El mercado se rompió. El Ibex 35 ha llegado a caer en el arranque de semana por encima del 10%. Una jornada negra más. Ante este escenario, el presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sebastián Albella, ha puesto en alerta al consejo del organismo desde el pasado fin de semana. La cúpula ha mantenido un contacto permanente en las últimas horas. Y la primera medida ya está sobre la mesa: este lunes se aprobó la suspensión de las posiciones cortas durante un mes. No obstante, sobrevuela sobre la entidad el movimiento más duro: la suspensión temporal de la cotización ante el pánico.
El destrozo en las cotizaciones está siendo enorme. Caídas acumuladas en las últimas semanas superiores al 60% en algunas cotizadas. Un mercado que se ha dejado decenas de miles de millones de euros en capitalización bursátil. Y sin visos de mejora. Ese es el panorama actual que estudia muy de cerca la cúpula de la CNMV desde hace varios días. Según confirman fuentes conocedoras, Albella ha estado en contacto telemático permanente con el consejo tanto el sábado y el domingo como este lunes, para estar preparados.
Uno de los movimientos clave que estuvo todo el fin de semana sobre la mesa era la prohibición de realizar apuestas bajistas sobre acciones cotizadas en la Bolsa española. Y el regulador aguardó hasta última hora de ayer, cuando Wall Street había certificado un 'crash' bursátil con la peor caída desde 1987 (-13%), para anunciarla. Se dejan sin efecto, al menos, durante los próximos 30 días. Esta es la medida intermedia del paquete que se baraja en el seno del regulador. Con ella se pretende reducir la presión que sufren desde principios de mes las cotizaciones por el ataque de pánico desatado ante las duras consecuencias económicas de la pandemia del coronavirus.
Hay antecedentes claros de esta decisión en la crisis bursátil de 2012, tras el rescate a la banca. En julio de ese año se prohibieron esas posiciones cortas hasta octubre. La primera decisión de Elvira Rodríguez al frente de la CNMV fue prorrogar esa medida durante otros tres meses más. La justificación que se ofreció en aquel momento era la situación excepcional del sistema financiero español, con el proceso de reestructuración bancaria en ciernes. A finales del mes de enero de 2013 se levantó el veto, seis meses después de su imposición.
Esta prohibición a los bajistas es la antesala de otras medidas. Fuentes oficiales aseguran que están siguiendo de cerca la situación y analizan todas las herramientas que tienen a su disposición para desplegarlas "si lo consideramos necesario". ¿Cuáles? "Todas las que nos permite la normativa española y europea", apuntan. Entre ellas se encuentra la más drástica: el cierre completo del mercado bursátil. Todas ellas se encuentran dentro de la normativa española y europea y que deben estar justificadas por "circunstancias especiales".
La CNMV no es la única que sigue aún a la espera de ejecutar algún movimiento más drástico tras el desplome. Ninguna de las autoridades reguladoras del resto de principales plazas europeas lo ha planteado. La coordinación sería decisiva a la hora de tomar una iniciativa de este calado en los mercados de capitales. El propio Albella y su equipo buscan esa unión antes de dar el paso.
En los últimos días, varias de las empresas cotizadas han reclamado acciones a la CNMV ante el desplome de sus títulos, según confirman las mismas fuentes. Piden que se trate de frenar esta sangría, que ha borrado de un plumazo capitalizaciones 'milmillonarias'. Sólo este lunes, IAG se dejó casi un 28%, mientras que Meliá, ACS o AENA se desplomaron entre un 15% y un 18%.
¿Qué antecedentes ha habido en los últimos años? De cierre de los mercados, ninguno. Aunque, por ejemplo, sí estuvo sobre la mesa de los reguladores europeos después de que las bolsas europeas convulsionaran aquel 24 de junio de 2016, horas después de que los británicos votaran a favor de la salida de Reino Unido de la UE. El 'crash' golpeó al Ibex (-12,5%) y al resto de plazas hace casi cinco años.
Este lunes, tras un arranque con caídas de dos dígitos, el Ibex moderó su desplome y recuperó los 6.100 puntos tras tocar mínimos desde el año 2003. Aún así, en la última semana se ha dejado un 21% de su valor y en el último mes, cerca de un 40%. Las alarmas están más que encendidas. En la CNMV, también. La convulsión de los mercados en las próximas jornadas marcará decisiones que hasta hace poco parecían impensables.
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