Oxígeno hasta el primer semestre de 2022

Atom, apuesta tech de BBVA, avisa que requerirá capital en los próximos meses

La entidad española deberá aportar más si no quiere diluirse y bajar del 39% actual. El neobanco promete los primeros beneficios mensuales en 2022 después de más de 300 millones de pérdidas desde 2016.

Atom Bank
Atom Bank necesitará más capital en 2022.

Los neobancos han necesitado años de pérdidas para tratar de vislumbrar, aunque sea a lo lejos, las ganancias. Atom Bank, la mayor apuesta ‘fintech’ que ha hecho BBVA como inversor, promete esos esperados beneficios (muy limitados) durante el próximo año 2022. Lo hace después de que haya acumulado más de 300 millones de euros de pérdidas en el último lustro durante el cual ha estado bajo el paraguas del banco presidido por Carlos Torres. Mientras tanto, avisa: necesitará más capital para seguir adelante. La 'advertencia' es también para la entidad española, que es el socio mayoritario con amplia diferencia.

Tiene gasolina limitada después de que la última ronda de financiación fuera inferior a lo que tenían previsto en un principio. Buscaban más de 150 millones de libras de la mano de Citi como asesor de la operación. Finalmente se cerró en abril y fue menos de un tercio de esa cantidad: 40 millones de libras. En esta ocasión BBVA quiso mantener su posición sin llegar a diluirse. Según queda reflejado en los documentos oficiales presentados ante el Registro Mercantil británico, su posición del 39% está intacta tras la transacción. Eso implica un desembolso de unos 15 millones de libras (unos 17 millones de euros al cambio). Pero esto no va a ser suficiente.

Bridget Rosewell, economista británica y presidenta del consejo de administración del neobanco, da las gracias por el respaldo de los accionistas por lo invertido hasta la fecha -casi 550 millones de euros en diferentes ampliaciones- pero asegura que ese dinero tiene fecha de caducidad. “Nuestros actuales niveles de capital pueden dar soporte al banco al menos durante los próximos doce meses”, explica en su memoria anual. Es decir, a principios de 2022 tendrán que salir de nuevo al mercado para levantar una nueva ronda. “Estaremos analizando cómo añadir más capital para mantener nuestra ambición de crecimiento y escalabilidad y estamos trabajando con nuestros asesores y accionistas para conseguirlo”, apunta.

En este escenario habrá que ver cuál es la posición que mantiene el banco presidido por Torres. En esta última ronda que se formalizó en abril lideró junto a la gestora británica Toscafund. No obstante, sí que dio un paso atrás cuando tuvo que decidir si ejercía la opción de compra sobre el 100% de las acciones de Atom Bank después de rozar el 40% de los títulos, algo a lo que tenía derecho por el pacto de socios firmado en el pasado. Desistió y perdió ese y otros 'privilegios' de cara al futuro.

Hasta la fecha ha invertido más de 200 millones de euros en las diferentes transacciones ejecutadas. Entró en el año 2015, aunque el aterrizaje en el accionariado se hizo efectivo en 2016. “En BBVA creemos que el mercado digital del Reino Unido ofrece excelentes oportunidades de crecimiento y que los bancos digitales que ponen al cliente en primer lugar representan el futuro”, señaló en esa fecha Francisco González, el entonces presidente de BBVA. “La inversión de BBVA en Atom Bank aúna estos dos conceptos en una sola operación”.

El objetivo a medio plazo del neobanco es una salida a bolsa y, de hecho, el contrato con Citi fue precisamente para explorar esta posibilidad para afrontar esta necesidad de capital. Sin embargo, no existen antecedentes claros dentro de la categoría de neobancos europeos. Ninguno de los principales nombres se ha enfrentado a un estreno en el parqué. N26 se ha fijado como objetivo el año 2023, mientras que el resto de nombres aún no han puesto fecha. Revolut aseguró recientemente que debe incrementar de manera importante los ingresos en "varios miles de millones" antes de darle salto a los mercados públicos.

Los números de Atom

Esa mejora de la cuenta de resultados también se ha convertido en una 'obsesión' para Atom Bank y para sus rivales. Los números rojos se han convertido en un estándar para la mayoría de estas compañías. En el caso de la participada de BBVA, sólo en el último año fiscal, que acabó en el mes de marzo de 2021, volvió a mantener una abultada cifra de pérdidas en su cuenta de resultados: 61 millones de libras esterlinas (70 millones de euros al cambio actual). Supone una ligera reducción pero sigue engrosando la lista de ejercicios teñidos de rojo. 

Los bajos márgenes de la banca en general y la apuesta por crecer en un entorno cada vez más competido ha llevado a Atom y a otras grandes firmas del sector a esta situación. Las amortizaciones y las provisiones, junto con unos mayores costes de estructura (casi 30 millones de euros en plantilla) impactan de manera importante en su cuenta de resultados. Es algo parecido a lo que le pasa a sus homólogos. Revolut también perdió más de 200 millones en el año de la pandemia, mientras que Monzo las situó por encima de los 130 millones.

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