, es relevante que el porcentaje de fijos discontinuos esté a medio camino entre los fijos ordinarios y los temporales, y que no solo se registre un alza en términos absolutos -algo atribuible a la reforma laboral- sino también en porcentaje. "Este crecimiento muestra que este contrato puede ser insuficiente para alcanzar una renta digna o suficiente", apunta el experto, dado que estos trabajadores no tienen certezas sobre el número de días que trabajarán al año e incluso al mes y, por lo tanto, tampoco de cuáles serán sus ingresos. "Vamos a ver un aumento de personas con varios contratos a la vez", reconoce. "No es muy distinto de lo que vimos antes con los contratos temporales, pero ahora tiene lugar con un contrato indefinido". Por ello, el investigador asociado al think tank de CEOE plantea que quizás hay que repensar las reglas de búsqueda de empleo de este colectivo. 

Esta figura destinada a prestar una actividad intermitente, busca aportar mayor estabilidad a los trabajadores, al tiempo que se da respuesta a las características de algunos sectores económicos en los que la demanda de trabajo no es constante. De hecho, se trata de una opción muy beneficiosa para la empresa, dado que enviar al empleado a la inactividad y, por tanto, darle la posibilidad de acceder a una prestación por desempleo, tiene coste cero para el empleador, como reprocharon desde el mismo instituto. Sin embargo, la mayoría de analistas se muestran prudentes a la hora de aventurar si este paso de contratos temporales a fijos discontinuos ha restado incertidumbre a los trabajadores y ha contribuido a reducir su precariedad, lo que denominan la temporalidad "real" o "efectiva". 

1 de cada 8 fijos discontinuos busca otro empleo

Actualmente, uno de cada ocho trabajadores fijos discontinuos busca alternativas para mejorar sus condiciones de empleo, lo que explica que este grupo registre un importante número de bajas voluntarias, como resalta Florentino Felgueroso, investigador de la misma casa. "El abandono voluntario está muy íntimamente relacionado con el fijo discontinuo", valoraba esta semana en la presentación del balance de la reforma laboral, un año después de que empezase a operar la restricción a los contratos temporales. Si bien el número de dimisiones ha crecido de forma considerable en el periodo postcovid, también entre los asalariados con contrato indefinido ordinario, dado que el cambio de empresa se ha convertido en la principal vía para obtener mejores condiciones laborales y una mejora del salario

Desde enero de 2022, se ha disparado el uso de este contrato que está a medio camino entre el temporal y el indefinido ordinario. No se trata de una figura nueva, como destaca la vicepresidenta del Gobierno, pero su crecimiento ha dado pie a una intensa polémica por el número de trabajadores que permanecen inactivos y pueden percibir la prestación por desempleo, a pesar de no estar reflejados en las estadísticas de paro registrado por tener una vinculación laboral. El Ministerio solo ha aportado de manera puntual estas cifras, aunque el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, reconoce cada mes que está llevándose a cabo un intenso trabajo con las comunidades autónomas -que son las que recopilan los datos- para dotar de una mayor transparencia a este proceso. 

Sin embargo, de acuerdo con los datos de afiliación que comparte el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, el peso de estos contratos en el conjunto de la creación de empleo es moderado. Tal y como ha apuntado el secretario de Estado de Seguridad Social este viernes, en el mes de mayo, los fijos discontinuos solo representan un 8% de la afiliación y el 6,5% de las altas del último mes, mientras que se ha reducido en más de un millón el número de contratos temporales firmados respecto a un año. El último mes previo al verano acostumbraba a caracterizarse por un importante aumento de la contratación temporal, como consecuencia del 'efecto verano' que impulsaba fundamentalmente a la hostelería. Además, Borja Suárez ha apuntado que de los cuatro millones de trabajadores temporales que había al inicio de 2022, el 54% cuenta hoy con un contrato indefinido, de los que solo un 10% son de carácter fijo discontinuo.

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