Cellnex afronta meses clave de cambios muy relevantes en su cúpula. La gestora de infraestructuras de telecomunicaciones española deberá renovar dos de los puestos en el consejo de administración, uno de ellos es el de la familia Benetton (Edizione). Además ratificará el nombramiento de una de las consejeras independientes. Lo hará en la junta general de accionistas clave planteada para el próximo 1 de junio y en la que, previsiblemente, se confirmará la designación del nuevo consejero delegado en sustitución de Tobías Martínez.
El mandato de Christian Coco, representante de Edizione, acaba este mismo año y deberá ser ratificado por tres años más. El 'family office' de la familia italiana, que concluyó a finales del pasado año la OPA sobra Atlantia junto a Blackstone, siendo uno de los pesos pesados en el accionariado pese a la fuerte dilución sufrida en las últimas ampliaciones de capital del grupo. Hoy mantiene un 8,5% de los títulos en su poder y es el primer accionista. Lo lógico es que se mantenga en el máximo órgano de decisión y que, por tanto, Coco repita como dominical.
Otro de los puestos que hay que renovar en el máximo órgano de decisión por otros tres años es el de una independiente: Marieta del Rivero Bermejo. La también presidenta no ejecutiva de Onivia, la gestora de fibra creada por los fondos Macquaire, Aberdeen, Daiwa Energy y Arjun Infrastructure Partners, tiene opción de otros dos mandatos más en la compañía. Entró en el año 2017. El límite en el reglamento del consejo -y en el código de Buen Gobierno de la CNMV- es de doce años. Además de su renovación se encuentra la ratificación de Ana García Grau, también como independiente, que fue nombrada por cooptación el pasado verano.
La figura de Chris Hohn sigue sobrevolando la compañía. Fue una de las voces internas que empujó para lograr el cambio de estrategia que apostara por reducir deuda y alcanzar el 'rating' abandonando la carrera compradora de torres de los últimos años. El hedge fund que lidera, The Children's Investment Fund Management, cuenta con un 7,5% de las acciones, según queda reflejado en la documentación oficial de Cellnex. En derechos de voto tiene un porcentaje sensiblemente más bajo, pues ha ejecutado estas transacciones a través de derivados. Hace ahora justo un año salió del máximo órgano de Aena. Pese a elevar posición en la gestora de torres y en Ferrovial, aún no ha reclamado sillón en ninguna de las dos.
Las renovaciones deben producirse en la junta general ordinaria que tendrá lugar el próximo 1 de junio. Será en esa reunión en la que también se ratifiquen las cuentas anuales por parte del actual consejero delegado, Tobías Martínez, como última labor antes de hacer efectiva su dimisión dos días después. Lo previsible es que en esa asamblea se apruebe la designación de su sustituto, que tendría que ser aprobado previamente por el propio consejo de administración. Aunque cabe la posibilidad de que se nombre a un interino mientras se designa de manera definitiva en caso de que no hubiera un acuerdo suficiente.
Desde la Comisión de Nombramientos ya se ha designado a un 'cazatalentos' (headhunter) especializado que tendrá que plantear una terna como sucesor. En el pasado, el elegido ha sido Korn Ferry, que se ha encargado por ejemplo de un análisis sobre el plan de contingencia de candidatos externos que podrían sustituir a Martínez. El 'núcleo duro' de la cotizada apostaría por un nombramiento continuista para esta nueva etapa, con Alex Mestre, 'número 2' de la compañía, como uno de los preferidos.
A 'cuarteles de invierno'
La realidad es que aún no hay nada decidido. El momento es especialmente delicado, pues después de años de un ciclo expansivo, toca entrar en los 'cuarteles de invierno' para digerir las últimas compras y reducir la deuda y apuntalar el balance. La compañía con sede en Barcelona se ha comprometido a alcanzar la calificación de grado de inversión BBB- de la agencia de calificación S&P -una mejora desde su actual BB+- y mantener la actual en Fitch. Esto implicará optimización de costes y una mayor disciplina financiera, que desembocaría en una flujo de caja positivo a medio plazo, para un potencial pago de dividendos más generosos.
Mientras tanto, las acciones han vivido un ligero respiro en este arranque de año 2023 después de un ejercicio pasado en el que se dejaron cerca de un 40% de su valor ante el cambio en el escenario macroeconómico y un menor entusiasmo de los inversores por este sector -American Tower vio cómo se recortaba la cotización cerca de un 30% en el mismo periodo-. Los rumores de un potencial interés de la empresa americana han favorecido a este impulso en las últimas semanas. Un interés al que los analistas han ido dando menos credibilidad.
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