Ajeno al equipo de reuniones

Gobierno y Junta de Andalucía ignoran la vía de salvación del jefe de Abengoa

El Ministerio de Industria y el Ejecutivo regional dejan fuera de las reuniones técnicas al portavoz de Abengoashares y a su vez presidente de la matriz del grupo, pese a asegurar que cuenta con una oferta.

El presidente de Abengoa, Clemente Fernández, durante Junta de Accionistas Ordinaria de Abengoa a 16 de noviembre de 2021 en el Palmas Altas en Sevilla.
El presidente de Abengoa, Clemente Fernández, durante Junta de Accionistas Ordinaria de Abengoa a 16 de noviembre de 2021 en el Palmas Altas en Sevilla.
Europa Press

Abengoa ha pasado de estar al borde del precipicio con el no de la SEPI a contar con varias fórmulas para salir adelante. Son dos propuestas que deben cerrar distintos flecos antes de materializarse y, ante todo, son antagonistas. Pese a que su objetivo es el mismo, el Gobierno y la Junta de Andalucía han dejado fuera de las reuniones de trabajo a su presidente, Clemente Fernández, quien asegura tener una oferta de capital exclusivamente privado que garantiza la continuidad de todo el grupo de ingeniería andaluz. 

La primera que marcó distancias fue la ministra de Industria, Reyes Maroto. La titular del ramo, quien ya se ha encargado de reconducir rescates de la SEPI frustrados como el del grupo galletero Siro, reconoció abiertamente que en Abengoa "la bicefalia (entre matriz y filiales operativas) perjudica la interlocución". Unas palabras muy reveladoras, a las que acompañó con otra declaración de intenciones: salvar solo a las filiales operativas con carga de trabajo y empleados, ya que el entramado societario de Abengoa -cerca de 300 mercantiles- es muy complejo.  

Hay que entender que desde hace meses la matriz de Abengoa y sus filiales operativas, agrupadas bajo Abenewco 1, han emprendido direcciones distintas. La primera la preside Clemente Fernández y sus consejeros afines desde que destituyeron a Juan Pablo López Bravo como presidente. Pero este directivo sigue al mando de Abenewco 1, de la que cuelgan las empresas susceptibles de ser rescatadas (Abengoa Agua y Energía, entre otros) y donde convive con Fernández. Esta situación ha provocado continuas fricciones entre ambos, sobre todo a raíz del plan de salvación que este último buscó de la mano del fondo estadounidense Terramar Capital, quien tiene un perfil polémico y ya ha desaparecido de la ecuación.

Clemente Fernández ha evidenciado que tampoco tiene necesidad de apoyarse en la Administración. El presidente de Abengoa asegura que su fórmula es más "rápida"que la que barajan ahora Junta de Andalucía y Gobierno, quienes todavía no tienen ideado el instrumento para financiar in extremis a la compañía, si bien las fuentes consultadas por La Información apuntan a que una opción plausible serían nuevas líneas de liquidez avaladas por el ICO. También asegura que se trata de una propuesta más ambiciosa, pues sí apuesta por la continuidad de todo el negocio y por el mantenimiento de los puestos de trabajo.

De momento, se siguen sin saber los detalles de la oferta de Fernández. En un primer comunicado, el presidente de Abengoa habló de contar con una oferta de 200 millones que suscribían dos inversores: Sinclair Capital Reserve y Rcp – Resource Project Management LDA-. Posteriormente, ambos nombres fueron ratificados ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en un comunicado remitido de madrugada. En este hecho relevante se añadía que el convenio presentado ante los Juzgados de lo Mercantil de Sevilla proponen una quita del 97% a los acreedores de la matriz. 

Abengoa comunicó de madrugada a la CNMV que la oferta de sus fondos todavía debe "definir los términos y condiciones particulares de la operación"

"Se abre un periodo para que las partes continúen las conversaciones encaminadas a definir los términos y condiciones particulares de la operación y consiguiente cierre de los documentos definitivos de la transacción tras el proceso de negociación entre las partes", añadió el comunicado ante el regulador bursátil, en el que se hablaba de la oferta como una "carta de compromiso" por parte de los inversores extranjeros, cuyo histórico de operaciones en España no ha trascendido hasta ahora.

Este ejecutivo cántabro, que está acostumbrado a irrumpir en empresas en apuros junto a otros minoritarios -así lo hizo en la textil Dogi y en Amper-, ha buscado desde hace meses una oferta salvadora para el grupo. Él mismo aseguró recientemente en un mensaje a la plantilla que durante esta cruzada ha constatado un interés “alto” de grupos de participar en el rescate de Abengoa. Enumeró a cuatro compañías cotizadas, cinco fondos de inversión y cuatro family offices. Aunque no aportó ningún nombre, en 2021 convenció al grupo mexicano Caabsa, de los Amodio (OHLA). Este inversor terminó dando marcha atrás en el último momento.

En Abengoa, su figura ha dividido a los distintos componentes. Se ha ganado a los accionistas minoritarios, a quien ha agrupado bajo la sindicatura de Abengoashares. Pero en las últimas semanas ha recibido críticas desde distintos comités de empresa, quienes han llegado a pedir su dimisión. El motivo fueron sus palabras sobre el informe denegatorio del Fondo de Solvencia (Fasee) en relación con la ayuda de la SEPI. El directivo se refirió públicamente a este documento como "demoledor" para la compañía.

Dos escenarios en pocos días

Las fuentes consultadas siguen reiterando que la última palabra la tiene el juez concursal, Francisco Javier Carretero, quien puede provocar dos escenarios. El primero, aceptar el recurso de reposición de Abengoa contra la fase de liquidación que llegó sobre la bocina con la oferta de los fondos, para regresar así a la fase de convenio y que sean los acreedores -más de 300, según documentación judicial- quienes se pronuncien sobre esta propuesta. La decisión deberá llegar en los próximos días, aunque no hay una fecha en rojo marcada en el calendario. 

La segunda opción es rechazar este recurso y seguir con el plan anunciado el viernes: llevar a la matriz de Abengoa a la liquidación, lo que sacaría a Fernández de la presidencia. Pero habría un matiz importante en el que inciden las fuentes del proceso: "Si cae Abengoa SA, las filiales operativas resisten". La razón: ahora mismo están en preconcurso de acreedores, lo que les brinda protección durante cuatro meses frente a la reclamación de terceros. Un efecto arrastre, por tanto, solo se aplicaría frente a las más de 200 mercantiles que no se llevaron la pasada semana a preconcurso por carecer de activos y trabajadores.

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