El fabricante danés de aerogeneradores Vestas registró en 2022 unas pérdidas de 1.572 millones de euros, en comparación con un beneficio neto atribuido de 134 millones en el ejercicio precedente. La empresa ha informado de que el año pasado sufrió un impacto extraordinario de 444 millones de euros relacionado con la alineación de la huella de fabricación y la salida de Rusia.
Por su parte, los ingresos se situaron en los 14.486 millones de euros, un 7% menos que un año antes, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) arrojó un dato negativo de 437 millones, frente a las ganancias de 1.271 millones del año anterior.
Entre octubre y diciembre, la danesa contabilizó pérdidas de 541 millones de euros, frente al beneficio neto atribuido de 8 millones del cuarto trimestre de 2022, al tiempo que los ingresos crecieron un 5%, hasta 4.783 millones. De cara al presente ejercicio, Vestas anticipa unos ingresos de entre 14.000 y 15.500 millones de euros y prevé realizar inversiones de aproximadamente 1.000 millones de euros.
Menos instalaciones eólicas
"En 2023, esperamos altos niveles de inflación en toda la cadena de suministro, mientras que la reducción de las instalaciones de energía eólica afectará negativamente los ingresos y la rentabilidad", ha avisado la empresa en referencia a la lentitud de los procesos de obtención de permisos en Europa, así como a la disminución de los niveles de actividad en Estados Unidos.
En este sentido, indicó que el aumento de los precios en la entrada de pedidos es un factor compensador, aunque la compañía considera que su rentabilidad en 2023 se verá desafiada. La española Siemens Gamesa también dobló pérdidas en su primer trimestre fiscal como consecuencia de las compensaciones a los clientes por fallos en los aerogeneradores que tiene en operación. Tras el ejercicio 2023, la compañía espera una normalización del entorno de mercado que le permita retomar la senda de la rentabilidad y la generación de caja de forma progresiva.
El sector eólico ha puesto la voz de alarma tras que en 2022 cayera un 47% los pedidos de aerogeneradores, lo que se traduce en 19.300 millones de euros menos de inversión, según datos de la patronal europea WindEurope. La asociación asegura que las turbinas se han encarecido hasta un 40% como consecuencia de la inflación y advierte de que la "intervención del mercado" asusta a los inversores.
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