Trabajo admite que no midió el potencial impacto en empleos antes de subir el SMI

  • La 'número dos' de Empleo afirma que es "una apuesta" del Gobierno y que no revertiría la medida aunque ralentizara la creación de puestos de trabajo.
Fotografía de Yolanda Valdeolivas / EFE
Fotografía de Yolanda Valdeolivas / EFE

Nunca antes el Salario Mínimo Interprofesional había experimentado una subida tan importante y es bien conocida la sensibilidad del mercado de trabajo español a los retoques regulatorios. Pese a ello, como adelantó La Información, el Ministerio de Trabajo no entendió relevante testar a priori el posible impacto de esta medida sin precedentes sobre el mercado de trabajo porque se trataba de "una apuesta" del Gobierno y se entendía que no existían certezas académicas suficientes sobre su impacto.

Así lo ha desvelado la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, que ha situado el debate en el plano de lo ideológico más que en el de lo económico. "Se trata de una apuesta del Gobierno sobre la que no hemos estimado el coste en empleos. Entendemos que era una medida necesaria, que se justifica por la necesidad de dignificar la situación de 2,5 millones de trabajadores y que también persigue romper la dinámica de que los salarios no se han beneficiado de la recuperación económica. Es más, no creo que vaya a tener un coste en empleos, porque no hay estudios académicos concluyentes al respecto, pero aún en el caso de que ralentizara levemente la creación de empleo no nos echaríamos atrás en la medida que hemos adoptado".

Y lo cierto es que es probable que los tenga. No solo porque el Banco de España haya estimado en 150.000 los empleos que pueden dejar de crearse por una medida que, en su opinión, tampoco servirá para reducir la desigualdad, ni por el rechazo de buena parte del tejido empresarial, sino porque ya empiezan a acumularse indicios de que, al menos, en el corto plazo la medida va a tener influencia.

Desde el ámbito empresarial ya ha empezado a deslizarse que la Inspección de Trabajo ha detectado un movimiento incipiente de trabajadores hacia la economía sumergida y hacia la contratación a jornada partida y los datos de afiliación a la Seguridad Social del pasado mes de diciembre ya arrojaron una sorprendente destrucción de contratos el primer día hábil tras el Decreto que concretaba la subida del Salario Mínimo.

El Gobierno opta por poner el foco en otras cosas, en que la OCDE llevaba años recomendando a los países desarrollados que situaran su Salario Mínimo en el 60% del salario medio del país - cosa que la medida ha conseguido por primera vez en la historia, como subrayó Valdeolivas -, en los más de dos millones de trabajadores que verán mejoradas sus percepciones salariales con la medida y en los ingresos extra por cotizaciones sociales que generará la medida.

Nuevo modelo de protección asistencial

Tampoco parece que el Ejecutivo vaya a esperar a la opinión de los expertos para abordar otro de los proyectos que tiene en cartera: la reordenación de la compleja red de cerca de medio centenar de incentivos, bonificaciones y exenciones a la contratación que a día de hoy existen en el marco laboral y con los que el Gobierno quiere acabar o al menos racionalizar.

La Autoridad Fiscal se ha dejado un puñado de millones de euros en realizar una evaluación rigurosa y profesional del mayor o menor acierdo de 25.000 millones de euros en subvenciones entre los que se cuentan las ayudas e incentivos al empleo y el gasto en políticas activas, pero la secretaria de Estado de Empleo ha avanzado que el Gobierno no va a esperar a este diagnóstico para hacer su propuesta, que ya ha llevado a los agentes sociales y que prevé presentar antes del 30 de abril.

Las batidas contra las nuevas plataformas digitales de distribución han permitido aflorar 5.000 falsos autónomos

Fotografía Glovo
Ministerio de TrabajoPlan de Lucha contra el Fraude Laboral

Entre tanto, Trabajo se está empleando a fondo en la lucha contra el fraude en la contratación. Las actuaciones de la Inspección en este campo han permitido aflorar más de 17.000 falsos autónomos, de los cuales una tercera parte han sido detectados en las batidas sobre las grandes plataformas de distribución: los Glovo, Deliveroo, etcétera, según fuentes del Ministerio de Trabajo.

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