El olivar no entiende de crisis

La venta de aceite de oliva se dispara en España a buen precio para el agricultor

El sector ya vende más de lo que produce, al fin de la campaña las ventas ascenderán hasta 1,6 millones de toneladas frente a una producción de 1,48 y recupera el liderato en EEUU tras el final de los aranceles.

Foto recurso de olivos en olivares de Andalucía
La venta de aceite de oliva se dispara en España a buen precio para el agricultor.
EUROPA PRESS

España produce prácticamente el 50% del aceite de oliva de todo el mundo. Esta campaña 2021/2022 serán 1,48 millones de toneladas frente a un global de 3,09. El aceite de oliva español, quién sabe si ayudado también por la crisis del aceite de girasol debido a la guerra en Ucrania, vive un año excelente. Por un lado, los precios están siendo “muy buenos” para los productores, alrededor de 3,4 euros el kilo de virgen extra en origen, un 5% superior a los del año pasado por estas fechas y un 85% más que hace dos años, y tras la crisis de los aranceles el aceite español ha logrado, además, el liderazgo entre los aceites de oliva importados por Estados Unidos. Todo ello trae como consecuencia que España venderá esta campaña más aceite del que ha producido. Principalmente debido a la exportación porque, y ahí reside el ‘único’ nubarrón del sector, el consumo interno continúa disminuyendo.

Tanto las ventas como los “buenos” precios que están cobrando los agricultores se deben, según el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, “al buen trabajo efectuado por el conjunto del sector”. La comercialización de aceite de oliva se encamina así hacia una campaña de récord. Según los datos hechos públicos por la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios), organismo autónomo adscrito al MAPA, se confirma que, en ocho meses de campaña, se ha vendido prácticamente todo el aceite de oliva producido y que, de seguir esta tendencia, la comercialización superará con creces la producción. Se han producido 1.486.293 toneladas de aceite de oliva en esta campaña 2021/2022 y hasta finales de mayo se llevan comercializadas 1.089.000 toneladas, a una media mensual de 136.000, lo que nos hace prever que al finalizar la campaña se habrán vendido más de 1.600.000 toneladas. Además, mayo de 2022 se ha comportado mucho mejor que mayo de 2021, puesto que se han venido 148.000 toneladas frente a las 138.000 del mismo mes del año pasado.

Para el responsable de la Sectorial de Olivar y Aceite de UPA y secretario general de UPA Andalucía, Cristóbal Cano, está claro que la comercialización mantiene el buen ritmo que han mostrado las dos últimas campañas, que ya fueron de récord, aunque con el hándicap de los bajos precios que cobraban los productores. “Los datos demuestran que las ventas de aceite permanecen estables a unos precios que siguen por encima de los costes de producción en el olivar tradicional”. Repasando la campaña de comercialización, comprobamos que es el mejor mayo de los últimos años. “Vemos cómo las ventas sigue consolidando el estupendo ritmo que llevaban el año pasado y el anterior. Es una magnífica noticia, porque, de continuar esta tendencia, llegaremos de nuevo a vender más aceite que el producido y, además, nos encontraremos con un enlace de campaña bajo”, dice Cano, con lo que, en principio, no hay “peligro” de que se produzca una bajada de precios en origen.

Y es que si en el mes de mayo los principales aceites vegetales, girasol, soja, colza.., han comenzado a bajar sus precios tras el ‘tsunami’ que supuso el inicio de la guerra en Ucrania, el aceite de oliva ha sido capaz de mantenerse en el lineal en el entorno de los 5 euros el litro frente a un girasol que ya ha dejado atrás los 3 euros por litro de marzo y abril y con una clara tendencia a seguir bajando sus precios de venta al público ante la mayor oferta de aceites disponibles en los mercados internacionales. De cualquier manera, según el IPOD (Índice de Precios Origen Destino) del mes de mayo, el aceite de oliva virgen extra es el producto que menos se encarece del campo a la mesa, apenas un 51%, de 3,38 euros a 5,10, frente, por ejemplo, a otro producto ‘estrella’ de nuestro campo, la naranja, que lo hace en un 765%.

Pero es que además, según la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, éste ha superado la crisis de los aranceles y ya lidera la importación de aceite de Estados Unidos, según los datos de la Oficina del Censo del Departamento de Comercio de ese país. Así, el aceite español supuso en el primer semestre de la actual campaña oleícola (de octubre de 2021 a marzo de 2022) el 39% del total de los aceites importados con 65.996 toneladas de las 169.821 adquiridas por Estados Unidos. Durante el primer semestre de campaña se han vendido en Estados Unidos 25.550 toneladas más de aceites de oliva español que en mismo periodo de la pasada campaña, lo que supone un 63,17% más. Asimismo, el valor ha crecido también más debido al incremento del precio en origen y a la cotización del aceite en los mercados internacionales y ha superado los 220 millones de euros, una cifra récord para las exportaciones de aceite español a Norteamérica. El incremento de la cuota de mercado del aceite de oliva español ha traído consigo el descenso de las importaciones de los dos países que lideraban antes el mercado estadounidense, Italia y Túnez, que se han visto ahora superados por España.

El mayor incremento de ventas se ha producido en los aceites envasados en España, que fueron los que sufrieron el arancel del 25%. Entre octubre de 2021 y marzo de 2022 España exportó 27.484 toneladas de aceite de oliva envasado en nuestro país, un 400% más que en el mismo periodo de la campaña 2020/2021. El 41% del aceite español exportado a Estados Unidos fue envasado en origen cuando doce meses antes apenas era el 13%. Las ventas de aceites a granel tuvieron también una buena evolución, con un crecimiento del 10%. El Presidente de la Interprofesional del Aceite de Oliva Español, Pedro Barato, considera que “la realidad es que España es el líder natural en el mercado de los aceites de oliva en Estados Unidos y era solo cuestión de tiempo que volviéramos a recuperar la posición que tanto esfuerzo nos costó lograr. Somos altamente competitivos, ofertando la mejor relación calidad-precio en los mercados mundiales. De hecho, durante lo peor de la crisis de los aranceles seguimos haciendo campañas de promoción en ese mercado porque sabíamos que la cordura se impondría. No podemos olvidar que Estados Unidos es nuestro segundo mejor cliente en el mundo y el primero fuera de Europa. Hemos seguido apostando por el consumidor norteamericano. Ahora, obtenemos nuestra recompensa. Se puede dar por superada la crisis de los aranceles”.

Las buenas noticias para el sector oleícola español parecen no terminar nunca en las últimas semanas y así, el aceite de oliva virgen extra fue uno de los productos recibidos por el Papa Francisco durante la audiencia mantenida en el Vaticano este pasado lunes 13 de junio con el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Félix Bolaños. Algo que para Francisco Reyes, presidente de la Diputación de Jaén, provincia que es la mayor productora mundial, “contribuye enormemente a promocionar el ‘oro líquido’ fuera de nuestras fronteras”.

Igualmente, esta semana el ministro Luis Planas ha asegurado que habrá más de 27 millones de euros de ayudas directas al olivar tradicional, algo reivindicado por el sector desde hace muchos años. “El olivarero de olivar tradicional notará esta ayuda directa a partir del 1 de enero de 2023. Pero ahora tenemos que conseguir que ese dinero llegue a las explotaciones que lo necesitan y lo merecen y que sea una ayuda marcada por la regresividad, una ayuda modulada, una ayuda que ponga en el centro a las explotaciones familiares. Por lo tanto, a partir de 2023, las explotaciones de olivar tradicional que se puedan acoger a esta línea cobrarán por cuatro conceptos: la ayuda básica a la renta, el pago redistributivo, los 'ecoesquemas' y la ayuda asociada. En definitiva, una buena noticia que viene a cumplir parte de nuestros objetivos, que no son otros que la PAC tenga un reparto más justo y más social", explica Cristóbal Cano.

Un Cano, que para que todo no sea de color de rosa ya advierte que quizás la próxima temporada no sea tan idílica. "Aunque todavía es pronto, las perspectivas de producción de cosecha de aceite de oliva no son buenas por la situación estructural de sequía que estamos padeciendo, las restricciones en el regadío y por los golpes de calor registrados en el mes de mayo y junio, con temperaturas superiores a los 40 grados en zonas donde la floración estaba desarrollada y cuyos daños empiezan a aparecer en estas semanas".

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