Enagás obtuvo un beneficio neto de 375,8 millones de euros en 2022, lo que supone una bajada del 7% en comparación con el ejercicio precedente. No obstante, la energética dice haber cumplido con todos los objetivos establecidos para el año gracias al "alto grado de ejecución" de su plan estratégico. La meta que se fijó establecía unas ganancias netas de entre 380 y 390 millones de euros incluyendo la plusvalía de la venta del gasoducto de Morelos, una operación que espera cerrar a lo largo del primer cuatrimestre del curso actual.
Según ha notificado este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), también registró un impacto positivo por la venta de su participación en GNL Quintero de 205 millones de euros, que incluye un impuesto asociado a la repatriación de la caja generada por importe de 44 millones de euros. Por su parte, la plusvalía neta por la venta del 30% de Enagás Renovable fue de 50,4 millones de euros, al tiempo que registró un impacto negativo de 133,8 millones de euros por el deterioro de su participada estadounidense Tallgrass Energy. El consejero delegado de la empresa, Arturo Gonzalo Aizpiri, ha dicho en una conferencia con analistas que este es un activo que "interesa mucho" a Enagás pero que no es estratégico a largo plazo, por lo que no ha descartado una posible venta.
De su lado, la contribución de las sociedades participadas bajó en un 7,5%, hasta 201,2 millones de euros, representando aproximadamente un 39% del beneficio después de impuesto. Enagás anunció en enero de este año el aumento de su participación en TAP desde el 16% hasta el 20%, como parte del proceso de rotación de activos y en línea con su estrategia. Sin embargo, ha tenido que dar marcha atrás en la compra del 20% del capital social del interconector europeo BBL al conocer que los accionistas actuales de la compañía neerlandesa habían ejercitado su derecho de adquisición preferente.
Reduce un 19% la deuda
Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en 797,4 millones de euros, un 11% menos interanual, mientras que la deuda neta se redujo en 808 millones de euros (-19%), pasando de 4.277 millones de euros en diciembre de 2021 a 3.469 millones de euros a final de 2022. Según la compañía, más del 80% de la deuda es a tipo fijo, lo que permite le permite mitigar el impacto de los actuales movimientos de tipos de interés. En 2022, mantuvo así el rating 'BBB' por parte de Fitch y S&P. Enagás ha firmado la extensión del vencimiento de su línea de crédito sindicada de 1.550 millones de euros hasta 2028 con 12 entidades financieras. En diciembre también contrató un préstamo bancario "en condiciones muy competitivas" de 450 millones hasta 2025 con el objetivo de cubrir todos los vencimientos previstos para este año. La liquidez subió casi en 500 millones de euros, hasta los 3.800 millones.
Los ingresos totales del grupo alcanzaron los 970,3 millones de euros, un 2,1% menos, mientras que los regulados bajaron un 1,8% (950,4 millones de euros) por la aplicación del marco regulatorio 2021-2026 (-45,1 millones de euros), si bien, este impacto se ha visto parcialmente compensado por la remuneración de los gastos auditados (38 millones de euros).
Enagás prevé unas inversiones que podrían situarse en los 4.755 millones de euros hasta 2030 si se incluyen los proyectos de interconexiones del 'Plan RepowerUE' en los que podría participar el grupo y que están en fase de propuesta y aprobación, según el plan estratégico que presentó en verano del año pasado. En este sentido, estima que la entrada en operación de las inversiones previstas cambiarán el perfil de la compañía, con unb crecimiento rentable de su resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado por dividendos del 2% anual en el periodo 2022-2030 y del 4% desde 2026.
Por su parte, en lo que respecta al dividendo, el grupo ha reafirmado la senda que se había marcado ya de un incremento del 1% para 2022 (hasta los 1,72 euros) y 2023 (hasta los 1,74 euros). También fijó un suelo de 1,74 euros hasta 2026, horizonte hasta el que la compañía da visibilidad para la retribución a sus accionistas.
En un año de gran volatilidad en los mercados energéticos, Enagás ha destacado que el sistema gasista español ha funcionado con una disponibilidad del 100% durante las 24 horas de todos los días del año. "Las infraestructuras de Enagás han sido clave para la seguridad de suministro de España y de la Unión Europea", ha resaltado la empresa en el hecho relevante. La demanda de gas y las exportaciones crecieron un 4,4% el año pasado. Las exportaciones de gas a Europa a través de las interconexiones con Francia aumentaron en 22 teravatios hora (TWh) y las recargas de buques de gas natural licuado (GNL) desde las terminales españolas se incrementaron un 45%, situándose en el tercer mayor valor histórico. En 2022, España contó con una cartera de aprovisionamientos procedente de 19 orígenes diferentes.
Objetivos 2023
Enagás estima un beneficio después de impuesto para 2023 de entre los 310 y los 320 millones de euros, debido a la reducción de ingresos establecida en el marco regulatorio, y un Ebitda del entorno de los 770 millones de euros. Las filiales previsiblemente aportarán unos dividendos de entre 190 y 200 millones de euros. Como parte del cumplimiento de su plan de eficiencia contemplado, mantendrá este curso un "estricto control de gastos operativos".
Con la presentación de resultados se cumple un año del nombramiento de Arturo Gonzalo Aizpiri como consejero delegado de Enagás. Sustituyó a Marcelino Oreja y asumió todas las funciones ejecutivas después de que el presidente de la sociedad, Antonio Llardén, decidiera ceder sus funciones ejecutivas. Continuó así como presidente no ejecutivo y presidente del consejo de administración.
Gonzalo Aizpiri formaba parte del equipo de Repsol desde 1990. En la petrolera fue director general de Personas y Organización, director general de Comunicación, Relaciones Institucionales y Presidencia y responsable de las áreas de Auditoría, Control y Riesgos. Por su parte, en el sector público fue director general de la Agencia de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, director general de Política Ambiental y secretario general para la Prevención de la Contaminación y del Cambio Climático en el Ministerio de Medio Ambiente. También ha sido presidente del Comité Español del Consejo Mundial de la Energía y vicepresidente del Club Español de la Energía.
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