Abanca se retira de la puja por Liberbank después de no poder acceder a sus libros

  • La entidad gallega se echa atrás en su oferta sobre la asturiana tras las exigencias de la CNMV de cumplir con la operación en diez días. 
Escotet, Abanca
Escotet, Abanca
EFE

Abanca se retira de la guerra por hacerse con Liberbank. No ha tardado ni 24 horas en pensarlo. La entidad gallega acaba de anunciar en un hecho relevante a la Comisión Nacional del Mercado de Valores que renuncia a presentar una opa sobre la asturiana después de que no haya podido acceder a los libros y tras la exigencia de la propia CNMV de concretar en menos de diez días toda la operación. Pues le han sobrado nueve.

Las circunstancias se han acelerado entre el pasado viernes, que saltó la noticia, y este mismo martes, con el organismo regulador preocupado de por medio en pleno fin de semana y la propia Liberbank saliendo al paso, en la mañana del lunes, para aclarar que continuaba con sus negociaciones con Unicaja para concretar su fusión con la andaluza pese al interés de Abanca. Es decir, que hasta que Juan Carlos Escotet no fuera más claro y explícito en sus intenciones, no se daba por aludido ni, mucho menos, iba a proporcionar la información de sus libros.  

Según explica en el comunicado, Abanca ha tomado esta decisión después de que la CNMV le diera un plazo "improrrogable" de diez días hábiles para que manifestara su decisión de formular o no una opa sobre Liberbank, incluyendo únicamente condiciones admisibles de conformidad con el Real Decreto de opas. En este sentido, Abanca ha explicado que, teniendo en cuenta este plazo, no le resulta posible realizar una revisión confirmatoria ('due diligence') de determinados aspectos relativos a Liberbank y su grupo, ni por tanto, como se indicaba en la carta remitida al consejo de Liberbank, tomar una decisión definitiva acerca de la posible formulación de una opa.

Asimismo, la entidad renuncia a la opa sobre Liberbank al considerar que ésta sigue trabajando en la operación corporativa para una posible fusión con Unicaja, tal y como explicó la propia Liberbank en la tarde del lunes.

Abanca es el grupo resultante de la fusión de Caixa Galicia y Caixanova, que recibió más de 9.000 millones de ayudas públicas y supuso pérdidas para el Estado superiores a 8.000 millones, pues el dueño de Banesco, Juan Carlos Escote,t se hizo con él en subasta pública por 1.000 millones, recuerda Efe. El banco siempre ha sacado pecho de su solvencia y niveles de capitalización, y se ha embarcado en procesos de expansión, como la compra de la red española de la Caixa Geral de Depósitos portuguesa, por la que se interesó también Liberbank.

En relación a este último, Abanca anunció el lunes por la noche que remitiría un comunicado sobre su interés en la entidad, pero tuvo que retrasarlo por la duración de la reunión del consejo de administración del banco. Finalmente y después de que la CNMV pidiera al banco controlado por Juan Carlos Escotet que actuara de acuerdo con la normativa de opas y mantuviese la confidencialidad en relación con sus intenciones sobre Liberbank hasta tanto no lanzara, si lo hacía, la opa, esta mañana ha justificado su interés en promover la operación en información de carácter público.

Matiza en todo caso que hubiera sido necesaria una revisión confirmatoria de determinados aspectos sobre esta entidad para poder adoptar una decisión definitiva para lanzar una opa. En este sentido, considera "totalmente legítima" esta revisión confirmatoria previa a cualquier decisión y sostiene que es una práctica habitual en operaciones corporativas que afectan a sociedades cotizadas, también en opas.

La entidad de origen gallego quiere no obstante remarcar que en todo este proceso, en el que lleva meses trabajando, su actuación ha cumplido estrictamente la normativa y ha sido guiada por la "buena fe", también en lo que atañe a la confidencialidad durante la fase preparatoria de la operación. Han sido "indeseadas filtraciones, totalmente ajenas a Abanca", y las noticias aparecidas en los medios de comunicación las que, siguiendo el requerimiento de la CNMV, propiciaron la publicación del primer hecho relevante y, desde ese momento, la entidad trató "con la debida transparencia" las sucesivas actuaciones.

Tras las citadas filtraciones, el supervisor del mercado bursátil español decidió el pasado viernes suspender de forma cautelar la cotización de las acciones de Liberbank y Abanca "por concurrir circunstancias que pueden perturbar" la operativa normal. Poco después, Liberbank comunicaba a las CNMV que no había recibido "hasta la fecha" ninguna oferta de compra por parte de Abanca y que continuaba trabajando en la fusión con Unicaja, anunciada el pasado diciembre.

Por su parte y esa misma mañana del viernes, Abanca reconocía también a la CNMV la existencia de conversaciones con los accionistas de Liberbank para "promover una acción corporativa entre ambas entidades" y que de prosperar conllevaría un pago en acciones de Abanca o en efectivo. La oferta consistiría en 1.700 millones de euros para hacerse con el 100% de Liberbank mediante un canje de acciones con las fundaciones de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, y, en teoría, un pago de casi 1.300 millones al resto de accionistas.

Ya en la tarde del viernes trascendió que Abanca había trasladado oficialmente al consejo de administración de Liberbank -sin mencionar a Unicaja Banco- su interés en comprar la entidad y pagar en efectivo hasta al 75 % del capital restante. La respuesta no se hizo esperar por parte de Liberbank, y es que seguiría centrada en su proyecto de fusión con Unicaja, por lo que no tendría en cuenta la oferta de Abanca, que en definitiva ha desistido también de la operación

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