Sale el CEO del área de infraestructura

Abengoa sufre una nueva baja en su alta dirección en pleno rescate de la SEPI

Gonzalo Gómez García aumenta el número de ceses entre los principales ejecutivos de la compañía de ingeniería. La firma espera que la SEPI valore una propuesta que rivalice con la del fondo Terramar. 

Abengoa
Entrada a las oficinas de Abengoa
Agencia EFE

A la espera de que el Gobierno, a través de la SEPI y su fondo de auxilio a empresas estratégicas, desbloquee el rescate de 250 millones de euros a Abengoa, miembros destacados de la firma de ingeniería empiezan a apearse del proyecto. La situación es límite en la compañía sevillana, donde el futuro puede decantarse hacia el fondo estadounidense Terramar Capital o, por contra, hacia la oferta que los minoritarios preparan para contrarrestar al inversor extranjero. Hasta entonces, van sumándose bajas al proyecto.

La última en conocerse es la de Gonzalo Gómez García, todavía consejero delegado de la división de Infraestructura y Transmisión. Gómez, de acuerdo a las fuentes consultadas cercanas a la compañía, dejará su relación con la empresa formalmente el próximo lunes 6 de septiembre tras más de cinco años al frente de esta división. El ejecutivo se incorporó a la firma a través de Inabensa. Un portavoz del grupo no quiso hacer comentarios tras ser consultado. 

En Abengoa han sido conscientes durante estos meses de cómo la inestabilidad se ha ido traduciendo en la desconexión de parte de la plantilla. Ya en febrero varios componentes del comité firmaron un manifiesto en el que recordaban todo lo sufrido. "Hemos visto cómo se reducía la plantilla a menos de la mitad a través del cierre de empresas filiales, decenas de expedientes de regulación de empleo y fuga de talentos ante la incertidumbre", afirmaron.

La salida de Gómez García sigue a las producidas en el seno del alto cuadro directivo. Fue el 25 de junio cuando el entonces director general, Joaquín Fernández de Piérola, y el responsable jurídico de Abengoa, José Luis Luna García, comunicaron al presidente de la multinacional su adiós del proyecto. Las fuentes consultadas apuntan que la marcha de Gómez García, que recalará próximamente en la competidora CEN Solutions, según la prensa local, no será la última con motivo de las turbulencias que atraviesa la compañía.

A la espera de la SEPI

Todos los integrantes de Abengoa anhelan la decisión de la SEPI y su fondo de apoyo a empresas estratégicas. El organismo dependiente del Ministerio de Hacienda ha analizado ya la propuesta de inyección de 250 millones de euros para la filial de la compañía que no está en concurso, Abenewco, y, al igual que otras muchas firmas de peso, sigue a la espera. A falta de conocer los detalles de la operación, cuyo mandato está en manos de la consultora PKF y Grant Thornton desde el mes de julio, hay muchas incógnitas sobre si el dinero llegará a tiempo para reflotar la compañía. Sin ir más lejos, este viernes vence el último balón de oxígeno en forma de waiver -permiso para incumplir los ratios de deuda pactados- concedido por los acreedores; si bien las fuentes consultadas esperan una nueva extensión del periodo de gracia.

En ese contexto, aparecen candidatos interesados en hacerse con el control de la compañía una vez que la SEPI haya cumplido con su trabajo. La oferta más formal que hay sobre la mesa la compone el fondo estadounidense Terramar, que ofrece 150 millones de euros en forma de préstamo y otros 50  en forma de aportación de capital; en frente y como opción rival está la propuesta de los accionistas minoritarios a través de la plataforma Abegoashares. El grupo de pequeños inversores, cuya cabeza visible es el empresario cántabro Clemente Fernández, sigue en la búsqueda de socios financieros e industriales para lanzar una propuesta con potencial para hacerse con la compañía.

La situación es límite. Esta misma semana, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) adjuntó la declaración del auditor de Abengoa, EY, sobre el estado actual de la compañía. Según la documentación consultada, la big four alerta en su diagnóstico de que la empresa necesita liquidez de manera urgente si quiere garantizar “la continuidad de las operaciones” y recuerda que la compañía sigue esperando la ayuda estatal desde el pasado 17 de marzo.

Con todos estos condicionantes, la empresa ha convocado junta de accionistas para el próximo 30 de septiembre -o el 1 de octubre en segunda convocatoria-, pese al rechazo inicial del consejo de administración. El administrador concursal de la matriz de Abengoa, no obstante, ha decidido convocar la citada junta, ordenando que la celebración se lleve a cabo por medios exclusivamente telemáticos.

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