Tensión entre los accionistas

Barceló choca con Globalia en Ávoris y se plantea tomar el control de la alianza

La relación de los grupos turísticos de la familia Barceló e Hidalgo se deteriora por la lenta recuperación de su grupo turístico. La solución pasa por la compra de una participación o una dilución tras ampliar capital. 

Simon Barceló Tous
Simon Barceló, copresidente de Barceló
Europa Press

Divorcio a la vista entre dos grandes grupos turísticos. La relación entre Barceló y Globalia, dueños casi a partes iguales de Ávoris, que engloba el segundo grupo de agencias de viajes en España por volumen de negocio, se ha deteriorado este año tras la lenta recuperación del negocio minorista. La situación actual ha llevado ya al grupo hotelero dirigido por Simón Pedro Barceló a ofrecer una salida a los Hidalgo, con tres posibles opciones: venderle su parte accionarial a cambio de que sustituyan sus avales ante la SEPI o, por contra, comprar la participación y pasar a tener el control total de la compañía, donde ya manda en el consejo y el comité de dirección. 

En el grupo se suma a estas opciones una tercera que pasaría por esperar al cierre del ejercicio y afrontar una ampliación de capital que repare los números rojos de este 2022. Esta ampliación estaría respaldada por el grupo mallorquín y diluiría a Globalia, que participa al 49,5% en la compañía y tendría más difícil asistir por sus otros compromisos empresariales, principalmente en su aerolínea Air Europa. Ávoris, Globalia y Barceló no realizaron comentarios tras ser contactados por La Información.  

La oferta de compra a la familia Hidalgo es motivo de tensión. Aunque el 100% de la compañía fue tasado por última vez en 142 millones de euros por un experto independiente, las pérdidas ocasionadas con motivo del coronavirus habrían modificado mucho esta cifra, explican las fuentes consultadas. A falta de conocer con exactitud cómo cerrará la compañía este año, las cifras de Ávoris Corporación Empresarial arrojan pérdidas durante los dos últimos años, coincidiendo con el freno en seco de la actividad por la pandemia. 

Tampoco pasa desapercibido el papel que pueda tener la SEPI en este pulso. El holding del Ministerio de Hacienda, que prestó el segundo mayor rescate del fondo para empresas estratégicas a esta compañía recién fusionada (320 millones de uros), ve difícil que se cumpla con el plan de viabilidad presentado como credencial para recibir el dinero público. La entidad estatal, que da la posibilidad a cancelar las garantías en un plazo de tres años si se cumple este plan de viabilidad, ya tiene un observer en la compañía que podría pasar a ser consejero si siguen sin cumplirse las previsiones, coinciden distintas voces. 

La alianza entre los Barceló y los Hidalgo se ha tensado apenas tres años después de la creación de su gigante de viajes. Ambos grupos suscribieron un primer acuerdo que fue autorizado por Competencia en marzo de 2020. Con esta fusión, los dos grupos turísticos consolidaban una firma que sumaba los negocios de agencias de viaje, turoperación y negocio aéreo. El perímetro suma 4.000 millones de euros de facturación y más de 1.500 puntos de venta. Al margen de este negocio, la familia Barceló también intentó hace meses quedarse con el negocio hotelero de Globalia (Be Live), en una operación que terminó descarrilando por discrepancias en el precio.

Cambios recientes

En el sector se sigue con expectación los próximos movimientos de Ávoris, sobre todo, después de que en las últimas semanas haya anunciado varios cambios en su comité de dirección que, precisamente, han afectado a ejecutivos cercanos a Globalia. Uno de los relevos ha sido el del jefe de touroperación, Emilio Rivas, que ha sido sustituido por Javier Castillo. En paralelo, Ávoris ha creado la figura de director general, que incluye tanto el negocio vacacional como el negocio de corporate.

Pero la salida más sonada ha sido la del consejero delegado, Miguel Ángel Sánchez, cuyas tareas serán asumidas por Vicente Fenollar, que pasará a ser presidente y CEO. Sánchez, no obstante, continua en el consejo de administración representando a Globalia junto a María José Hidalgo, una de las hijas de Juan José Hidalgo, máximo accionista del holding turístico. La familia del empresario salmantino está en el órgano decisorio de la compañía. Pero en minoría, ya que Barceló cuenta con tres vocales, uno más. 

Sobre estos cambios, la compañía los enmarca en la primera fase de integración tras la fusión. Vicente Fenollar declaró tras el relevo del consejero delegado que la compañía ha realizado "un gran trabajo en unos tiempos muy complejos y dentro de un contexto económico atípico y exigente". Ahora, añadió Fenollar, "ha llegado el momento de dar un paso más para avanzar en nuestro objetivo de continuar siendo el mayor y mejor grupo turístico de este país y de esta forma poder brindar a nuestros clientes las mejores experiencias en sus viajes".

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