Rosell se despide de la CEOE con un duro informe contra el pacto PSOE-Podemos

  • El todavía presidente de la patronal hace balance de sus ocho años al frente de la organización y critica las medidas del nuevo plan presupuestario.
El presidente de CEOE, Juan Rosell, inaugura la jornada
El presidente de CEOE, Juan Rosell, inaugura la jornada
Europa Press - Archivo

Juan Rosell celebra hoy su última junta directiva al frente de la patronal. Ocho años después, el todavía presidente de la organización empresarial  dice adiós a la CEOE con un duro informe de situación en el que carga abiertamente contra el proyecto presupuestario que el Gobierno ya ha sometido al examen de las autoridades europeas, tras incluir todas las exigencias necesarias para comprar el apoyo de Unidos Podemos a las cuentas de 2019.

Desde la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta el incremento de la presión fiscal al sector empresarial, pasando por el excesivo aumento del gasto social y la sobreestimación de la recaudación extra proyectada en el capítulo de ingresos. Nada en el documento enviado a Bruselas parece convencer a la patronal, que en el Panorama Económico que publicará a lo largo de esta mañana critica un "mix de política presupuestaria y fiscal" que considera inadecuado para consolidar el ciclo expansivo que atraviesa la economía española.

El informe, al que ha tenido acceso La Información, advierte de que "con los niveles de deuda pública tan elevados, aumentar el gasto, que se convierte en estructural, es un obstáculo para la sostenibilidad de las cuentas públicas en el medio y largo plazo, y más en un contexto de desaceleración económica". Aquí, avisa de que "las exportaciones están perdiendo vigor y, por primera vez en los últimos años, su dinamismo es inferior al de la media europea". De ahí, dicen, "la necesidad de retomar medidas encaminadas a aumentar la competitividad". Echa de menos la organización empresarial referencias en el proyecto presupuestario del Ejecutivo a "políticas sectoriales y de inversiones".

Sobre el impulso al SMI –del 22% en un solo año, el más intenso de la historia– hasta alcanzar los 900 euros mensuales, los empresarios alertan de que "supondrá una barrera de entrada adicional al mercado laboral para determinados colectivos, como jóvenes y trabajadores con un nivel bajo de cualificación, que ya tienen una elevada tasa de paro". Más allá del impacto, en la CEOE ha sentado especialmente mal que PSOE y Podemos hayan acordado el nuevo SMI a espaldas de los agentes sociales, que ya habían firmado con el Gobierno anterior incrementos progresivos, hasta llevar el salario mínimo a 850 euros en 2020.

Los empresarios ya dieron la voz de alarma tras conocer las líneas maestras del presupuesto fruto de la negociación entre los equipos económicos de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, que recoge un aumento del gasto de 5.098 millones de euros y un incremento de los ingresos de 5.678 millones. Un alza de la recaudación que consideran "improbable", tanto en el caso de los 1.200 millones de euros estimados como ingresos por el impuesto a las empresas tecnológicas, como los 1.500 millones de las modificaciones del Impuesto de Sociedades o los 670 millones de la subida de la fiscalidad del gasóleo. 

Respecto a los nuevos objetivos de déficit público, del -2,7% el PIB para este ejercicio y del -1,8% para 2019, la patronal advirtió de que la nueva senda supone aplazar el proceso de consolidación fiscal, si bien el documento que hará público hoy asume que el escenario planteado por el actual Gobierno es más verosímil que el anterior. Recordemos que el Ejecutivo del PP dejó dibujada una senda fiscal que reducía el desfase entre ingresos y gastos hasta el 2,2% este año y al 1,3% el que viene. Ya para 2018, con la información hasta julio, "y a pesar de que continúa la senda de reducción del desequilibrio fiscal, ésta se está produciendo a un ritmo muy gradual", lo que "parece indicar" que el -2,7% es "más factible de alcanzar" que el objetivo inicial fijado.

Pone los deberes a Garamendi

Con este escenario en el horizonte del sector empresarial español, Rosell encabeza hoy por última vez la reunión del órgano de gobierno de la patronal en la sala Cuevas de la madrileña sede de Diego de León. El presidente hará balance de los últimos ocho años. Mucho ha cambiado desde que llegó a la CEOE en sustitución de Gerardo Díaz Ferrán en 2010. 

España estaba sumida en una profunda crisis que impactó de lleno en el tejido empresarial, llevándose por delante los beneficios de las compañías y obligando a los empresarios a ejecutar reducciones de plantillas que alargaron la cola del paro hasta niveles récord

Hoy Rosell se despide de la patronal con una economía que, aunque empieza a mostrar síntomas de agotamiento, todavía presenta tasas de crecimiento robustas. El reto, dice en su último informe, es "no perder el patrón de crecimiento equilibrado que ha caracterizado el actual ciclo de recuperación".

Los deberes para el que con casi total seguridad será su sucesor por aclamación el próximo 21 de noviembre, Antonio Garamendi (actual presidente de Cepyme), pasan por lidiar con unos Presupuestos Generales del Estado que "no suenan muy bien", en palabras del hasta ahora vicepresidente de la CEOE, que tras conocer el pacto PSOE-Podemos ya adelantó: "No nos ha gustado".

Rebajar las pretensiones del Gobierno de elevar la presión fiscal a las empresas será una tarea clave del que se convierta en presidente de la patronal española el mes que viene, en plena negociación presupuestaria en el Congreso de los Diputados. 

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