La pandemia no solo ha modificado la manera de trabajar en las empresas y en la Administración, con la generalización del teletrabajo y la reasignación de los espacios, sino que también, en muchos casos, ha dejado secuelas en los trabajadores que han pasado la enfermedad de la Covid-19, tanto en el sector privado como en el público. Por eso, el Ministerio de Trabajo va a llevar a cabo un seguimiento exhaustivo de una muestra de este colectivo de damnificados. Con este objetivo, el departamento que dirige Yolanda Díaz ha encargado un estudio para evaluar las necesidades de adaptación al puesto de trabajo del personal que haya sido diagnosticado de coronavirus durante un periodo concreto de tiempo reciente, para mejorar su empleabilidad.
En concreto, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, que es el órgano científico técnico especializado en prevención de riesgos laborales y seguridad y salud en el trabajo de la Administración General del Estado, va a realizar el 'estudio de retorno al trabajo, necesidades de adaptación y empleabilidad en trabajadores post-Covid19'. Más bien, se lo va a encargar a una empresa privada por 121.000 euros, según consta en la documentación del contrato consultada por La Información. En principio, no está previsto que esta licitación cuente con financiación de los fondos europeos, lo que es llamativo porque el Ministerio está cargando al Next Generation otras inversiones menos relacionadas con la pandemia.
Según un estudio elaborado por el Centro Nacional de Epidemiología y el Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III, con cifras de la pandemia desde el desde el 22 de junio de 2020, el 55% de las personas hospitalizadas eran trabajadores, así como el 69% de los contagiados. Y el INSST, que cuelga del Ministerio de Díaz, ha constatado, en base a otros estudios que cita en la memoria justificativa del contrato, la evidencia de secuelas en enfermos de Covid, como fatiga, problemas de movilidad, disnea, depresión, dolor, problemas neurológicos y de control de vejiga.
Además, en la documentación del contrato, el organismo se hace eco de otro estudio que analiza el síndrome post-cuidados intensivos en pacientes con larga estancia en UCIs, caracterizado por un conjunto de síntomas que pueden durar de unos meses a muchos años después de la recuperación. Los síntomas más comunes incluyen debilidad generalizada, fatiga, disminución de la movilidad, estado de ánimo ansioso o deprimido, disfunción sexual, trastornos del sueño y problemas cognitivos (alteración o pérdida de la memoria, procesamiento mental lento, mala concentración...).
El INSST considera relevante esta evaluación clínica ya que, de acuerdo con los informes recientes del Centro Nacional de Epidemiología, el 69% de los enfermos de Covid-19 diagnosticados son pacientes en edad laboral. "Esta situación evidencia la necesidad de estudiar la evolución desde el punto de vista del estado de salud, el retorno al trabajo y las necesidades de adaptación, de los trabajadores que han padecido la Covid", a juicio del INSST, que ha encargado la realización de un estudio dirigido identificar la capacidad de trabajo y evaluar las necesidades de adaptación del puesto de trabajo de trabajadores que han sido diagnosticados de coronavirus entre el 1 marzo de 2020 y el 31 de julio de 2021 y que presenten síntomas post-covid, con el objetivo principal de favorecer su empleabilidad.
El estudio, según consta en los pliegos, pretende conocer las enfermedades intercurrentes o secuelas tanto físicas como de salud mental tras el alta que causan situaciones de incapacidad temporal y permanente; así como caracterizar el cuadro de 'Covid persistente' y su repercusión en la actividad laboral. También busca identificar la variabilidad de las repercusiones laborales según sexo y grupo de edad y otras variables (curso asintomático o no, ámbito del tratamiento médico: domiciliario, hospitalario en planta o UCI); e identificar los factores que favorezcan la inclusión laboral y el retorno al trabajo, la existencia de parámetros comunes inmunológicos y eficacia de un tratamiento común en los casos de Covid persistente.
El desarrollo del estudio incluirá la evolución clínica tras el alta hospitalaria, con especial atención a la influencia de los factores de vulnerabilidad; las enfermedades intercurrentes o secuelas tras el alta; y las características epidemiológicas y clínicas de la Covid persistente. Además incorporará un seguimiento durante dos años de una cohorte de trabajadores diagnosticados con sintomatología post-covid y el detalle del estado de salud y las incidencias de la incapacidad temporal o permanente hasta el inicio del seguimiento. Asimismo, se analizará la salud física y mental y la capacidad laboral de esta cohorte y se determinará la situación laboral y la capacidad de trabajo a la finalización del periodo de seguimiento.
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