Renuncia del cargo

Echegoyen deja la presidencia de Sareb tras siete años al frente del ‘banco malo’

El consejo de administración de la compañía ha decidido que propondrá para el cargo en la próxima junta general al actual consejero delegado, Javier García del Río, que se incorporó en febrero de 2020

El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen
El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen

El presidente de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), Jaime Echegoyen, acaba de renunciar a su cargo "por motivos personales" tras siete años al frente del 'banco malo'. Continuará desarrollando su actividad hasta que se elija a su sucesor tras la próxima junta de accionistas, prevista para finales de mayo, si bien el consejo de administración ya ha decidido que propondrá para el cargo al actual consejero delegado, Javier García del Río, que se incorporó a la compañía en febrero de 2020.

Echegoyen llegó a la compañía como consejero delegado en marzo de 2014, y un año después, se le colocó al frente de la misma. Su trayectoria había estado ligado hasta entonces a la banca, iniciándose en Bank of America, y posteriormente ocupando puestos de máxima responsabilidad en otras entidades, como el de consejero delegado en Bankinter entre 2002 y 2010, y el de máximo responsable de Barclays en España y Portugal entre 2011 y 2013.

Bajo su mandato, Sareb ha ido abordado un proceso de transformación de su cartera mediante iniciativas de creación de valor, tales como la promoción inmobiliaria y la finalización de obras paradas. No obstante, también ha desarrollado acuerdos con el Estado para impulsar la vivienda social, con un parque comprometido que alcanza las 15.000 unidades.

La compañía nació hace ocho años y está prevista su liquidación en 2027, aunque ya se empieza a plantear la posibilidad de alargar su vida más allá de ese año. Durante este periodo, ha obtenido unos ingresos de casi 28.000 millones de euros con la gestión de los préstamos morosos y la venta de unos 120.000 inmuebles. La cartera que le fue traspasada en el momento de su constitución se ha reducido en un 40% y la deuda emitida en un 31,2%. Las entidades cedentes han recibido directamente desde Sareb el pago de casi 2.800 millones de euros.

Su creación fue resultado de una situación complicada para el sistema financiero español en la que había que actuar rápido para que las entidades con problemas pudieran sanear sus balances y lograr liquidez a la misma vez. Ahí empezó su trabajo, comprando un paquete de casi 200.000 activos problemáticos de los bancos y cajas de ahorro rescatadas que incluía préstamos al promotor e inmuebles, por un precio reducido fijado por el Banco de España en 50.781 millones de euros. 

Su capital social es mixto y está en manos en un 54,1% de entidades privadas (bancos y aseguradoras). Banco Santander es la entidad con una mayor participación, la cual asciende al 22,23%. Le sigue CaixaBank, con un 12,24%; Banco Sabadell, con un 6,61%; o KutxaBank, con un 2,53%. El resto de bancos y aseguradoras cuentan con menos del 1,5% del capital. Algunos bancos como BBVA se negaron a entrar en su momento, aunque el Ejecutivo así lo había solicitado. El 45,9% restante es del FROB, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, un organismo público. 

La salida de Echegoyen se produce poco después de que la agencia estadística europea, Eurostat, haya obligado a incluir a Sareb dentro del perímetro de las Administraciones Públicas y, como consecuencia de ello, de 'cargar' el balance público con 35.000 millones de euros extraordinarios de deuda y algo más de 7.000 millones de euros de déficit.

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