Endesa ya tiene sustituto para dirigir la empresa: el jurídico Juan Sánchez-Calero

  • El consejo de Administración elige al sustituto en la vacante que deja Borja Prado en el máximo órgano de la compañía. 
Juan Sánchez-Calero
Juan Sánchez-Calero
sanchezcalero.com

Endesa ya ha desvelado el nombre del consejero que se sentará en su cúpula y que será nombrado presidente de la compañía: Juan Sánchez-Calero. Así lo ha decidido el consejo de administración, que someterá la decisión a la aprobación de la junta el próximo mes de abril. El recién designado es abogado, doctor y catedrático de Derecho Mercantil de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid. El nuevo fichaje ocupará la vacante dejada en el órgano de dirección por Borja Prado que ha dirigido la compañía propiedad del grupo Enel durante 10 años.  Sánchez-Calero tendrá funciones de representación. La gestión de la compañía estará en manos del consejero delegado, José Bogas.

El cambio de presidente en la compañía  se produce en un momento clave. Endesa, que un día fue la joya de la corona del sector público empresarial del país, es la eléctrica más afectada por la transición energética por sus intereses en el carbón y el sector nuclear y por limitar su actividad a España.

El encargado de pilotar el proceso será el actual consejero delegado José Bogas, que conoce al dedillo todos los engranajes de la compañía después de 37 años. Bogas será quien tenga los poderes ejecutivos en una división a la anglosajona de las competencias en la cúpula de la empresa. Las quinielas de las últimas semanas para el cargo han manejado nombres como el expresidente de la CEOE, Juan Rosell, el de Aldo Olcese, presidente de Sociedad Civil Ahora o el del propio Bogas.

Funciones de representación

Si se cumple lo previsto, el nuevo presidente de la eléctrica desempeñará funciones de representación. Su sueldo se ajustará a su perfil y estará lejos de las cantidades que cobra Prado. Cobrará más que la media de los consejeros -en torno a 300.000 euros anuales-, pero se quedará muy lejos de las cantidades de su antecesor.

Endesa pagó a Borja Prado el año pasado una retribución total de 13,61 millones de euros (3,07 millones en metálico en concepto de sueldo fijo y variable; 281.000 por su plan de ahorro más otros 252.000 euros en especie), según recoge el Informe de Remuneraciones de Consejeros remitido por la eléctrica a la CNMV. Su finiquito superará los 13 millones.

Además de designar sucesor de Prado, el consejo de Endesa ha tratado la firma del protocolo de cierre de centrales nucleares negociado por el Ministerio de Transición Ecológica y Enresa con las eléctricas. Endesa considera el documento, que ya ha sido firmado por Iberdrola y por Naturgy un plan de mínimos, que orienta -no obliga- para iniciar el apagón nuclear en 2027 con Almaraz I (Cáceres) y culminarlo en 2035 con Trillo (Guadalajara).

Diferencias con los rivales

Endesa ha tenido hasta el final diferencias con sus rivales y socios en el negocio nuclear, Iberdrola y Naturgy. La compañía que aún preside Prado elebora sus cuentas desde 2014 con el criterio de que las centrales en las que participa funcionarán al menos 50 años. Los cálculos de Iberdrola y de Naturgy son a 40 años. El calendario pactado supone que los siete reactores en servicio funcionarán una media de 46 años.

Tras el pacto, Endesa se ocupará de preparar la clausura de las centrales que controla mayoritariamente: Ascó I (100%), y Ascó II (85%) y Vandellós II (78%), localizadas en Tarragona. Iberdrola, por su parte, podrá pilotar los procesos de Almaraz I y Almaraz II (53%) en Cáceres; Cofrentes (100%) en Valencia y Trillo (48%), en Guadalajara. Todo bajo la supervisión y autorización de la empresa pública Enresa, que gestiona los -escasos- recursos acumulados para los desmantelamientos.

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