Sánchez se lanza a por Cataluña. Las encuestas colocan al PSOE como primera fuerza en un territorio clave para sus intereses electorales, otorgando la posibilidad de alcanzar 13 de los 42 escaños en juego en una región con una alta fragmentación parlamentaria. En Ferraz son muy conscientes del que, previsiblemente, será su gran caladero de votos el próximo domingo, y para ello han activado toda su maquinaria, empezando por desactivar las reclamaciones habituales del independentismo con mejoras en las infraestructuras. El plan socialista pasa por lograr algún escaño 'extra' a los que se dan por seguros, hasta el punto de que pueda llegar a ser clave en caso de un resultado apretado. Para ello, ven clave atraer al llamado "votante constitucionalista", por el que compiten con el Partido Popular.
A la espera de que llegue el día clave, y desde que diera comienzo la campaña electoral el pasado viernes 7 de julio, el PSOE ha pasado por el Consejo de Ministros proyectos de grandes obras para Cataluña por un valor superior a los 1.000 millones de euros. Buena parte de estos surgen como consecuencia del desbloqueo de las negociaciones entre ERC y PSC para facilitar la gobernabilidad de Pere Aragonés al frente de la Generalitat. Confirmado este acuerdo, los gobiernos central y catalán han refrendado un protocolo para financiar y ejecutar un importante paquete de infraestructuras que se suma a los que Moncloa lleva licitando desde principios de año.
El acuerdo incluye una aportación estatal de 914 millones de euros para que el Govern ejecute determinadas obras reclamadas durante años por el territorio, y que fue exigido por ERC para apoyar los Presupuestos Generales del Estado. Una cuarta parte, 250 millones, serán destinados a la construcción de nuevos accesos para las autopistas estatales AP-2 y AP-7. El resto se distribuye en 260 millones para la mejora del denominado "Eje Pirenaico" (N-260) que da servicio a las comarcas montañosas; 20 millones para construir intercambiadores ferroviarios que conecten las redes de Rodalies y FGC; y 384 millones para actuaciones en carreteras de la comarca del Maresme pendientes desde 2009.
Pero estas medidas han llegado hasta el último Consejo de Ministros de la legislatura, celebrado este martes, que eleva la cuantía final de lo aprobado estos 15 días hasta los 1.069 millones. Estas actuaciones facilitarán mejoras en el puerto de Barcelona, cofinanciar la construcción de 748 viviendas en varios municipios, mejorar líneas de ferrocarril convencional o extender la autovía del Bajo Llobregat (B-25) en dos kilómetros, una obra que costará 66 millones.
Inversiones multimillonarias para los próximos años
Pero igual de importante que lo comprometido es lo que quedará pendiente de financiar, algo que incrementará sustancialmente la factura de las inversiones que deberá acometer el futuro gobierno en Cataluña. Los últimos acuerdos del Ejecutivo de Sánchez han permitido iniciar los trámites para llevar a cabo varias de estas obras de elevado coste, como las duplicaciones de vías en tramos saturados de la red ferroviaria (La Garriga-Centelles y Montcada Bifurcació-Mollet Santa Rosa) o la conexión ferroviaria entre el Vallés Occidental y el Oriental.
En carreteras se estudiará la construcción de un tercer carril en la AP-7 a lo largo de 50 kilómetros de la provincia de Tarragona. La ampliación de tres a cuatro carriles de esta misma autopista entre Martorell y Vilafranca (23 kilómetros) ha costado en 140 millones, por lo que no sería de extrañar que esta factura se duplicase para el nuevo tramo.
Pero la obra más importante de todas ellas es el compromiso de Moncloa de financiar el proyecto de construcción de la Ronda Norte de Barcelona. Esta actuación estudiará la forma de concluir la autovía de circunvalación B-40, el llamado "cuarto cinturón" de la ciudad condal, de forma que conecte dos de sus grandes municipios del área metropolitana: Sabadell y Terrassa. Su coste definitivo se conocerá en el estudio que será redactado durante los próximos meses.
La fórmula del éxito para el PSC
La operación planteada por Moncloa es similar a la realizada antes de la campaña electoral de mayo. En los dos primeros meses del año, el Gobierno autorizó al Ministerio de Transportes a gastar más de 2.000 millones de euros para soterramientos de vías de tren en municipios del 'cinturón rojo' de Barcelona: Montcada i Reixac, Sant Feliu o L'Hospitalet de Llobregat.
Se sumaban así a importantes inversiones ya en marcha como la finalización de la estación intermodal de La Sagrera, futura estación central de Barcelona, cuya inversión en los últimos años ya asciende a 920 millones de euros. Entonces, el PSC consiguió expandir sustancialmente su poder municipal y confirmar su posición hegemónica en Cataluña de cara a su cita con las urnas, esperada para 2024.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios