Corea, EEUU... Robles desata una guerra por el nuevo avión para entrenar pilotos

Los veteranos C-101 necesitan pronto un recambio, y Margarita Robles lo sabe. /Ejército del Aire
Los veteranos C-101 necesitan pronto un recambio, y Margarita Robles lo sabe. /Ejército del Aire
Los veteranos C-101 necesitan pronto un recambio, y Margarita Robles lo sabe. /Ejército del Aire
Los veteranos C-101 necesitan pronto un recambio, y Margarita Robles lo sabe. /Ejército del Aire

Margarita Robles, titular en funciones del Ministerio de Defensa, quiere dejar su sello en los estertores de su mandato y ha decidido dar 'luz verde' a los grandes programas del estamento militar que llevaban años paralizados por la burocracia y los intereses de unos y otros conglomerados empresariales.

Tras aprobar -por fin- el contrato para el blindado VCR Dragón 8x8, que sustituirá al BMR, que atesora más de 40 años de actividad, Robles ha decidido poner fin a otra de las grandes necesidades que la potencia militar española lleva años queriendo cubrir: los aviones para el entrenamiento de los pilotos de combate.

En Consejo de Ministros del viernes 12 de julio de 2019 se publicó el acuerdo por el que se autoriza la celebración del contrato para la adquisición de un sistema de entrenamiento integrado para la Academia General del Aire. Básicamente se abría la 'caja de los truenos', debido al interés que muchos países tienen en dotar a España de estas aeronaves. 

Robles autorizó la celebración del contrato para la adquisición de un sistema de entrenamiento integrado para la Academia General del Aire, con un valor estimado de 225 millones de euros, a iniciar en el ejercicio 2020 y con fecha final el 31 de diciembre de 2022. Poco tiempo disponible, en lo que a la industria de defensa de refiere. Robles ha hecho caso de lo que estaba alertando la Dirección General de Armamento y Material, a instancias del Ejército del Aire. El C101 (E.25) alcanza el final de su ciclo de vida en el año 2021. Además, Defensa exige que el nuevo sistema que se adquiera permita una transición a los sistemas de combate actuales y de futuro a corto/medio plazo, por lo que deberá incorporar las tecnologías propias de estos sistemas (EF2000, EF18, A400, NH90, etc.).

La tarta a cortar es suculenta, ya que España requiere 24 aviones de entrenamiento, un entrenador de salida de emergencia en tierra, dos simuladores de cabina para entrenamiento de procedimientos, dos simuladores de vuelo conectados en red, un sistema asistido por ordenador y, finalmente, un paquete logístico inicial. Hablamos de servir a uno de los países claves de la OTAN el sistema con el que entrenará a la élite entre la élite, sus pilotos de combate. 

Se trata de un mercado tan reducido que ya se conocen en el sector los nombres favoritos de los responsables del Ejército del Aire. Sus responsables son partidarios de adquirir unidades del Beechcraft T-6 estadounidense y el suizo PC-21 de Pilatus.

Pero, a diferencia del caso del VCR Dragón 8x8, no hay posibilidad de que el contrato deje carga de trabajo y retorno industrial en España, por lo que el abanico se abre mucho más, a la espera de un país que ofrezca retornos o interese desde el punto de vista diplomático. En su día los responsables militares querían el 'Apache' y España terminó entrando en el programa europeo del 'Tigre'.

Según medios especializados como Infodefensa, la elección de un modelo turbohélice dejaría fuera de la baraja a opciones como el Aermacchi M-345 que Leonardo trató de 'vender' durante Feindef. Pero no se acaba aquí el repertorio de entrenadores, y en concreto La Información ya detalló el interés de Corea del Sur en hacerse con este contrato, partiendo de la base de que sus entrenadores están en la élite del sector. 

La clave en esta transacción, de la que la embajada de Seúl en Madrid no quiso dar ni la mínima pista a este diario, era el canje de aviones de entrenamiento del avanzado avión de transporte militar A-400, del que España adquirió 27 unidades y pretende destinar a la exportación 13 aparatos. Corea del Sur está muy interesado en contar con esta aeronave para mejorar sus capacidades al relevar su actual flota de C-130J. El Gobierno surcoreano ha tratado de presionar a la cartera que lidera Margarita Robles con filtraciones interesadas a su agencia de noticias oficial, dejando caer un posible intercambio de cinco o seis unidades del A400M por una treintena de entrenadores de pilotos KT-1 o una veintena de T-50. Nada parece claro en este asunto.

Ante el requerimiento de información de este medio, el Ejército del Aire no ha querido aclarar qué preferencias maneja para el relevo de los C-101. Solamente confirman su interés -más bien su necesidad- de que "para 2021-2022 se desarrolle el último curso académico con los actuales entrenadores".

"Sin entrar a describir el contrato", señala la oficina de comunicación del Ejército del Aire, "el mismo queda abierto a que empresas como Airbus Defense and Space puedan efectivamente optar al mismo", cosa imposible a ojos vista, debido a que el consorcio europeo no tiene ningún modelo adecuado para la tarea que se requiere. El pasado abril la compañía anunció que había puesto en marcha un estudio junto con el Ejército del Aire y la Dirección General de Armamento y Material (DGAM) para el diseño y desarrollo de un nuevo avión entrenador para España. Lo que está claro es que para las necesidades imperiosas de reemplazar al C-101 no van a llegar. Desde Airbus Defence and Space han declinado comentar la información sobre el contrato y tampoco señalan la posición en la que queda la empresa tras la licitación de urgencia realizada por España.

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