El sector mira al cielo 

La sequía consolida el 'rally' alcista del aceite y certifica la caída del consumo

El 'oro verde' acumuló en enero un alza del 62,9% respecto al mismo mes de 2023, en una campaña para la que Agricultura estima solo 766.362 toneladas. Entre octubre y enero los envasadores vendieron un 19,98% menos.  

La falta de lluvias y un consumo más fiel de lo esperado consolida el 'rally' del aceite
La falta de lluvias y un consumo más fiel de lo esperado consolida el 'rally' del aceite
Europa Press

Comienza a resultar un lugar común referirnos al aceite como el 'oro verde'. Según el INE, el precio del aceite de oliva se ha disparado un 62,9% entre enero de este año y el mismo mes de 2023. Solo el mes pasado se encareció un 4,1%, respecto a diciembre,  siendo uno de los alimentos con mayores repuntes de todos los analizados. Detrás de este auténtico 'rally', el sector señala a dos constantes: la falta de lluvias que impacta en las producciones y un comportamiento del consumo mejor del esperado. Todo ello, a pesar de que la Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (ANIERAC), ha informado este martes de que en los cuatro primeros meses de la campaña 2023-2024 (octubre de 2023 a enero de 2024) vendieron 75 millones de litros. Esto es un 19,98% menos que en el mismo tiempo de la campaña anterior (93,81 millones de litros). En concreto, las mayores mermas se produjeron en el aceite de oliva virgen extra con un 25,23% menos de ventas, y en el aceite de oliva denominado "suave" cuya comercialización cayó un 22,05%.  Solo en enero vendieron 53,04 millones de litros, un 15,81% menos. 

"El clima hace o deshace campañas", apunta Primitivo Fernández el director de ANIERAC cuando este medio le pregunta cuándo cree que acabará la actual escalada del 'oro verde'. En este sentido, recuerda que los olivareros llevan " dos años malos" por las temperaturas elevadas en momentos clave para el desarrollo del olivar como la floración. A lo que añade la falta de precipitaciones en zonas productoras. "Lo que hace falta es que llueva al final de primavera y que el nivel de precipitaciones se aproximen a la normalidad", explica Fernández quien  apunta hacia la fase clave de la floración del olivo y abunda en que los de secano son los que más dependen de las lluvias. Ahora, advierte, "también es necesario que el calor no chafe el desarrollo del árbol".  

¿Resultado de todo lo anterior? Dos campañas para olvidar. Según el 'Boletín del Mercado de Aceite de Oliva' del Ministerio de Agricultura,  correspondiente a enero de este año, la producción de 2022/2023 fue de 437.200 toneladas y la correspondiente para esta campaña a 31 de diciembre se fijaba en 589.300 toneladas. Sin embargo, en el aforo que realiza el Ministerio en octubre, se estimaba una producción total de 766,362 toneladas para la campaña 2023- 2024. Para tener algo de perspectiva hay que recordar que la media de las últimas 4 campañas, tampoco buenas, ronda los 687.300 toneladas  y que en la de 2021-2022 se rozaron casi las 900.000 toneladas (la mejor desde 2019). En condiciones normales, la producción de aceite de oliva español supera de largo el millón de toneladas sobre unos 3 millones de toneladas que se generan a nivel mundial.   

Si a una producción muy corta, señala Fernández, hay que añadirle un punto de partida peor. Según el 'Balance del Sector del Olivar en España' en la campaña de 2022/2023 se partía con unas existencias iniciales de aceite de oliva de 454.607 toneladas mientras que en la actual de 2023/2024 esta cifra ha mermado hasta quedar en apenas 247.284 toneladas. Lo que se ha traducido en un ligero repunte de las importaciones hasta superar las 71.000 toneladas entre octubre y diciembre, según el citado 'Boletín del Mercado de Aceite de Oliva'.  

¿Qué sucede con el consumo? 

¿Y el consumo? Desde los envasadores no niegan la merma en las ventas, pero el director de ANIERAC  apunta que los consumidores se están comportando mejor de lo que esperaban" a pesar de la situación adversa y la mala coyuntura con la subida general de precios". En este sentido, valora la fidelidad del público español que en su opinión atribuye al aceite propiedades saludables y también lo relaciona con el placer. Eso sí, desde la asociación de los envasadores, reconocen que ha habido "un cambio de hábitos por el que se cocina menos en casa y se apuesta más por platos preparados". También advierte Primitivo Fernández, que no todo el consumo se está desviando a otros tipos de aceite como el de girasol. En concreto, según las estadísticas de ANIERAC, en el año móvil enero de 2023-enero de 2024 los envasadores dejaron de vender 51,29 millones de litros mientras que en aceites de semilla (maíz, girasol, soja...) se comercializaron más de 40 millones de litros.  

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