Sin nuevas transacciones a la vista

Cellnex prevé la luz verde a la compra de Hivory este mes pero con condiciones

La gestora de torres española tiene aún pendiente la autorización de la compra de los activos de la hongkonesa Hutchison en Reino Unido, que se espera para enero.

Tobias Martínez
Tobías Martínez, consejero delegado de Cellnex.
EFE

Cellnex tiene en el horizonte el cierre de las dos principales transacciones de su historia más reciente: la compra de las torres de Hutchison en Reino Unido y la de Hivory en Francia. La primera sigue en estudio por la autoridad de la competencia del país y se espera que haya un dictamen el próximo mes de enero. La segunda es la que más probabilidades tiene de cerrarse de manera inminente con una ‘luz verde’ regulatoria. Desde la compañía gestora de torres prevén que se cierre en este trimestre, mientras esperan que las restricciones que se impongan por la posición que logre en el mercado galo sean limitadas.

El pasado mes de febrero Cellnex no tardó en responder a la compra de las torres de Telxius -la filial de Telefónica- por American Tower. Anunció un acuerdo de exclusividad para hacerse con el 100% de Hivory, la gestora de emplazamientos de Altice (que opera en el país con la operadora móvil SDR) que tiene unos 10.500 activos. El precio a pagar: 5.200 millones de euros, con una inversión asociada de hasta 900 millones en los próximos ocho años. El movimiento era muy importante, porque ganaba la escalabilidad necesaria de su modelo, al operar así para tres de los principales grupos del sector en ese mercado. Pero precisamente ese posicionamiento previo -en 2019 se hizo con las 5.700 instalaciones de Iliad- hace que esquivar las exigencias de los reguladores sea realmente complicado.

La operación se notificó al regulador francés de la competencia el pasado mes de agosto, después de que se cerrara definitivamente el contrato -lo que se anunció en febrero era un acuerdo de exclusividad-. Cellnex compra el 100% de Hivory y también de una sociedad participada por fondos gestionados o asesorados por el fondo de capital riesgo KKR. La entidad dio hasta mediados del pasado mes de septiembre para que competidores y terceros actores del sector se posicionaran. Según explican fuentes cercanas a la compañía, lo previsible es que hubiera un pronunciamiento oficial en las próximas semanas dentro de este mes de octubre. Y desde la empresa dirigida por Tobías Martínez dan por hecho que habrá lo que se conoce como ‘remedios’, es decir, las medidas correctoras para tratar de compensar la concentración de cuota de mercado.

Hay que tener en cuenta que Cellnex contará con más de 26.000 torres en el mercado francés, después de la compra de Iliad, Bouygues y la propia Hivory. En resumen, gestionará las infraestructuras del segundo, tercero y cuarto operador del país después de Orange, que no ha decidido qué hacer con estos activos (por lo pronto los de España y Francia los ha incluido en la filial específica Totem). Los antecedentes también invitan a pensar que habrá correcciones. En el caso de las torres de Hutchison en Italia, se exigieron varias medidas. Entre ellas la puesta a disposición de los operadores de fijo y de nuevos rivales hasta 1.300 torres en los municipios de menos de 35.000 habitantes.

Con Hivory encauzada, quedaría pendiente la otra gran operación: la incorporación de las torres de Hutchison en Reino Unido. Después de que el regulador de la competencia británico iniciara una segunda fase de estudio, después de admitir que la operación podría dañar la competencia en el sector de proveedores de infraestructuras, el plazo final para tener un dictamen concluye el próximo 10 de enero. En el proceso, el antiguo monopolio de telecomunicaciones, BT, mostró su oposición y alertó sobre el tamaño que asumiría la española. En el pasado, la compra del operador neutro Arqiva no acarreó a ninguna medida correctora para la cotizada española. En esta ocasión va a ser muy complicado que se repita el escenario. Y de hecho, la CMA ya abrió la puerta por primera vez el pasado mes de agosto a que un tercero se haga con parte de los activos para compensar.

La de Hutchison en territorio británico es una operación clave por dos razones. Primero porque le permitiría operar con dos telecos, algo clave para esa escalabilidad necesaria -se quedaría con una cuota de mercado de entre el 30% y el 40%-. Y segundo porque del éxito de esta transacción depende la entrada de la hongkonesa en el accionariado, algo especialmente delicado para una operadora neutra como la española. En concreto se pagarían unos 1.400 millones de euros en títulos, lo que le daría una participación de entre el 4,4% y el 6,2% en el capital, convirtiéndose en uno de los socios más relevantes, aunque sin sillón en el consejo de administración -es una de las condiciones indispensables que pone sobre la mesa Cellnex para aceptar la inversión de operadoras de telecomunicaciones-.

Sin más operaciones a la vista

El cierre de estas dos operaciones son las que Cellnex tiene hoy como prioridades en su estrategia de expansión a través de adquisiciones que ha mantenido en los últimos años. No tienen ninguna transacción a corto plazo para ejecutar, aunque sí que queda gasolina en forma de capital después de la ‘mega-ampliación’ que se ejecutó el pasado mes de abril de 7.000 millones de euros. Con las compras de Polkomtel Infraestructura en Polonia, Hivory en Francia y la integración de torres de Deutsche Telekom en Países Bajos se comprometían 9.000 millones. Los fondos levantados estaban destinados a financiar una cartera de proyectos de hasta 1.000 millones hasta la segunda parte de 2022.

Pese a algunas correcciones vividas en bolsa durante el pasado mes de septiembre, Cellnex mantiene una revalorización de sus títulos de un 12% en este 2021. La capitalización es de 36.000 millones de euros. Uno de los grandes retos es, precisamente, seguir manteniendo el fuerte crecimiento y la agresiva estrategia de adquisiciones para consolidar el sector de las torres -en el que tendrá un nuevo rival en Europa, American Tower Corporation- sin engordar más la ya elevada deuda financiera.

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