Cabify 'toca' a extaxistas dueños de VTC para sumar licencias a su nuevo servicio

  • Uber no mueve ficha y se mantiene sin lanzar servicio de taxi en Madrid pese a que mantuvo negociaciones para ello a finales del año pasado.
Cabify permite el pago en efectivo en sus vehículos de Madrid
Cabify permite el pago en efectivo en sus vehículos de Madrid
CABIFY

Cabify lleva meses trabajando en el lanzamiento de su servicio de taxis en Madrid. En este tiempo ha negociado con varios de los dueños de autorizaciones VTC, que también gestionan licencias de taxi. En esta primera fase ha logrado un centenar. El objetivo es incrementando esa cifra. Mientras tanto, Uber sigue sin mover ficha pese a las negociaciones que mantuvo el pasado año para dar el salto.

Tanto una como otra plataforma han estado durante meses coqueteando con la posibilidad de incorporar al sector del taxi. Para ellos no sería un servicio nuevo. Cabify se fusionó con Easy Taxi a mediados de 2017, una de las grandes 'apps' de reserva de taxi en Latinoamérica para tratar de potenciarlo. Uber ofrece este servicio a los taxistas en países como Italia, donde se estrenó a finales del año pasado, y otros como Turquía, Alemania o varios estados de Estados Unidos.

Cabify ha dado el primer golpe en el mercado. Lo ha hecho con un estreno modesto, con apenas 100 licencias para Madrid (y una decena en Valencia). ¿De dónde salen estos conductores? Según confirman tres fuentes distintas del sector, durante los últimos meses la compañía ha ido acercándose a extaxistas que hoy están centrados en la VTC pero que mantienen licencias de taxi. Era el movimiento más 'sencillo' para arrancar el servicio en un clima de desconfianza de un sector que los han visto como su verdadero enemigo durante los últimos años.

No es algo inusual. Entre las compañías que hoy hacen negocio en Uber y Cabify hay numersos extaxistas que acabaron cambiando de volante e, incluso, exdirectivos del sector. Entre estos últimos se encuentran algunos nombres muy conocidos, como el de José María Goñi -secretario general de la Federación Catalana del Taxi-, el de José Antonio Parrondo -hoy líder del grupo Auro, dueño de varios miles de licencias- o José Luis Funes, expresidente de la Asociación Gremial del Autotaxi de Madrid.

Con todo, el objetivo de la compañía es ir haciendo crecer su servicio en los próximos meses. Confían en que se vayan sumando más taxistas al sistema, pese a los recelos. "Dependerá de si dan trabajo o no; el taxista lo que busca es llevar dinero a casa", apunta a La Información un directivo del taxi, que confirma que si la compañía no obliga a llevar distintivos ni a hacer muchos cambios "logrará incrementar mucho la cifra en los próximos meses".

Otros no son tan optimistas y defienden que se quedará como algo residual. La visión oficial del sector es bastante crítica. Para Fedetaxi resulta "perjudicial" y "cortoplacista" que haya taxistas operando en la plataforma. 

¿Qué va a hacer Uber?

Con este servicio, Cabify se lanza a competir de manera directa con Free Now (antigua Mytaxi). Aunque lo hace con una relación con el sector mucho más compleja. Ahora queda por ver qué hará Uber. Por el momento, no mueve ficha. Sin embargo, en el último año ha estado barajando esta posibilidad. De hecho, su máximo directivo en España, Juan Galiardo, explicó en una entrevista a El País en octubre pasado que negociaba con asociaciones de taxistas para incorporarlos. "Somos optimistas de que en los próximos meses vamos a poder trabajar con el taxi", decía.

La compañía estadounidense se convertiría en un competidor más en un sector que se va a acabar llenando en los próximos años. Otros operadores más tradicionales como la propia Renfe también ofrecerá servicios de taxi en su nueva plataforma, al igual que hacen otros como Free Now (MyTaxi).

Tras unos primeros experimentos, Cabify aterriza de manera tímida en el sector del taxi. Pese a que la guerra sigue abierta, la recepción ha sido tibia. Queda por ver si, finalmente, se queda en una prueba piloto o consigue hacerlo crecer.

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