Oportunidad de país

La red eléctrica se erige como catalizadora de la inversión industrial por la luz barata

Marina Serrano, presidenta de la patronal de las grandes eléctricas Aelec, advierte de que la red de distribución debe estar preparada para recibir a las nuevas industrias que quieran instalarse en España por la caída de precios.

Imagen de recurso de la red de distribución eléctrica.
La red eléctrica se erige como catalizadora de la inversión industrial por la luz barata.
Aelec

El desarrollo económico del país va ligado al de las redes eléctricas. Estas últimas sirven para impulsar el peso de la actividad industrial en España y avanzar al mismo tiempo en los objetivos climáticos. En este sentido, la transición ecológica y la digitalización de la economía requieren nuevos proyectos industriales estratégicos y el refuerzo de los existentes, lo que implica mayores consumos de electricidad. Por ello, el acceso a red es un elemento clave para reindustrializar el país y atraer nuevas inversiones.

Actualmente, el sector energético se encuentra en un punto de inflexión, marcado por la transición hacia un modelo más sostenible y eficiente. Este cambio de paradigma no solo implica una transformación en la forma en que se produce y consume energía, sino también en la infraestructura que sustenta todo el sistema. La creciente demanda de energía eléctrica y el surgimiento de nuevas formas de consumo representan un desafío sin precedentes para las redes de distribución eléctrica. Por este motivo, La Información conversa con la presidenta de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec), Marina Serrano, quien defiende la necesidad de que se ofrezca al sector una mayor visibilidad regulatoria para los próximos años y sitúa a las redes como catalizadoras de nueva inversión industrial.

límite a las inversiones

  • En España existe un límite máximo de inversión del 0,065% del PIB anual para el transporte, excluyendo las inversiones en interconexiones, y del 0,13% del PIB para la distribución. El 'cap' a la distribución equivale a unos 1.500 millones de euros y,  según el sector, las inversiones deberían situarse entre los 2.500 y 3.500 millones anuales.

La transformación de las redes de distribución no solo implica la actualización de la infraestructura existente, sino también la incorporación de tecnologías que permitan gestionar de manera más eficiente y flexible el suministro de energía. Por ejemplo, la digitalización permite optimizar el flujo energético reduciendo las pérdidas y aumentando la fiabilidad del suministro; o la automatización, cuya aplicación en los procesos de operación y mantenimiento de la red permite realizar tareas de forma autónoma y en tiempo real, mejorando la eficiencia operativa. 

Los gestores de la red de distribución jugarán así un rol principal durante esta transición, en la que también se enfrentarán a diversos retos tecnológicos. De este modo, para que venga dinero de las distintas industrias atraídas por los precios bajos de la electricidad del mercado mayorista español, primero las distribuidoras tendrán que acometer notables inversiones para fomentar el proceso de electrificación. Bajo este escenario, las empresas piden un modelo retributivo para el próximo periodo regulatorio -de 2026 a 2031- que garantice la estabilidad regulatoria y seguridad jurídica, así como un retorno del capital de mercado para impulsar las inversiones dirigidas al refuerzo de las redes eléctricas y su modernización.

Serrano asegura que las compañías llevan trabajando desde el año pasado en la metodología de retribución del siguiente periodo regulatorio y también en la tasa de retribución financiera. "Hemos insistido para que esto se abordase por la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) cuanto antes. ¿Por qué? Porque en España se aplica el sistema n-2, es decir, lo que inviertes hoy no te lo pagan hasta dentro de dos años. Las distribuidoras van a invertir ahora y no saben cómo se lo van a retribuir. Además, la inflación y los tipos de interés hacen que la tasa de retribución financiera no sea la adecuada porque ha quedado desactualizada con la situación de los mercados financieros", argumenta. 

La CNMC se abre a revisar los valores unitarios por primera vez

Por su parte, Competencia ha recogido el guante y, tal y como avanzó este medio, trasladó a mediados de febrero a las eléctricas su voluntad de revisar los costes reconocidos. Asimismo, recientemente ha modificado el calendario de las Circulares de carácter normativo con el objetivo de que haya un mayor debate durante el proceso. También lanzará previsiblemente antes de verano una consulta pública previa sobre los elementos que deberían contemplarse en el cálculo de la tasa.

"Que la CNMC haya reconocido que hay que trabajar en este sentido ha sido un paso adelante importante, e insistimos que se haga cuanto antes para que así se pueda debatir y se dará una señal de certeza al sector. Toda la distribución eléctrica en España está de acuerdo en avanzar en estos elementos que marcarán la retribución de los siguientes seis años", subraya. Pero la presidenta de Aelec, en la que se integran Iberdrola, Endesa y EDP, hace hincapié en la idea que da título a esta información.

En su opinión, no se trata solo  de conocer lo más pronto posible la forma en la que se retribuirá  las compañías, sino que considera que se debe preparar la red para recibir a toda la demanda que quiera instalarse y descarbonizarse en España gracias a los precios de la luz  más bajos que en el resto de Europa. "Hay un concepto que ha introducido la reforma del diseño del mercado eléctrico que es el de inversiones anticipadas, que determina que la red ya esté preparada para el que quiera conectarse. Para descarbonizarse la industria necesita en ocasiones duplicar el consumo eléctrico y, por tanto, más potencia y capacidad de acceso a las redes. Y si la red no tiene esa capacidad, no le puedes decir vamos a esperar al siguiente ciclo de planificación y venga usted dentro de cinco años. No, entonces se van a ir a otro país, y lo mismo ocurre con los centros de datos. La red debe estar al servicio de la generación y el consumo, y no puede ser un cuello de botella", argumenta la directiva.

Para atender así una de las grandes demandas del sector, la CNMC está trabajando en la creación de los permisos de acceso flexible, con los que se permitirá tener acceso a la red en determinados momentos. No obstante, con el fin de que sean operativamente factibles y no supongan un riesgo para la seguridad del sistema, se prevé que el permiso de acceso deberá concretar las condiciones en que el tiempo de preaviso de la limitación de acceso a la red (en tiempo real, minutos, horas, semanas, meses o anual de antelación), tiempos de respuesta a los requerimientos de reducción de potencia, requisitos técnicos de la instalación y los requisitos de adscripción a centros de control, remisión de consignas, posibilidad de operación remota o la habilitación para participar en mecanismos de reducción de potencia u otros que se establezcan.

El sector avisa de posible riesgo de fuga de inversiones

El sector advierte de que si no se abordan los proyectos de desarrollo de las redes de distribución eléctrica ya mismo, no solo se está generando un riesgo en el cumplimiento de los objetivos climáticos, sino que también se limita el crecimiento económico de España. En este sentido, apunta que se perdería la oportunidad que ofrece la descarbonización, al reducirse las externalidades positivas en materia de inversión, crecimiento, I+D, empleo e impuestos de los nuevos proyectos industriales a los que no es posible brindarles acceso a la actual red, conllevando a su vez a un riesgo de fuga de las inversiones hacia otros países en los que el conseguir el acceso a la red sea más sencillo.

Asimismo, la modernización de las redes de distribución eléctrica también implica la integración de sistemas de almacenamiento. Con la incorporación de fuentes de energía intermitentes como la solar y la eólica a la ecuación, se plantean distintos desafíos en términos de gestión de la oferta y la demanda. Los sistemas de almacenamiento de energía, como las baterías y los hidroeléctricos, son una solución, permitiendo almacenar el exceso de energía durante los periodos de baja demanda y liberarla cuando sea necesario, contribuyendo así a mantener el equilibrio en del sistema.

"Tenemos un sistema eléctrico que cumple con los más altos estándares de Europa y del mundo, y también lo decimos. Es un sistema seguro, que no tiene fallos. También tenemos la situación excepcional de España con territorio suficiente, viento y sol, con muchas empresas que llevan mucho tiempo trabajando en renovables y con tecnologías que han exportado por el mundo. Esto no sitúa con una posibilidad excepcional de tener una energía más barata que otros países europeos y ahora lo que tenemos que hacer es trabajar sobre los elementos que faltan", sentencia. Serrano.

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