Reunión con el equipo de Josep Borrell.

Aena eleva a Europa sus temores sobre la recuperación del tráfico de pasajeros

El gestor aeroportuario reactiva sus servicios de lobby y se reúne con el equipo del Alto Representante de la UE. La compañía perdió 200 millones de pasajeros en 2020 y sigue anotando malas cifras.

Fotografía Maurici Lucena y Luis Gallego / EP
Fotografía Maurici Lucena y Luis Gallego 
EP

Cuando Maurici Lucena, presidente ejecutivo de Aena, asistió a la última junta general de accionistas fue claro: "La recuperación del tráfico aéreo no llegará hasta 2026". La preocupación por el retraso en alcanzar niveles de reservas de pasajeros previos al coronavirus, algo que puede afectar de lleno tanto a sus ingresos comerciales como ordinarios, ha llevado a la compañía a explorar todo tipo de vías. La última ha sido reactivar sus servicios de lobby en Europa, donde ha mantenido una primera reunión con el equipo de Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

Después de cinco años sin tener ninguna cita en Bruselas al más alto nivel -la última fue con Miguel Arias Cañete por asuntos de acción climática, según los registros de transparencia-, el gestor aeroportuario se reunió recientemente con miembros del exministro socialista en el Ejecutivo Comunitario. En concreto, a la cita asistió un miembro del equipo de gabinete de Borrell y el equipo de la oficina que Aena tiene desde el año 2016 en Bruselas para los servicios de cabildeo. 

El tema que estuvo sobre la mesa fue la recuperación del tráfico aéreo y la nociva influencia del coronavirus, en un momento en el que Aena sigue anotando cada mes números inferiores a los de antes de la pandemia. Los últimos datos registrados por la compañía semipública son de mayo: 5,8 millones de pasajeros, un 76% menos que en 2019 y una cifra superior a la de 2020, lógicamente por el duro confinamiento que seguía vigente durante el mismo periodo del año anterior. Los aeropuertos más afectados continúan siendo el de Barcelona-El Prat, el de Madrid y el de Palma de Mallorca, con caídas que incluso llegan al 80%. 

El problema de la recuperación del tráfico no es exclusivo del gestor aeroportuario español. Basta con analizar la situación de Heathrow, una de las grandes infraestructuras aeroportuarias de Europa y de cuyo accionariado participa la empresa española Ferrovial. El aeropuerto londinense vio cómo el número de pasajeros que pasaron por sus instalaciones descendió el pasado mayo un 90% frente al mismo mes de 2019. En total solo 675.000 personas viajaron por Heathrow, frente a los 6.769.000 que lo hicieron dos años antes.

Preguntadas al respecto por la reunión, fuentes de Aena y del Alto Representante confirman el encuentro. La cotizada se limita a calificar la cita de un "encuentro de trabajo", mientras que desde el equipo de Borrell trasladan que en la reunión no se trató ningún tema más que estuviera en la agenda de la compañía aérea. Así, afirman no haber analizado la ampliación de la tercera pista de El Prat, prioridad número uno de la compañía y cuya resolución final estará en manos del Ejecutivo comunitario. 

La pérdida de pasajeros y la caída de ingresos

Mientras las restricciones a la movilidad continúen y los viajes en avión no se incentiven, Aena seguirá sufriendo y notando el coronavirus en sus cuentas. Para muestra, las cifras durante los tres primeros meses del año, las últimas disponibles. Los ingresos consolidados se redujeron hasta los 353,3 millones de euros, registrando una caída interanual del 54,8%. El resultado de explotación, por su parte, fue negativo en 121,5 millones de euros y el resultado neto arrojó pérdidas por 241,2 millones de euros.

Las malas cifras se deben a varias causas. Por el lado de la actividad aeronáutica, la que representa sus ingresos ordinarios, Aena sufrió porque se vio obligada a poner en marcha incentivos comerciales para reactivar el tráfico aéreo por parte de las aerolíneas. En total, los ingresos de la actividad aeronáutica fueron de 136,5 millones de euros, un 72,5% menos que durante el primer trimestre de 2020.

El otro gran problema derivado de la caída del tráfico aéreo se ha concentrado en los ingresos comerciales, que llegan desde las tiendas libres de impuestos hasta de las plazas para los coches de alquiler. Parte de los inquilinos de Aena se oponen a pagar a partir de septiembre la misma renta que antes de la crisis del coronavirus. Alegan que el precio de sus alquileres debe ir en línea del nivel de tráfico aéreo. Y añaden que Aena es consciente, pues el propio Lucena explicó en la junta de accionistas del pasado mes de mayo que el tráfico de pasajeros no volvería a niveles previos a la pandemia hasta 2026. De momento, la compañía reconoce que el 68% de sus inquilinos ha aceptado la propuesta de rebaja, pero también es consciente de que el porcentaje restante, en el que están las compañías que aportan el grueso de los ingresos a Aena (Áreas y Dufry), ha decidido judicializar el proceso. Y, de momento, han sacado ventaja.

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