Cabify mira a Nueva York: también se la juega en el estreno en bolsa de Uber

  • La aversión a las fuertes pérdidas o el apetito de los inversores podrá ser medido por la española ante una posible salida al mercado el próximo año.
Juan de Antonio (Cabify) junto a Rosauro Varo
Juan de Antonio (Cabify) junto a Rosauro Varo
José González

La salida a bolsa de Uber será una de los tres principales OPV tecnológicas de la historia. Será una prueba de fuego para un mercado poco acostumbrado a sus gigantescas pérdidas. Y también un punto de inflexión importante para Cabify. No sólo porque servirá de barómetro decisivo para su potencial estreno en el parqué en un año. También porque el resultado puede marcar la consolidación del mercado y posibles adquisiciones en el futuro.

Si no hay retrasos de última hora, fundadores y accionistas de Uber tocarán la campana de la bolsa de Nueva York este viernes en una de las operaciones más esperadas del último lustro. Lo hace con una carta de presentación que supone más un desafío para los inversores: pérdidas millonarias, un crecimiento desacelerado, una gigantesca deuda y numerosos pleitos. Cabify no estará presente en ese primer día de cotización pero sus directivos y accionistas estarán muy atentos, como lo están haciendo con la de Lyft.

¿Fobia a los números rojos?

¿Qué se juega la tecnológica española en esta salida a bolsa? Primero, sus propias referencias de mercado. "Es muy difícil que salga a cotizar una compañía como Cabify sin que haya un referente cotizando; ya está Lyft cotizando y ahora lo hará Uber; va a permitir tener una referencia de otros mercados más maduros", explica Miguel Kindelán, responsable del banco de inversión especializado en tecnología GP Bullhound. Es cierto que en este caso, las referencias van a distar mucho en tamaño: las dos estadounidenses son mucho más grandes que la española. 

Uber puede que no sea su única referencia junto a Lyft. Existen otros operadores regionales de este sector conocido como 'ride-hailing' (reserva de viajes). La israelí Gett, que está presente en Estados Unidos, Reino Unido, Rusia e Israel, trabaja para salir a bolsa en Europa. Y la estonia Taxify (ahora renombrada Bolt), lo tiene como opción después de haber conseguido el respaldo del gigante de la automoción Daimler y del competidor chino de Uber Didi.

Aunque las otras también contarán, la de Uber servirá como termómetro clave para analizar el apetito del inversor y, sobre todo, la aversión a los números rojos. La caída de Lyft, que hoy cotiza un 30% por debajo del precio al que cerró su primera jornada, y las dudas sobre Uber -ha tenido que rebajar el precio de arranque de la cotización hasta rangos más bajos- no auguran buenas perspectivas.

Hoy Cabify, presente en once países entre España y Latinoamérica, sigue perdiendo dinero, aunque en unos niveles muy inferiores a sus pares estadounidenses. En 2017, elevó sus pérdidas hasta casi 64 millones de euros en todo el grupo (supera los 100 millones acumulados en total), según sus propias cifras. ¿Y el pasado año? No hay aún cuentas disponibles. Sólo se limitó a asegurar que España es un mercado rentable para ellos.

Es evidente que la compañía sigue en expansión y los 'números rojos' van a seguir manteniéndose. La compañía está en busca de más capital -entre 100 y 300 millones de dólares, según Bloomberg- para seguir en esta particular carrera. Su intención, al menos sobre el papel, es cotizar en bolsa a lo largo del próximo año. Y mantuvo durante los últimos meses algunos contactos iniciales con algunos bancos de inversión, según avanzó Cinco Días.

¿Y la consolidación del mercado?

Pese a que esa es una puerta que la mantienen entreabierta, la consolidación del mercado sigue estando ahí. Tras varias fusiones y adquisiciones, tanto Lyft como Uber advertían en sus folletos para los inversores que debían prepararse para otras operaciones de este tipo no sólo del propio sector -en el que Cabify sería uno de los candidatos para adquirir- sino también de otros negocios vinculados a la movilidad. Y el resultado de la salida a bolsa puede también afectar a ese frenesí de compras, que se intensificó hace ahora un año.

La compañía española ha estado en las quinielas. Varias fuentes aseguraron a La Información que las conversaciones en el mercado se intensificaron, con gigantes como Rakuten o Softbank controlando una parte importante de las acciones de algunos de los competidores. “Es real que el mercado va a tender a la consolidación; en la situación actual de mercado no va a haber un nuevo jugador que surja y pueda competir”, explicaba a este medio Mariano Silveyra, responsable del negocio en Europa.

Cabify hoy es una compañía participada por Rakuten, que ostenta más del 45% de las acciones. Su sede está en la capital madrileña. Pero esta semana, los ojos están puestos en Wall Street, pues del resultado de Uber en el parqué también dependerá parte de su futuro en este mercado.

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