Zara dice adiós a su discurso del maná online: sus locales en España se frenan

  • Antes de lanzar su tienda digital, sus ingresos en España se situaban en 3.527 millones. En 2017, con sus red de locales, facturó 3.635 millones.
Imagen de la tienda de Zara en Nuevos Ministerios (Madrid).
Imagen de la tienda de Zara en Nuevos Ministerios (Madrid).

"Un enfoque completamente integrado". Desde hace años, el presidente de Inditex, Pablo Isla, ha explicado así el planteamiento de su negocio a la hora de distinguir entre tiendas físicas y negocio online. La idea: que no hay diferencias entre un canal y otro; que los clientes a veces compran en la red, recogen en tienda, devuelven prendas y aprovechan para comprar otros artículos. Una economía circular pero dentro de la estructura del gigante textil de Arteixo.

Este miércoles, ese discurso se ha desvanecido. Por primera vez desde que lanzó Zara en la red en 2010, empezando por España, Inditex ha desvelado las cifras de su tienda virtual. Y desvelar ese dato ha dejado al aire cómo ha impactado el online en su actividad comercial 'tradicional'.

Isla ha buscado acallar las críticas de las últimas semanas, que hablaban de estancamiento en su modelo, descubriendo que el online se lleva el 12% de los ingresos de los mercados en los que opera. En España, su facturación en el último año se situó en el entorno de los 4.130 millones de euros (su país de origen es el 16,5% de sus ingresos globales), así que sus ventas digitales en su mercado doméstico se quedan en los 495 millones de euros. Una cifra que lo sitúa como segundo operador online de España por detrás de Amazon, que rondó los 871 millones en 2016, según datos de Statista.

La otra cara de esa moneda: sus tiendas físicas españolas le aportan un volumen de ingresos próximo a los 3.635 millones de euros. Una cifra que es prácticamente similar a lo que obtenía en este mercado en 2009 (3.527 millones de euros), cuando la palabra online aún estaba en sus planes a futuro.

España, cada vez le pesa menos

Inditex sigue mirando a España como el eje de operaciones donde tiene su sede social, su estructura corporativa y sus principales centros logísticos. Sin embargo, como negocio puro y duro, su país de origen va perdiendo peso de forma acelerada. En 2009, era esencial para sus resultados porque le aportaba casi el 32% de su actividad. Hoy ese porcentaje lo reduce a la mitad.

Gráfico de la evolución de Inditex en tiendas físicas y online.
Gráfico de la evolución de Inditex en tiendas físicas y online.

¿Qué ha pasado? Su facturación en España, entre 2009 y 2017, ha crecido un 16,3%. En cambio, sumando los 94 países en los que opera, sus ingresos se han disparado en más de un 128% en estos ejercicios, hasta los 25.336 millones que desveló ayer Isla y que consolidan a Inditex como el primer operador textil del mundo.

Durante estos nueve años, la compañía dueña de Zara, Massimo Dutti, Bershka o Pull & Bear ha cerrado 212 tiendas en España. Su red ha pasado de 1900 a 1.688 establecimientos. Un movimiento que, sin embargo, no es tan sencillo como puede parecer. Ha cerrado locales pequeños para abrir tiendas más grandes, con más superficie de venta, mayor número de prendas en venta, etc.

Y, con esa estrategia, la media de ventas por cada tienda en España se han disparado más de 11%. En 2009, antes de su actividad online, sus ingresos por local rondaban los 1,85 millones de euros. Al cierre de 2017, superaban los 2,15 millones.

El problema de los márgenes

La evolución de sus ventas en sus tiendas físicas en España no es el único dato que empaña la evolución del gigante fundado por Amancio Ortega. Inditex ha recortado de forma significativa su margen bruto sobre ventas. En 2010, ese porcentaje que mide la diferencia entre ingresos y el gasto/coste de sus prendas (lo que le cuesta comprarlas a sus proveedores), era del 59,2%. En cambio, al cierre de 2017, ese porcentaje se ha reducido hasta el 56%.

A Inditex le cuesta más rentabilizar lo que vende, aunque cada vez venda más. Detrás están diversos factores: desde el impacto de la evolución de las divisas a la hora de comprar artículos fuera de la zona euro, hasta su política de precios, para tenerlos bajo control y no disuadir a los clientes.

En estos años no sólo ha disparado sus ventas mundiales, también sus gastos de explotación, incluida su actividad online y el cambio en el modelo de distribución que supone. Han crecido un 126%. En 2009, la operativa de su negocio le conllevaba un gasto de 3.953 millones de euros. Al cierre de 2017, fueron 8.944 millones. Isla reconoció ayer que, antes, el crecimiento de Inditex estaba condicionado por el desarrollo de la red de tiendas. Ahora, la variable online ha cambiado toda la ecuación.

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