El visto bueno del ministro de Transportes, Óscar Puente, a la propuesta de Aena para elevar hasta el 4,09% las tasas aeroportuarias a partir del próximo mes de marzo, ha caído como un jarro de agua fría en las aerolíneas. Desde que el gestor aeroportuario propuso el aumento el pasado julio a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC) con el fin de hacer frente a las secuelas postcovid y al encarecimiento de precios, la industria de las compañías aéreas mostró, con un aplastante consenso, su rechazo a la subida para favorecer la consolidación de la recuperación del sector aéreo.
Era, precisamente, una de las peticiones que ha reiterado en numerosas ocasiones el sector a la nueva cartera asumida por el exalcade de Valladolid. No obstante, Puente se ha mostrado tajante esta mañana al afirmar que el Gobierno aceptará la subida propuesta por Aena. "Lo haremos porque entendemos que somos uno de los países con las tasas más bajas y contamos con los mejores aeropuertos y servicios para los aerolíneas", ha defendido el ministro en un desayuno informativo organizado por Fórum Europa. Para acompasar esta subida, también ha matizado que se pondrá en marcha un plan de incentivos para las aerolíneas, que no ha concretado, y concentrará sus esfuerzos en el "desarrollo del tráfico de las aerolíneas internacionales en los aeropuertos regionales".
Las aerolíneas lamentan la decisión
La reacción de la industria, como era de esperar, no ha tardado en llegar. La patronal de aerolíneas ALA, que aglutina el núcleo duro del tráfico aéreo en nuestro país (85%), ha lamentado que salga adelante la propuesta de Aena, en contra de la congelación tarifaria o, en su defecto, una subida moderada del 1,5% que propuso como alternativa. La patronal ha fundamentado su rechazo en base a que esta decisión "no favorece la competitividad del sector y le resta fortaleza", y lo hace en un contexto, explica la asociación, donde a pesar de la recuperación de los niveles de tráfico aéreo previos a la pandemia, "todavía hay compañías aéreas endeudadas y la rentabilidad de las aerolíneas aún es muy baja”.
El jarro de agua fría podría caer en forma de desinversión de las compañías aéreas en España. El impacto de la subida de tasas puede ser aún mayor en 'low cost' como Ryanair, que recientemente han puesto sobre la mesa de Moncloa una hoja de ruta de inversiones en España por un importe de 5.000 millones para los próximos siete años, y podrían revisar ahora sus planes de inversión por una medida que puede suponer un fuerte impacto a la rentabilidad de la compañía en rutas donde su margen de maniobra es más reducido.
La aerolínea irlandesa, que aún no se ha pronunciado al respecto, sí lo hizo cuando conoció los planes de Aena y presentó un recurso formal contra los intentos del gestor de "eludir la decisión de 2021 de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) de congelar las tasas durante cinco años -hasta 2027- en todos los aeropuertos españoles". Una decisión, que acusó de "poner en peligro la vital conectividad aérea de España" y que según cuestionó en el mismo comunicado el consejero delegado de la compañía, Eddie Wilson, "va en contra de la política gubernamental de apoyo al crecimiento".
Aena recalca que las tarifas seguirán más bajas que en 2019
Acto seguido de conocer el visto bueno del Gobierno, fuentes de Aena han querido recalcar que sus tarifas de 2024 seguirán siendo más bajas que las de 2019 y que la subida de las tasas que proponen desde el gestor se traduce en "40 céntimos por pasajero" y deriva de un reconocimiento parcial de la inflación del 3,5%, al que se suman ajustes ordinarios hasta el 4,09%. De confirmarse esta subida, el ingreso máximo anual ajustado por pasajero (IMAAJ) pasará de los 9,95 euros a 10,35€ desde marzo. Desde Aena recuerdan en que será la CNMC, quien ya aprobó la aplicación del conocido como 'Índice P' en un informe publicado el pasado junio, la que tendrá la última palabra para aprobar la propuesta que entrará en vigor el próximo 1 de marzo.
