El Gobierno mete a Renfe en campaña con nuevos AVE y más frecuencias por España

Renfe entra en campaña. El Gobierno está aprovechando los últimos días antes de las elecciones para tratar de acaparar titulares con una de sus empresas públicas estrella. Lo está haciendo gota a gota, día a día y, sobre todo, en aquellos territorios donde mantiene una mayor tensión política y social por las distintas incidencias e indisponibilidades de material que afectan a los servicios ferroviarios. Así, en los últimos días ha desvelado parte del plan que activará a partir de 2024, que incluye más frecuencias para muchas de las rutas de larga distancia que hasta ahora se prestaban con trenes convencionales. 

Los distintos anuncios de Renfe tienen como objetivo final recuperar la totalidad de los servicios de alta velocidad y larga distancia que fueron suprimidos durante la pandemia —salvo los trenhoteles, que ahora estudia recuperar—. Pero serán significativamente distintos, puesto que ahora la operadora dispondrá de mucho material nuevo fruto de las compras de trenes que están próximos a entrar en servicio. Esto permitirá dar salida a unidades de menor confort, modificar las rutas de muchas unidades —pasando algunas de larga a media distancia en alta velocidad— e incluso retirar otras del servicio, como el material remolcado por locomotoras. 

Pieza clave de todo este plan es la puesta en servicio de los nuevos trenes de la serie 106, los 'Avril' de Talgo, con quien Renfe mantiene una disputa jurídica por incumplimiento de contrato. Estos trenes, que debían haber llegado a principios de 2021, entrarán en servicio de forma progresiva a partir de noviembre de 2023. Tal y como ha desvelado hoy la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, varios de ellos irán destinados a las rutas entre Madrid y Galicia, liberando las unidades que usan actualmente para otros destinos donde también hacen falta. 

"Con la incorporación paulatina de estos trenes y el consecuente aumento de la flota, Renfe ya tiene programadas las modificaciones y mejoras que la llegada del nuevo material supondrá para algunas relaciones de servicios comerciales", indican desde la compañía en las distintas notas publicadas por medios locales. Estas también afectarán al servicio 'low cost' de Renfe, Avlo, que llegará a nuevas ciudades en su camino a Murcia o Galicia, además de ampliar frecuencias en el corredor Madrid-Barcelona. 

Más trenes para Extremadura

Uno de los principales incendios políticos casi permanentes de estos cuatro años de legislatura de Sánchez ha sido el tren de Extremadura. Tras inaugurar la línea de altas prestaciones para incrementar la velocidad de los trayectos en la región y mejorar la oferta de servicios con nuevos trenes, la región extremeña contará desde el próximo año con un segundo tren 'Alvia' entre Madrid y Badajoz. 

Este servicio se complementará con un servicio regional rápido que una Plasencia, Cáceres, Mérida y Badajoz bajo la marca 'Avant'. Renfe opera estos servicios bajo la fórmula de la obligación de servicio público, lo que permite ofrecer billetes subvencionados como ya hacen otras regiones. La operadora también ha desvelado su interés por implantar un servicio transfronterizo que llegue hasta la localidad portuguesa de Évora, hasta donde llegará la primera línea de alta velocidad del país vecino. 

Refuerzo de servicios en Andalucía

También en Andalucía, cuya oferta de trenes está actualmente mermada por las inevitables y necesarias obras de mejora de la línea de alta velocidad Madrid-Sevilla. Cádiz, uno de los destinos con mayor demanda desde la capital, verá incrementadas sus conexiones pasando de tres a cuatro diarias por sentido. En Málaga se pondrá en marcha un segundo AVE directo a Barcelona y se prevé una nueva conexión con Valencia en fines de semana. 

Otro de los destinos actualmente sin servicio por estas obras, Algeciras, verá mejorada su oferta a Madrid con la sustitución del actual servicio 'Intercity' por otro 'Alvia', que será prestado por un tren híbrido de la serie 730, ampliando el número de asientos un 20%. Misma fórmula se usará para el servicio 'Torre del Oro' que une Cádiz con Barcelona previa parada en Sevilla, Albacete, Valencia o Tarragona. 

Ese mismo modelo de tren también permitirá fijar una cuarta frecuencia entre Madrid y Granada, un servicio que se extenderá hasta Almería. Las novedades no se acaban ahí: Renfe prevé triplicar la oferta de su servicio de bajo coste Avlo. Ampliará el número de frecuencias diarias entre Madrid y Málaga, que pasarán de una a tres, como forma de competir con su único rival, Iryo, que muestra sus mejores cifras de ventas en el corredor andaluz. 

El 'low cost' de Avlo llegará a Murcia

Otro de los lugares de mayor tensión política en los últimos años ha sido Murcia, donde continúan las obras del Corredor Mediterráneo. Mientras se define la infraestructura que vertebrará el litoral, Renfe pondrá en marcha un nuevo AVE diario entre Murcia y Madrid. Será directo y sin paradas, dejando el trayecto en una duración de en torno a las dos horas y media. 

El número de trenes que llegan hoy a la estación de El Carmen no se incrementará, pero uno de ellos será mucho más barato. La operadora pública se plantea sustituir un servicio AVE de los que unen la región murciana con Madrid por otro de bajo coste de su marca Avlo. Busca así competir con Ouigo, que ha anunciado su intención de poner dos trenes diarios —uno por la mañana y otro por la tarde— en esa ruta. 

Tren directo entre Teruel y Madrid

También en el tiempo de descuento de la legislatura, el Gobierno se ha comprometido a poner en marcha el tren directo entre Teruel y Madrid. Esta medida forma parte de las exigencias de la formación política Teruel Existe para apoyar al Ejecutivo de Pedro Sánchez, alegando que era la única capital de provincia que no tenía conexión directa por ferrocarril a la capital del país. 

La falta de electrificación de sus vías hará que un servicio al día por sentido sea prestado con estos trenes Alvia de la serie 730, conectando la ciudad aragonesa con Madrid en menos de cuatro horas. En la actualidad, los turolenses que se desplazan a la capital deben hacer transbordo en Zaragoza, hasta donde llegan en un tren de media distancia, pasando a coger otro de alta velocidad. Esto les ha llevado a reclamar continuamente la falta de competitividad de esta oferta ferroviaria frente al coche: el trayecto en tren se realiza en tiempos de entre cuatro y cuatro horas y media, frente a las tres horas y media del vehículo privado.