Las energéticas no entran a hacer valoraciones políticas, pero defienden que el Gobierno resultante tras las elecciones del 23-J (si es que finalmente se alcanza algún pacto) debería seguir fomentando la descarbonización de la economía y su competitividad. En opinión de la patronal de las grandes eléctricas Aelec, que agrupa a Iberdrola, Endesa y EDP, "sostenibilidad y rentabilidad deben ir de la mano", sustituyendo combustibles fósiles por energías renovables y reforzando la descarbonización industrial.
"Pedimos que se mantenga la estabilidad regulatoria que permita seguir avanzando en la transición energética a través del impulso de la energía solar", señalan desde la Unión Fotovoltaica Española (UNEF). Tras los comicios del domingo se abre un periodo de negociaciones y pactos que pueden llevar a la formación de un Gobierno tras el verano o enfrentarnos a una repetición de elecciones antes de que acabe el año. Ante este escenario, Juan Virgilio Márquez, director general de la Asociación Empresarial Eólica (AEE), insta a "mantener una inercia positiva" del desarrollo eólico y agilizar su despliegue en el 'mix' eléctrico.
El viento es clave para seguir reduciendo el precio de la electricidad, conseguir una mayor independencia del exterior y avanzar en la reducción de emisiones contaminantes. Desde la AEE también llaman a seguir velando por la industria eólica, que sigue fabricando en España y exportando a otros mercados. Considera así que la estabilidad política y la certidumbre regulatoria son críticas para seguir atrayendo inversiones, no solo para el propio sector eólico sino también para las nuevas industrias consumidoras de electricidad que se pueden instalar en España.
Desarrollar el PNIEC
"Para el sector tener visibilidad sobre esa nueva demanda eléctrica que está llegando es clave. El nuevo Gobierno deberá retomar lo antes posible asuntos críticos, como el desarrollo de la regulación de la eólica marina o la optimización de la tramitación administrativa, y otros que hay que seguir defendiendo a capa y espada como el diseño de Ley de Industria Net-Zero (NZIA) que permita mantener la competitividad de nuestras fábricas en el mercado global", insiste Juan Virgilio Márquez.
Además, la negociación y aprobación final por la Comisión Europea del nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC 2023-2030), actualmente en consulta pública, también será responsabilidad del nuevo ejecutivo. El nivel de ambición de país está claro a 2030 y el camino para conseguirlo será uno de los principales retos de la legislatura. El objetivo es alcanzar los 62 GW eólicos y 76 GW de solar fotovoltaica para el final de década. "Por todo ello, porque el camino, su dirección y su velocidad están trazados, consideramos que es responsabilidad de todos alcanzar los objetivos para las renovables como proyecto de país, independientemente del Gobierno resultante", señala.
"La misión de cualquier gobierno, con independencia de su color, es generar certidumbre"
Por otro lado, desde la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) ponen en valor dos cuestiones independientemente de los resultados electorales. La gobernabilidad, por un lado, y la solución de los retos energéticos pendientes, por otro. "La misión de cualquier gobierno, con independencia de su color, es generar certidumbre, no solo para los ciudadanos, sino también para las empresas", añaden. De este modo, y en la misma líneas que el resto de asociaciones, califican de "fundamental" el hecho de atraer nuevas inversiones y mantener las existentes, "especialmente en un sector que se encuentra en plena transformación para llevar a término la transición energética".
AOP reclama que el siguiente Ejecutivo tome medidas para combatir el fraude en materia de IVA y desarrolle una Hoja de Ruta hacia los Ecocombustibles. Más allá de las peticiones del sector, al nuevo Gobierno le tocará lidiar con una más que previsible reordenación de las grandes energéticas, con operaciones que están en ciernes a nivel europeo y que pueden afectar a alguna de las compañías españolas, según llevan tiempo advirtiendo desde el propio sector. En ese contexto de las operaciones entre compañías tanto dentro de España como a nivel europeo entra en juego, además, la normativa española 'antiopas', recientemente renovada por el Ejecutivo, que permite un veto público a determinadas inversiones en empresas que se consideren estratégicas para el sector en el que operan, y en el energético, casi todas las grandes los son.
No obstante, el reto más importante que tendrá que afrontar quien lidere el área energética del Gobierno si se consigue acabar con el bloqueo será la reforma del mercado mayorista de la electricidad de la Unión Europea. La falta de una mayoría suficiente en la coalición de izquierdas y la de derechas mantiene por el momento un Gobierno en funciones en manos del PSOE, pendiente de llegar a un acuerdo con los partidos nacionalistas e independentistas vascos y catalanes, que no van a vender barato su apoyo -como ya han advertido-.
Los expertos consultados por La Información descartan que pueda darse un freno brusco en la llegada de los fondos europeos pendientes, dado que ese proceso se desarrolla de forma autónoma a partir del plan de recuperación enviado a Bruselas, que no va a sufrir alteraciones claras mientras no haya un Gobierno formado en España, de un signo u otro.
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