Tras ignorar los avisos de Ribera

Calviño mete presión al INE para revisar el impacto de la luz en el cálculo del IPC

El meteórico alza de la inflación ha llevado a la ministra a arreciar sus contactos con el organismo público para acelerar la nueva fórmula de medición del impacto del recibo eléctrico en la subida de los precios

Calviño
La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño
EFE

La ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha dado un giro a su actitud frente a los trabajos del Instituto Nacional de Estadística (INE) para resolver el embrollo del 'sobreimpacto' del recibo eléctrico en el cálculo del IPC. Hasta hace unas semanas, la vicepresidenta primera del Gobierno se había mantenido al margen de la labor de revisión que, desde el pasado otoño, ocupa al organismo público. Pero la repentina escalada de la inflación ha empujado a Calviño a elevar la presión sobre el INE, según fuentes conocedoras de estos contactos consultadas por La Información.

En concreto, los contactos entre la vicepresidenta primera y el organismo adscrito al ministerio económico han arreciado desde que salió a la luz el dato de inflación de marzo. El IPC estalló hasta el 9,8%, una cifra récord desde 1985 que refleja un incremento mensual histórico del 3%. El Gobierno es consciente de que el 'shock energético', agravado por la guerra en Ucrania, ha ejercido un papel determinante para dibujar un panorama donde la inflación roza el doble dígito por primera vez en décadas. En este escenario, el mandato del INE ha adquirido una relevancia especial, tal y como sugiere la insistencia de la responsable económica.

La nueva fórmula de medición que está cocinando el INE podría recortar en alrededor de un punto la tasa que mide el coste de la vida, según distintas fuentes del sector. Tradicionalmente, el INE ha considerado únicamente las facturas de los consumidores acogidos al mercado regulado, PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) en el argot, como avanzó 'El Confidencial'. Esto implica contabilizar solo los contratos de unos 10 millones de clientes de un total de 30 millones, según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Las tarifas PVPC son, además, las más volátiles ya que reflejan la evolución del mercado diario, donde los precios se encuentran inflados desde hace meses, y no un coste fijo como ocurre en los contratos del mercado libre.

Antes de que estallase la tormenta en el mercado eléctrico, la fórmula del INE de considerar únicamente los contratos PVPC  había contribuido a mantener la inflación a raya, dado que los precios en el mercado regulado, directamente indexados al pool, eran significativamente más bajos que en los del mercado libre. "De ahí que gobiernos de distinto signo hayan coincidido en la conveniencia de mantener esta referencia", señala un experto en la materia. 

Las reglas del juego se revirtieron a mediados del año pasado. Fue entonces cuando arrancó la escalada de los precios del gas, que acaban contagiando a los de la electricidad, el petróleo y, finalmente, a la cesta de la compra. Ya entonces, "desde el Ministerio para la Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera avisaron a Economía de la imprecisión del método del INE" a la hora de calcular el impacto del recibo de la luz en el IPC, constatan varias fuentes cercanas a ambos departamentos. Calviño se ha abstenido de tomar cartas en el asunto hasta ahora, cuando la invasión rusa de Ucrania ha agravado el descontrol en el mercado eléctrico, agudizando la espiral inflacionista.

Desde el ministerio que dirige Teresa Ribera avisaron hace meses a la responsable de política económica de la imprecisión de los cálculos del INE

El INE ha constituido un comité de expertos para resolver este asunto, en el que también participan las principales compañías eléctricas del país. Estas últimas están aportando información de sus contratos para ayudar a diseñar el método definitivo. Según fuentes del sector, el INE está arrastrando los pies en este asunto y no prevé tener lista la nueva ecuación hasta, por lo menos, el próximo ejercicio. El calendario del INE no convence a Calviño, quien ha empezado a exigir al organismo un ritmo de trabajo más acorde con la actual situación macroeconómica. 

Calviño lleva semanas monitorizando a tiempo real las consecuencias económicas del caos energético provocado por el conflicto bélico en Ucrania, según avanzó en su día La Información. La preocupación de la vicepresidenta primera es justificada. Economía deberá trasladar a la Comisión Europea la actualización de las previsiones económicas a finales de abril. Esto explica el creciente interés de la ministra en resolver el lío del cálculo del INE, a fin de rebajar el golpe de la crisis energética en el proceso de recuperación del PIB español, una vez superada los momentos más críticos de la pandemia.

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