A cierre de 2023

Celsa concentra un 36% de la deuda con bancos en sus filiales noruega y británica

Suman un pasivo de 237,8 millones, mientras que la de Polonia se sitúa en 414 millones con empresas del grupo y asociadas. Grupo Barna Steel (Celsa España) tiene un adeudo con entidades corrientes de 426 millones de euros.

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Celsa concentra un 36% de la deuda con bancos en sus filiales noruega y británica.
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Celsa ha dado a conocer sus estados financieros de 2023 con el fin de reestablecer el equilibrio patrimonial. La auditoría, a cargo de EY, refleja que concentra el 36% de la deuda con entidades de crédito entre sus filiales de Noruega y el Reino Unido. Ambas suman un pasivo de 237,8 millones de euros, mientras que la de Polonia registra una deuda de 414 millones de euros con empresas del grupo y asociadas por un nuevo contrato de préstamo firmado en diciembre.

Las cuentas, distribuidas por la propia empresa este martes con motivo de su primera rueda de prensa desde que la nueva directiva tomara posesión, revelan que la multinacional siderúrgica poseía una deuda con entidades no corrientes de 186 millones de euros al cierre del curso pasado, mientras que la de con entidades corrientes asciende a 477 millones de euros, que en total suman 663 millones de euros.

En concreto, la composición de las deudas con entidades de crédito -incluyendo no corrientes y corrientes- por subgrupos es tal y como sigue: 

- Grupo Celsa Nordic (Noruega): 75,8 millones d euros. 

- Grupo Celsa UK (Reino Unido): 162 millones de euros.

- Grupo Barna Steel (Celsa España): 426 millones de euros. 

Según detalla la auditoría, la deuda bancaria de Celsa Nordic se distribuye en un préstamo firmado en abril de 2019 con un vencimiento final el 26 de abril de este año, pero que será extendido por un año a la fecha de formulación de las cuentas. El saldo al término del curso pasado era de 27,5 millones de euros con amortizaciones anuales de cinco millones. Por su parte, mantiene líneas de crédito y de descubierto en diferentes monedas por valor de 40,1 millones euros y otros préstamos por importe de 8,2 millones de euros. 

Por su parte, Celsa UK tenía un préstamo a largo plazo de 65 millones de euros en 2022 que ha sido modificado y prorrogado en junio de 2023, por importe de 35,2 millones de euros, con vencimiento en junio de 2028, así como una amortización y pago de intereses trimestrales. Además, la sociedad negoció el verano pasado la renovación de la línea de préstamo basada en activos de 200 millones de libras (233,5 millones de euros) comprometidos hasta junio de 2028 y amortización según disposición. A 31 de diciembre del año previo el importe dispuesto era de 134 millones de euros.

provisiones por responsabilidades

  • Celsa provisonó 39 millones de euros en 2023 (9 millones más que en 2022) en el epígrafe 'otras responsabilidades' no corrientes, entre las que se incluyen las de para hacer frente a obligaciones derivadas principalmente de reclamaciones fiscales, litigios y arbitrajes, seguros y otras responsabilidades.

La deuda de Celsa Polonia es diferente. El informe de resultados explica que como resultado de las negociaciones con las entidades financieras, el 15 de mayo de 2020 se firmó un acuerdo de refinanciación dividiendo este en un tramo 'senior' y otro 'junior', cada uno de ellos con determinadas condiciones de retribución y pago de principal. El importe pendiente de pago a 31 de diciembre de 2022 era de 376 millones de euros. Un año después, la filial firmó un nuevo contrato de préstamo por importe de 414 millones de euros con vencimiento final 2026, que sustituye al anterior. Este se ha registrado en deudas con empresas del propio grupo y asociadas. 

Hay que recordar que Celsa trabaja con Citi para una valoración de las tres filiales internacionales, tal y como adelantó La Información. Fuentes del mercado apuntan a una posible venta de las divisiones de Noruega, Polonia y el Reino Unido, mientras desde la compañía apuntan que la operación se hace para realizar una valoración de las filiales extranjeras del grupo y que la decisión responde a la voluntad que tiene la compañía de profundizar en el conocimiento y alternativas que ofrecen sus divisiones internacionales.

Celsa España extiende un lustro los vencimientos

En lo que se refiere a Grupo Barna Stell, que es Celsa España, bajo el proceso de reordenación de la estructura financiera se ha extendido durante cinco años los vencimientos de la deuda, tanto de su préstamo sindicado como de los instrumentos de financiación del capital circulante. La deuda sujeta al mencionado acuerdo es de 1.660 millones de euros: 523 millones de financiación circulante y 1.137 millones de préstamo a largo plazo, en ambos casos con vencimiento final único 30 de noviembre de 2028.

De su lado, en virtud de la fusión de absorción con las sociedades Inversiones Pico Aneto e Inversiones Pico Anayet, realizada con efectos contables el 4 de septiembre de 2023, Inversiones Pico Espadas (la sociedad dominante) pasó a ostentar el 100% del préstamo convertible, que ya ha quedado totalmente liquidado mediante la compensación contra capital y prima de emisión de la totalidad de los créditos que estaban en manos de los accionistas.

Agujero  patrimonial de 1.339 millones

El nuevo equipo directivo inició a finales de 2023 un proceso de auditoría, consolidación financiera y corrección de salvedades contables, y formuló en marzo las primeras cuentas anuales consolidadas a todos los niveles. El agujero patrimonial que se han encontrado los fondos acreedores es de 1.339 millones de euros. Además del pasivo de 539 millones de euros de las tres sociedades patrimoniales con las que la familia Rubiralta controlaba el grupo siderúrgico y que están en concurso de acreedores, EY refleja 419 millones de euros de créditos fiscales no recuperables.

No obstante, gracias a la recapitalización de deuda por importe de 1.418 millones de euros y otros ajustes contables, los estados financieros del curso pasado reportan unos fondos propios consolidados de 326 millones de euros. Por el contrario, si la reestructuración no se hubiera desarrollado, la compañía habría registrado unos fondos propios negativos de 1.187 millones. De este modo, ya saneadas las cuentas, Celsa, que estaba "totalmente quebrada" según las palabras de su presidente, Rafael Villaseca, cerró el ejercicio con un resultado anual consolidado después de impuestos de 459 millones de euros. Habría incurrido en unas pérdidas de 918 millones de euros sin la reestructuración.

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