El BCE se ceba con los bancos y 'arrebata' 900 millones en ingresos a los grandes

  • Las expectativas de beneficio de Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Bankinter y Unicaja en 2020 caen un 6%, para UBS.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi

Flaco favor el que le hizo el jueves Mario Draghi al conjunto de la banca europea. El Banco Central Europeo (BCE) no solo anunció que los tipos de interés se mantendrán en los niveles actuales hasta el primer semestre de 2020, sino que también abrió la puerta a realizar nuevas bajadas y a  introducir nuevos estímulos a la economía, lo que tuvo un impacto casi inmediato sobre la cotización de las principales entidades españolas ante unas expectativas de negocio que empeoran significativamente por culpa de escenario de política monetaria ultralaxa que se prolongará más allá de lo que estaba previsto.

Y es que algunos analistas han rebajado en hasta 900 millones de euros la perspectiva de ingresos netos por intereses de los siete mayores bancos españoles cotizados. Este indicador refleja el negocio típicamente bancario, que básicamente consiste en tomar depósitos a un precio, prestar ese dinero más caro y apuntarse la diferencia. El mercado esperaba que para 2020 los tipos de interés pudieran situarse en el entorno del 0,2%, lo que se hubiera traducido en una mejora del margen de intereses de Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Sabadell, Bankinter y Unicaja de 864 millones de euros, según los cálculos de UBS.

No obstante, este alivio para la cuenta de resultados de la banca dejó de ser una posibilidad en el momento en el que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunció desde Fráncfort que los tipos de interés se mantendrían en los niveles actuales al menos durante seis meses más de lo esperado y reveló que algunos miembros del Consejo de Gobierno del organismo monetario habían planteado recortes adicionales de los tipos de interés o reiniciar la aplicación del programa de compra de deuda (QE).

La razón que arguye el BCE para justificar estos mensajes tan negativos es que el panorama económico se ha deteriorado durante las últimas seis semanas por culpa de los grandes riesgos que amenazan con asolar la economía del euro, entre los que destaca el auge proteccionista impulsado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que contribuyen a avivar las tensiones comerciales con China, Europa, Japón o México, entre otros.

Caída del beneficio de entre el 5% y el 10%

En este contexto, las principales firmas de análisis ahora proyectan un futuro mucho más negro para el sector bancario, que busca desesperado vías alternativas de ingresos para sobrevivir en un permanente entorno de bajos tipos de interés que lastra sobremanera su rentabilidad. En concreto, desde Alantra consideran que, de media, las expectativas de beneficio para la banca española en 2020 caerán entre un 5% y un 10%, en línea con UBS, que ahora pronostica un resultado neto un 6% inferior para el conjunto del sector.

El impacto, en cualquier caso, no es igual para todas las entidades, ya que aquellas cuyo negocio está centrado en el negocio hipotecario, como Bankia, Unicaja o Liberbank, sufren más los bajos tipos que las que están enfocadas en dar crédito a pequeñas y medianas empresas, como pueden ser Banco Santander o Banco Sabadell.

De este modo, las proyecciones de UBS respecto a los ingresos netos por intereses de Bankia y CaixaBank en 2020 disminuyen en 103 millones y 224 millones, respectivamente, niveles que implican una caída cercana al 5% en ambos casos. Los descensos para Unicaja (-24 millones) y Bankinter (-48 millones) están en el entorno del 4%, mientras que en el caso de Sabadell ceden un 2,2% (-83 millones). El golpe en términos relativos para Santander (-198 millones) y BBVA (-183 millones) es mucho menor, en el entorno del 1%, ya que al tener su negocio diversificado en distintos territorios no acusan tanto la política del BCE.

Banco de España
Chaflán del Banco de España en la Plaza de Cibeles de Madrid. / EFE

Estas peores perspectivas se han dejado sentir durante las dos últimas sesiones bursátiles, donde la banca española perdió más de 3.500 millones de euros en capitalización. El jueves, el día en el que se reunió el Banco Central Europeo (BCE), el más afectado fue Sabadell, con un desplome de casi 5%, justo por delante de Bankia, que cedió un 4%, y Bankinter, con un 2,76%. CaixaBank, Santander y BBVA se anotaron caídas entre el 2% del banco catalán y el 0,71% del vasco.

Las nuevas perspectivas de política monetaria han contrarrestado así los detalles de las nuevas macrosubastas de liquidez (TLTRO III), cuyas condiciones, en cualquier caso, no han sido tan favorables como esperaba el mercado, lo que complica todavía más el futuro al sector bancario, en un momento en el que los reguladores podrían exigir todavía más capital a las entidades, que también se enfrentan a un incremento de los riesgos legales, principalmente por el IRPH.

Por tanto, la banca tendrá que seguir rebajando costes para compensar la caída de los ingresos y poder elevar así su poca rentabilidad, lo que alimentará todavía más la posibilidad de ver nuevas fusiones, muy promovidas desde los supervisores al considerarse como la alternativa más clara para poder obtener sinergias.

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