Deutsche Bank y Commerzbank avanzan una fusión para crear un gigante alemán

  • Los dos bancos oficializan a través de sendos comunicados el inicio de negociaciones para una fusión, una operación rechazada por sus plantillas.
DEUTSCHE BANK
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El Deutsche Bank y el Commerzbank, los dos mayores bancos privados comerciales de Alemania, oficializaron este domingo el inicio de las negociaciones para su fusión, una operación que topa con el rechazo de sus plantillas y que, de materializarse, supondría la aparición de un nuevo coloso en el sector. Ambos informaron de sus planes este domingo, a través de sendos comunicados y después de que varios medios, como la edición digital del semanario 'Der Spiegel', afirmaran que el anuncio iba a producirse de forma inminente.

Se trata de evaluar una "opción estratégica", apuntó en un comunicado en su página web la presidencia del Deutsche Bank, el primer banco privado de Alemania. Las opciones deben ser "valoradas" para poder determinar si revertirán en un "crecimiento provechoso" para el banco, prosiguió el texto, donde se hacía hincapié en que el inicio de la negociación no implica que "haya garantías de que la transacción" se consume finalmente. Commerzbank habla, por su parte, de conversaciones "de final abierto", empleando un tono tan cauteloso.

La fusión se consumará solo si se el examen de la situación así lo aconseja, ratificó unas horas después el portavoz del Deutsche Bank, Jörg Eigendorf, ya ante las cámaras para una breve declaración a los medios.  Hay que evaluar "todo el entorno", de "forma objetiva y sin dejarse llevar por la prisas", añadió el portavoz, en medio de los rumores que circulan estos días por los medios sobre supuestas "presiones" del Gobierno federal para que se consume la creación de ese nuevo gran banco alemán.

En medios alemanes se asegura que la operación ha sido impulsada desde el Gobierno de la canciller Angela Merkel, cuyo ministro de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, habría presionando en esa dirección. El camino hasta una decisión final, no obstante, puede ser largo y para que se consume la fusión deben superarse unos cuantos obstáculos, entre ellos el rechazo de los representantes de los trabajadores.

Los representantes de las plantillas de los dos bancos afectados -ambos inmersos en crisis de credibilidad- avanzaron hace unos días su rechazo a la operación, ya que temen una fuerte reducción de puestos de trabajo. Los de Deutsche Bank, por su parte, no ven sensatez económica en los planes de fusión y advierten de un recorte de hasta 30.000 empleos.

La fusión de Deutsche Bank y Commerzbank crearía un gran banco comercial privado en Alemania, con un balance de dos billones de euros, 140.000 empleados y unos depósitos de ahorros de unos 840.000 millones de euros. Sería el segundo banco comercial privado de la zona del euro, tras el francés BNP Paribas.

La situación de partida de ambos institutos no es, sin embargo, de absoluta solidez. Commerzbank tuvo que ser rescatado en 2008, tras la quiebra de Lehman Brothers y después de adquirir el Dresdner Bank. Ahora el Estado alemán tiene una participación del 15% en Commerzbank.

El Deutsche Bank volvió a tener beneficios en 2018, por primera vez desde 2014, pero sufre aún los efectos de los anteriores números rojos y de las secuelas de las sanciones impuestas por la Justicia estadounidense al banco alemán.

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