Hasta agosto

Adolfo Domínguez dispara inventarios en plena amenaza de desaceleración

La cotizada española aumenta la mercancía para la venta, en línea con el resto de grandes rivales textiles. El objetivo es darle salida a todo el producto sin recurrir a promociones y ventas con grandes descuentos.  

Adolfo Domínguez
Adolfo Domínguez dispara inventarios en plena amenaza de desaceleración

Adolfo Domínguez llena sus inventarios pese a las amenazas de freno en el consumo que distintas voces señalan para los próximos meses. La compañía, que ha conseguido volver a beneficios y mejorar su nivel de ingresos incluso habiendo reducido su red de tiendas, ha comunicado en su último informe financiero a finales del mes de noviembre un aumento de sus existencias en su balance del 42% entre este agosto y el mismo periodo del año anterior, hasta alcanzar los 28 millones de euros entre materias primas y auxiliares, así como mercancía para la venta.  

El nivel de existencias ha dado un salto significativo respecto a los 19,1 millones del mismo periodo de 2021, equiparando así las cifras por primera vez hasta niveles previos a la pandemia del coronavirus. La compañía indica en su balance que la mercancía incluida en el inventario corresponde a producto puesto a la venta o mercancía que se pondrá a la venta en la temporada siguiente, a la que se irá dando salida a medida que avance la temporada. La mercancía sobrante de campañas anteriores, añade, se pone a la venta a través de outlets y de canales alternativos a los tradicionales.

Desde la compañía explican que el objetivo es dar salida a todo el producto sin tener que recurrir a grandes descuentos ni campañas promocionales, de las que cada vez son "menos dependientes", en palabras de Antonio Puente, su consejero delegado. Prueba de ello es que algunos indicadores clave como el margen bruto de venta no solo se ha mantenido, sino que se ha aumentado, también gracias a haber subido precios hasta el momento sin sufrir una penalización en forma de caída de demanda.

Perspectivas

Pero en el horizonte, no obstante, las perspectivas apuntan a una desaceleración. La publicación especializada Business of Fashion y la consultora McKinsey publicaron la pasada semana su informe anual sobre las previsiones del sector de la moda para 2023, en el que apuntan a una caída de las ventas en Europa. Las palabras más repetidas por los ejecutivos entrevistados para realizar este trabajo fueron "desafiante" e "impredecible", probando una vez más que la inflación es una de sus principales preocupaciones.

Para los analistas, el buen uso de los inventarios es un aspecto a tener en cuenta para la compañía. Hasta el momento, el uso de micro colecciones ha mejorado la eficiencia de esta partida y ha permitido reducir el ratio de circulante/ventas hasta un 5% (en 2019 era del 14,6%), según explicaron los analistas de Lighthouse en su última radiografía sobre la compañía. "Esperamos que ese mismo ratio se sitúe en el 7% en 2024", añadieron al respecto. 

Práctica extendida

El aumento de inventarios no es una decisión excepcional de Adolfo Domínguez. Otros grupos textiles han tomado la misma decisión durante este 2022. Un caso claro ha sido Inditex, que presenta sus cifras hasta septiembre la próxima semana pero hasta ahora ya ha mostrado que sigue acumulando stock en sus almacenes. Su CEO, Óscar García Maceiras, justificaba esta decisión en "la tendencia positiva de las ventas en los últimos trimestres" y "el fuerte crecimiento en lo que va del semestre". 

Entre muchas de las empresas textiles se razona que el acopio de nueva mercancía se debe a otros factores, como los problemas que se generaron en las cadenas logísticas en la segunda mitad de 2021 y podrían repetirse en el segundo semestre de este ejercicio. Este argumento ha sido esgrimido por la sueca H&M para hablar de "adelanto de pedidos para contrarrestar retrasos" y también por la estadounidense PVH, dueño de Calvin Klein, Warner's, Olga, True & Co y Tommy Hilfiger, entre otros, para "mitigar problemas".

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