Tensiones de liquidez

Cambios en Telepizza: sale el consejero clave responsable de la oficina de Madrid

Un niño come un trozo de pizza del menú infantil de Telepizza mientras ve la televisión en su casa. /Jesús Hellín/ Europa Press
Un niño come un trozo de pizza del menú infantil de Telepizza mientras ve la televisión en su casa. /Jesús Hellín/ Europa Press

La Covid-19 ha causado estragos en el sector de la restauración. Y Telepizza no ha sido menos, con una interrupción del negocio tan inesperada como significativa. Pese a la rápida reacción de la firma para adaptar la gestión, la pandemia ha generado un impacto no pequeño en unas cuentas que avanzaban favorablemente en enero y febrero, al limitar las operaciones solo a la entrega de pedidos. Un escenario complejo que requerirá inversiones y cambios estructurales importantes y al que se añade ahora un nuevo desafío con la salida del consejero encargado de la oficina de Madrid, Mark Alistair Porterfield Brown, según ha comunicado formalmente la propia compañía.

Como es lógico, Porterfield también cesa como miembro del comité de Nombramientos y Retribuciones de Telepizza. Como publicó la semana pasada el diario 'Cinco Días' tras la presentación de resultados de la firma, esta afronta tensiones de tesorería importantes, al punto de haber contratado a dos bancos especializados en reestructuraciones, Kirkland & Ellis y Houlihan Lokey, para analizar los siguientes pasos a dar. En el alero quedaría el acuerdo de fusión con Pizza Hut, en virtud del cual la sociedad preveían abrir 1.300 restaurantes en diez años.

El pasado 8 de mayo Moody's rebajaba su calificación financiera para Telepizza hasta el rango B3 por las posibles consecuencias de la Covid-19 en su negocio, situando a la compañía a un solo escalón del riesgo de impago. En su informe, Moody's explicaba que la gran incertidumbre sobre la viabilidad del sector de la hostelería en general, era la razón de mayor peso para justificar la rebaja. La compañía ingresó entre enero y marzo 281 millones, un 6,3% menos, con beneficios estables de 96,4 millones. Abril, sin embargo, seguía marcando una tendencia negativa por los efectos del coronavirus.

Antes de su partida, Porterfield afrontó en primera persona la crisis por los menús infantiles que la Comunidad de Madrid encargó a Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes para atender a las familias más desfavorecidas durante la crisis del coronavirus: tras defenderlos a capa y espada como ejemplo de "dieta mediterránea" y de ser una "fuente de nutrientes", Isabel Díaz Ayuso cedió ante las críticas el pasado 7 de mayo y terminó optando por menús alternativos

La compañía defendió la legitimidad de una acción social "sin contraprestación alguna" desde los primeros momentos de la polémica. Un día antes de dar marcha atrás, la Comunidad de Madrid justificaba en un informe la decisión de apostar por Telepizza para encargarse de los menús infantiles. "La pizza es uno de los productos más antiguos de la dieta mediterránea, se consume desde hace más de 1.000 años. Además, de hidratos de carbono, la pizza es fuente de nutrientes variados como potasio, calcio, hierro y fibra gracias a la cantidad y variedad de alimentos que se pueden combinar en su elaboración", explicaba el Gobierno regional, en su informe dirigido a la vicepresidencia que encabeza Pablo Iglesias.

El Gobierno autonómico de PP y Cs nombraba entonces también a un endocrino, el doctor Escribano, para defender "el aporte nutricional que tiene la pizza en la composición de una dieta saludable, equilibrada y variada para cualquier consumidor, y en especial en la dieta de los más jóvenes". Madrid remitió este documento un día después de que el Gobierno de España pidiese revisar la calidad de la comida rápida y exigiese la justificación de su "idoneidad y carácter saludable y equilibrado" para "liberar" la partida que corresponde a la región -2,4 millones- para financiar esta ayuda. Lo cual se produjo tras la decisión de prescindir de Telepizza, Rodilla y Viena Capellanes.

Pero la Comunidad sostenía entonces que "se buscó la mejor fórmula" para llevar comida a 11.500 alumnos de familias perceptoras de Renta Mínima de Inserción que tenían beca de comedor, algo que no prohibió el Ministerio de Sanidad, según el Gobierno de Ayuso. "Si ese Ministerio hubiese considerado no adecuada la propuesta desde un punto de vista alimentario, la habría rechazado, dadas las competencias que ostenta", asegura. Además, indicaba que la medida "temporal" se tomó en un momento de "gran desconcierto" mientras que "ahora la sociedad y sus diferentes estructuras se han adaptado a la situación excepcional".

La polémica se centró en la relación entre Telepizza y la Comunidad de Madrid, que durante casi dos meses utilizó sus canales oficiales para agradecer reiteradamente a la compañía su "colaboración con los más vulnerables" durante la crisis del coronavirus. Sin embargo, uno de los momentos más criticados por parte de la oposición al Gobierno regional fue cuando Ayuso defendió públicamente los menús infantiles de Telepizza: "Dicen que si yo le daría esta comida a mis hijos. Yo creo que, que a un niño le den una pizza, no es un problema [...] Al 100% de los niños les gusta la pizza".

Mostrar comentarios