Botín reúne a 5.000 jefes para recibir al Popular: "Bienvenidos, sois Santander"

  • Ana Botín tomó el micrófono ante los nuevos directivos que vienen del Popular para recordarles que son tiempos difíciles para la banca
Convención de directivos del Santander.
Convención de directivos del Santander.

"¡Bienvenidos, ya sois Santander!" Con este mensaje que pronunció Ana Botín en la convención del grupo bancario que preside se recibió a los centenares de directivos que provienen del Popular y que ya se han integrado de manera prácticamente plena en la operativa de la compañía. La cita ha sido para la entidad un hito histórico: se celebró este jueves en una Caja Mágica de Madrid teñida de rojo y a la que acudieron más de 5.000 responsables del banco, de director de oficina para arriba, venidos de toda España. Se vio mucha corbata roja y se hizo equipo para transmitir a los nuevos y a los que ya estaban la llamada "nueva cultura del Santander"

La convención del Santander, la primera desde la adquisición del Popular, contó con los primeros espadas del banco: empezando por la propia Botín y continuando con Rodrigo Echenique, presidente de Santander España y vicepresidente del grupo, y Rami Aboukhair, consejero delegado de Santander España, que se enteraron en la cita del nombramiento de Román Escolano como ministro de Economía. Los tres directivos cogieron el micrófono para dirigirse desde el escenario central a los centenares de jefes que habían viajado hasta Madrid para asistir a una cumbre que fue presentada por la periodista María Escario y en la que no faltó la música. Por ejemplo, una de las cantantes que se escuchó a modo de recibimiento fue la popular Vanesa Martín.

Santander había dado una relevancia destacada a esta convención. Se había privilegiado la presencia de responsables de la red de oficinas por encima de los profesionales de los servicios centrales con el objetivo de transmitirles, en esta primera toma de contacto a nivel global, cuáles son los valores del banco y por qué en la cúpula de la entidad se valora especialmente su trabajo diario. "Salir a ganar" era el mensaje que se proyectó en todas las pantallas del recinto, lo que da una idea de que la cumbre sirvió para hacer equipo.

El discurso de Ana Botín fue uno de los más comentados. La presidenta subió al escenario central y habló de la misión empresarial de la entidad ante los responsables intermedios de la red de oficinas. Destacó especialmente cómo el trabajo de un empleado de una sucursal, por pequeña que sea, sirve para ayudar a la sociedad y puso en valor esa función social que cumple la banca. Botín puso ejemplos concretos del destacado impacto que tienen esas decisiones diarias en las oficinas del Grupo Santander en la vida de un cliente: concediendo un crédito para un emprendedor o facilitando una hipoteca a una nueva familia, entre otros.

Así fue la convención del Santander.
Así fue la convención del Santander.
Así fue la convención del Santander.
Así fue la convención del Santander.
Así fue la convención del Santander.

Lo que Botín quiso transmitir a sus equipos en las diferentes ciudades y pueblos de España es la llamada nueva cultura del Santander: "No importa tanto el qué, sino el cómo". O, dicho de otro modo, es importante hacer las cosas bien y establecer una relación cercana y duradera con el cliente lo que, según destacó, posibilitará que se mejore el dividendo de la entidad a medio y largo plazo. La presidenta insistió a sus cuadros que es importante preguntar al cliente e interesarse por sus inquietudes para generar esa relación de confianza.

Otro mensaje que quiso comunicar Ana Botín es que la red de oficinas del Grupo Santander es una pieza angular de la integración con el Popular. Se pronunció también sobre la importancia de dialogar con el cliente para que encuentren razones para venir al banco, quedarse y recomendar a otros el trabajo que se hace en la entidad. Asimismo habló de que nos encontramos ante "tiempos difíciles para la banca", pero destacó que se trata de una situación de la que pueden surgir grandes oportunidades. 

Fue, en definitiva, una convención en la que destacaron los discursos emocionales y en la que se apeló a los sentimientos de los jefes intermedios para que luego ellos los transmitan a sus equipos. Una forma de integrar a los trabajadores y hacerles partícipes de unos principios compartidos. Esta fórmula de trabajo propia de la entidad ya se inauguró durante la etapa de Emilio Botín y se viene repitiendo en los últimos años. Así, en alguna otra convención se coreó el siguiente mensaje por parte de los trabajadores: "¡Somos los mejores, somos Santander!"

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