Decisión vinculante

La CNMC ultima un ajuste tarifario a Aena este 2022 por la crisis del tráfico

Los servicios de Competencia analizan las previsiones de recuperación para fijar un nuevo ingreso máximo por pasajero que pagarán las aerolíneas al gestor aeroportuario. La decisión marcará el primer año del Dora II.

Maurici Lucena, Aena
Maurici Lucena, presidente de Aena.
Europa Press

La sala de supervisión regulatoria de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC) trabaja a destajo para presentar en los próximos días cambios en el primer año del nuevo Dora de Aena. El organismo presidido por Cani Fernández lanzará un nuevo cálculo sobre el ingreso máximo anual ajustado por pasajero (IMAAJ, en el argot del documento de ordenación aeroportuario), el indicador que el gestor aeroportuario fija a las aerolíneas por utilizar su infraestructura para todo tipo de tareas, desde la atención en pistas hasta el estacionamiento de aviones. A falta de conocer el sentido de la decisión, fuentes consultadas por La Información recuerdan que la postura será vinculante, como así han avalado los tribunales, por lo que Aena no tendrá otra salida que acatar lo que se dicte.

No hay que olvidar que el Dora para el próximo quinquenio quedó aprobado este verano. El documento, que supone el marco de entendimiento general entre compañías como Iberia, Vueling y Ryanair y el gestor de la infraestructura aeroportuaria, prevé una inversión de la compañía semipública de 2.250 millones de euros en los aeropuertos de su red durante el periodo establecido (2022-2026) y una congelación en la senda tarifaria respecto al primer Dora. Pero el ajuste final de esta senda no está ni mucho menos determinado, pues se revisa cada año, lo que puede hacer que a partir de marzo sus tarifas sufran variaciones.

La revisión de este 2022 estará determinada por varios condicionantes, especialmente la crisis de tráfico aéreo que ha continuado durante todo 2021 y ha impedido que Aena recupere ya los niveles de actividad previos a la crisis sanitaria. Los datos de este mes de enero, divulgados recientemente por la propia cotizada, revelan que la compañía sigue todavía con una demanda inferior (-37,3%), respecto al mismo periodo del año anterior. Ni la propia compañía ni el último documento de ordenación aeroportuaria que presentó el Gobierno prevé para 2022 el regreso a la vieja normalidad en el tráfico aéreo.

La posición que fija la CNMC sobre las tarifas de Aena acostumbra a levantar polvareda. En 2019, Competencia quiso corregir las cifras de tráfico de pasajeros estimadas por Aena y, por tanto, el IMAAJ final que arrojaba su propuesta de tasas. El motivo: Aena se apoyaba en previsiones de tráfico realizadas con mucha antelación que le favorecía a la hora de calcular los costes que debería recuperar a través de las aerolíneas. Su método no era compartido por la CNMC, cuya fórmula pasa por basarse en las cifras más actualizadas de tráfico aéreo.

La decisión del organismo presidido entonces por José María Marín Quemada no sentó nada bien al gestor aeroportuario, que, pese a que aplicó su indicación a regañadientes, llevó la decisión ante la Audiencia Nacional para dilucidar si la CNMC se estaba extralimitando en sus funciones. La sala del alto tribunal falló en contra de la compañía dependiente de Transportes, lo que hoy día lleva a Competencia a considerar su decisión como "vinculante", según recuerdan las voces consultadas. 

Aena ya se ha enzarzado en el pasado con la CNMC y las aerolíneas por la elaboración del Dora

Competencia no es el único organismo que ha chocado con Aena por el Dora. Las aerolíneas, a través de su patronal ALA Spain, luchan siempre en dirección contraria a los intereses del gestor aeroportuario. Durante la negociación del último Dora, en el que Aena planteó a la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) una subida de la senda tarifaria, el presidente Javier Gándara no dudó en criticar los planes de su homólogo Maurici Lucena. La empresa semipública ha buscado -sin éxito-, incluso, una revisión del Dora en busca de una compensación del propio Gobierno, a raíz de los efectos negativos que tuvo la crisis sanitaria sobre su cuenta de resultados.   

Con todo, el tráfico aéreo no es el único factor que la CNMC está revisando para calcular el IMAAJ. Otros aspectos que debe analizar el supervisor de los mercados y que pueden jugar en contra de Aena son los retrasos en los proyectos de inversión comprometidos por la compañía o los niveles de calidad de la prestación del servicio, entre otros -la fórmula tiene un sinfín de componentes-. El pasado año, en el que vencía el anterior Dora, la CNMC fijó este ingreso máximo anual por pasajero en 10,27 euros, sin alterar las tarifas establecidas en el año de la pandemia. 

Mostrar comentarios