Cambio de tercio

La sangría bursátil de China pone a Japón como destino inversor preferente en Asia

El índice Hang Seng se desploma un 12% en el arranque de 2024, más del 6% el CSI continental, mientras que la referencia de la bolsa japonesa, Nikkei 225, escala casi un 10% y cotiza en máximos de más de 34 años.

El primer ministro japonés, Fumio Kishida, posa con el presidente chino, Xi Jinping, en la cumbre Asia-Pacífico de 2023.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, posa con el presidente chino, Xi Jinping, en la cumbre Asia-Pacífico de 2023.
CONTACTO vía Europa Press

China está pasando por una travesía en el desierto en términos bursátiles. El índice Hang Seng de la Bolsa de Hong Kong -en el que cotizan las compañías tecnológicas y que sería el homólogo del Nasdaq Composite en Estados Unidos- pierde ya cerca de un 55% desde los máximos históricos del 2018, mientras que en el último año se ha dejado más de un 33%. La sangría no ha cesado en 2024 tras el aciago 2023, y el selectivo está moviéndose ahora sobre los niveles en los que se encontraba en 1997.

El inversor institucional está huyendo del mercado asiático y existen varias razones por las cuales aún la región no está entre las principales apuestas de los gestores. Al menos de momento. Y la comparativa es bastante reveladora cuando se compara con otros países del entorno, como es el caso de Japón.

El Nikkei 225 de Tokio, que se tiró largadas décadas sin conquistar máximos históricos está cada vez más cerca de los niveles de máximos históricos –en los 38.915 puntos cosechados en 1989–. Actualmente, se encuentra cotizando en máximos de hace 34 años, lo cual ha sido una sorpresa para muchos. Y, además, contrasta con el momento tan complicado que atraviesa su homólogo chino.

Según Dan Carter, gestor de inversiones y renta variable japonesa de Jupiter AM sobre sus perspectivas de 2024, "las evidencias de cambios favorables a los accionistas se acumulan. Los dividendos siguen creciendo y las recompras de acciones planificadas son numerosas".

"Algunas grandes empresas están empezando a liberar capital vinculado a participaciones cruzadas a la vieja usanza, un capital que puede emplearse para impulsar las rentabilidades. Durante el próximo año, las reestructuraciones profundas de las divisiones con márgenes bajos y las escisiones de líneas de negocio no rentables podrían ser protagonistas como nunca antes", añade.

Problemas que deben resolverse

Pero en China, en la foto fija, el esquema es bastante diferente. Hay algunos factores que están pesando negativamente en el ánimo de los inversores y en las perspectivas de corto plazo. De ahí la penalización tan fuerte en la bolsa china en estos últimos meses, que sigue aumentando el rango de caída desde máximos.

Según Goldman Sachs (GS), una de las piedras que ha tenido el gigante asiático dentro del camino ha sido el crecimiento de su economía más leve de lo previsto. Las publicaciones de la NBS mostraron que el PIB real chino aumentó un 5,2% en 2023, tanto en el cuarto trimestre como en el conjunto del año.

Las cifras de diciembre mostraron una clara pauta de que el mercado inmobiliario seguía siendo muy débil, salvo en el caso de las terminaciones: el descenso del índice oficial de precios de la vivienda en 70 ciudades se aceleró, y las nuevas viviendas iniciadas y las ventas de viviendas nuevas cayeron otro 5% de forma consecutiva.

“Por otra parte, la construcción de inmuebles y la inversión en infraestructuras obtuvieron mejores resultados, lo que pone de relieve la importancia de la política gubernamental para apoyar la demanda actual de la economía china”, apunta Goldman Sachs en un reciente informe.

El siguiente factor tiene que ver con las medidas adoptadas por el Banco Popular de China. Durante la reunión mensual programada para el 15 de enero, el PBOC desafió el consenso del mercado de un recorte de los tipos de 10 puntos básicos y mantuvo sin cambios el tipo de la Facilidad de Préstamos a Medio Plazo (MLF) a 1 año.

“Mientras que algunos han citado el lento crecimiento de la M1 en relación con el fuerte incremento de la M2 como prueba de la falta de liquidez, el arbitraje financiero y la ineficacia de la flexibilización de la política monetaria, nuestra última investigación muestra que la caída del mercado inmobiliario puede ser el motor más importante detrás de la caída del diferencial de crecimiento de la M1-M2”, destaca la entidad bancaria norteamericana.

“En resumidas cuentas, la política macroeconómica debe relajarse aún más ante el descenso del sector inmobiliario y la debilidad de la demanda”, agregan. Por último, el foco en la capacidad de ahorrar por parte de los ciudadanos chinos es una de las grandes referencias que se han de tener en cuenta. De hecho, Goldman ha realizado una inmersión en profundidad para explorar y cuantificar los principales impulsores de la tasa de ahorro de los hogares en China, incluyendo los cambios demográficos, de los precios de la vivienda, y lo que se conoce como ahorro por precaución.

“Nuestro análisis sugiere que, en términos netos, la tasa media de ahorro de los hogares podría caer cerca de 2 puntos porcentuales entre 2024 y 2034… Por lo tanto, mientras el crecimiento del PIB y de la renta de los hogares no se ralentice bruscamente, el crecimiento del consumo de los hogares debería verse respaldado por una tasa de ahorro gradualmente decreciente en los próximos años”, asegura GS.

En definitiva, China parece que aún tiene ciertos ruidos que resolver en los próximos meses. “El mercado chino aún tiene que encontrar su capitulación y la economía ha de dar señales de mejora sobre su estado actual”, afirma Morgan Stanley en un informe. “Mientras eso no cambie, el inversor aún permanecerá escéptico”, concluye.

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