Deutsche Telekom saca la artillería legal en Europa contra la 'T' de Telefónica

Telefónica volvía a sus orígenes en el mes de abril con un nuevo logo en forma de 'T'. La operadora aprovechaba la junta general de accionistas para presentar esta imagen corporativa en sociedad. Ahora, unos meses después, su homóloga en Alemania, Deutsche Telekom, ha alzado la mano: denuncia la similitud con su propia enseña y muestra su oposición al registro de la española. Ha echado mano del despacho Hogan Lovells para llevar el caso. A partir de ahora arranca un periodo de dos meses en el que ambas partes tienen la oportunidad de llegar a un acuerdo previo.

El grupo presidido por José María Álvarez-Pallete tardó un par de semanas desde que presentó en sociedad la marca hasta que la registró en la Oficina de Patentes y Marcas de la Unión Europea. Se trataba de una evolución de la 'T' de la imagen corporativa de la compañía lanzada a mediados de los años 80, bajo la presidencia de Luis Solana. La diferencia: en vez de que la base de la letra tuviera dos filas de puntos, sólo tenía una. Era un simple cambio y un guiño al pasado. "Es simplificado y modernizado para adaptarlo a los nuevos tiempos", aseguraba la compañía en abril. La nueva identidad fue desarrollada por el equipo de marca del grupo junto con la consultora de WPP Lambie Nairn, que también participó en las actualizaciones de las enseñas O2, Movistar y Vivo.

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Desde el equipo legal de la operadora con sede en Las Tablas (Madrid) eran conscientes de que en el mercado había muchos logotipos con forma de 'T' y con los puntos. Pasaron las semanas y una compañía sí ha movido ficha. Deutsche Telekom, que también tiene la misma letra -aunque dibujada con líneas- con puntos en su logo, ha alzado la voz, tal y como queda reflejado en la Oficina de Patentes y Marcas. La germana mantiene su 'T' con los dos cuadrados a los lados y otros dos a la derecha desde el año 2013, cuando lo cambiaron para reducir el tamaño.

En la comunicación que ha presentado ante la Euipo señala varias razones para justificar la oposición formal: "probabilidad de confusión", "ventaja desleal" o "detrimento de la reputación". Lo hizo saber a través de su equipo legal el pasado mes de agosto y mostró formalmente su rechazo. A finales de septiembre, la Oficina admitió a trámite y así se lo notificó a las partes, a las que como suele suceder en estos casos da un periodo de varios meses para tratar de llegar a un acuerdo. En el argot se denomina 'cooling off'. El procedimiento legal se iniciará a principios del mes de diciembre.

Mientras que este caso se dilucida en la oficina europea, la española también se ha curado en salud con un nuevo registro en paralelo. En el mes de julio, publicó dos solicitudes en los que desaparecía la histórica 'T' e incluía tres puntos redondos debajo del nombre de Telefónica. Lo hizo para los mismos usos de la anterior que fue objeto de oposición de Deutsche Telekom. La formalización se hizo apenas unos días después de que los alemanes plantearan batalla. Queda por tanto hasta la última semana de noviembre para, en caso de no recibir rechazos, sean aprobadas.

Este 'rebranding' de la operadora se hizo dos décadas después del último. Éste tuvo lugar en el año 1998, cuando desapareció la 'T' que arrancó en el año 1984 y evolucionó en 1993. La inversión que se ha llevado a cabo para todo ese cambio de marca no se ha dado a conocer. En el año 2005, la operadora invirtió 75 millones para afrontar el lanzamiento de la enseña Movistar tanto en España como en el resto de los países latinoamericanos. En este caso el cambio tiene mucha menor incidencia pues sólo se extiende a las áreas que utilizan la firma Telefónica como Telefónica Tech, la Fundación o la división de Empresas.

Más acuerdos

La teleco tiene experiencia en llegar a acuerdos para evitar pleitos por las marcas. El último pacto 'in extremis' tuvo lugar en el verano del año 2019. La operadora firmaba la paz con el gigante chino del móvil Vivo para poder usar su marca en Europa. Había un precio que pagar: accedió a reducir algunos de los usos vinculados a los teléfonos móviles. En el momento quería asegurarse todas las opciones. Pero a mediados de 2018, sin el acuerdo para la utilización de Vivo, decidió que su segunda marca después de Movistar sería O2, con la que se internó en la gama 'media-baja' tras la irrupción y el crecimiento de Másmóvil.

En los últimos tiempos el equipo legal de Telefónica también se tuvo que remangar para sacar adelante el registro de la marca Aura, conocida como la 'cuarta plataforma'. Ante el intento por dar carta de naturaleza a esta enseña, la división de servicios digitales del fabricante de trenes CAF se opuso. Finalmente, después de un tiempo de 'tira y afloja', se llegó a un "acuerdo amistoso" gracias a lo cual también pudo registrarla en todas sus variantes (Telefónica Aura y Movistar Aura).