El gigante del sector inmobiliario de China Country Garden ha sacado a subasta un total de cinco propiedades por valor de 530 millones de dólares en Cantón con el objetivo de tratar de hacer frente a sus problemas de liquidez. Así lo informa este martes el diario hongkonés South China Morning Post.
Entre estos inmuebles se incluye un hotel de cinco estrellas valorado en unos 181,5 millones de dólares, dos torres de oficinas, un edificio residencial y una propiedad comercial, los cuales marcan, según el rotativo, "el intento más ambicioso de desinversión" de Country Garden en la capital de la provincia donde tiene su sede.
La semana pasada la endeudada compañía indicó que esperaba cerrar a lo largo del primer semestre de este año la venta, por 158,5 millones de dólares, de los terrenos no construidos en una promoción en Sídney, marcando así su salida del mercado australiano después de más de una década de presencia en la nación insular.
Recaudación de fondos para afrontar deuda
Así, el grupo está intentando recabar fondos para afrontar una deuda que, al cierre del primer semestre de 2023, ascendía a unos 257.900 millones de yuanes (36.321 millones de dólares, 33.301 millones de euros), de los cuales unos 109.000 millones de yuanes (15.351 millones de dólares, 14.074 millones de euros) vencen hacia junio del presente ejercicio.
A comienzos de año, Country Garden reveló que había contratado a la consultora KPMG como asesor principal para el proceso de reestructuración de su deuda extraterritorial ('offshore'), estimada en unos 16.500 millones de dólares.
La crisis del gigante inmobiliario Country Garden
El gigante inmobiliario, que había sido la mayor promotora de China entre 2017 y 2022, fue declarada por primera vez en impago a finales de octubre tras no abonar a tiempo unos 15,4 millones de dólares adeudados en concepto de intereses de un bono denominado en dólares, informó entonces Bloomberg al hacerse eco de un aviso a tenedores emitido por el fideicomisario, Citicorp.
Uno de los grandes causantes de la reciente ralentización de la economía china es precisamente la crisis del sector inmobiliario, cuyo peso sobre el PIB nacional -sumando factores indirectos- se estimaba en torno a un 30 %, según algunos analistas.
