Escribano quiere tener peso en la mesa en la que se decidirán muchos asuntos clave en los próximos años en el sector de la defensa. El fabricante español ha disparado su posición accionarial en Indra hasta el 8%, superando a la vasca Sapa (5%) y a Amber Capital (7,2%). De esta forma "consolida su presencia" en el holding y se reserva la posibilidad de reclamar un sillón en el consejo de administración. Al precio actual, ese 4,6% 'extra' que ha adquirido supondría un desembolso total superior a los 115 millones de euros.
Escribano adquirió en un primer momento un 3% con un pago de unos 65 millones de euros. Posteriormente subió ligeramente al 3,4%. Ahora, acaba de comunicar una subida muy relevante que implica más que duplicar la posición previa. El grupo asegura que se trata de "una operación de inversión estratégica" que tiene como finalidad "consolidar su posición empresarial, fomentando la creación de nuevas tecnologías, el desarrollo de nuevas capacidades y la creación de empleo cualificado".
Ya en mayo aseguró que quería incrementar su participación "hasta que pueda tener el escenario adecuado para el desarrollo de su estrategia". Sin mencionarlo, ese punto era previsiblemente contar con un sillón en el consejo de administración. Por criterios proporcionales, ese 3% inicial no le permitía contar con representación en el órgano de decisión. Ahora con este 8% sí que podría reclamarlo, aunque en su comunicación oficial no hace mención a esa petición.
Este 8% le permite situarse como el socio industrial más relevante en el accionariado. Supera al fabricante vasco Sapa que mantiene el 5% de los títulos tras su entrada a través de derivados financieros. También estará por encima, al menos por ahora, de Amber Capital, la gestora comandada por Joseph Oughourlian, que supera ligeramente el 7,2% tras las últimas compras. Según los datos de la propia Indra, Fidelity contaba con un 7,88%. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) era el máximo accionista con el 28% -aunque en CNMV haya reflejado un 25% y no lo haya movido desde la notificación de mediados de 2022-.
Escribano argumenta que la operación "contribuirá al desarrollo de los programas de defensa actuales y futuros" en los que la compañía trabaja tanto para el mercado internacional como nacional. Es esto precisamente lo que buscaba la compañía con su irrupción en el accionariado. Como aseguraba en su documentación oficial, la toma de participación permitiría "participar en aquellas decisiones que pudieran afectar a la organización, de forma que se alcance un marco de colaboración en el que se desarrollen los negocios favorablemente para todos los participantes".
Este incremento de posición habría requerido de apoyo de financiación externa. A la valoración actual de la empresa dirigida por José Vicente de los Mozos, esta subida del 4,6% supondría un desembolso superior a los 115 millones de euros -durante los últimos meses se ha vivido una revalorización relevante por el impulso del negocio de defensa-. Hay que tener en cuenta que, según los propios datos del accionista de Indra, contaba a cierre del ejercicio pasado con unos 44 millones de euros de caja (antes de la compra del 3%). En ese mismo ejercicio contaba con un crédito sindicado de 24,3 millones de euros pendientes de devolver a entidades de crédito.
Escribano-Indra, relación peculiar
La relación de Indra con Escribano viene de largo. Ha sido socio en numerosos contratos, siendo el del blindado 8x8 uno de los más relevantes. Según explican diversas fuentes del mercado, ese intercambio no siempre ha sido fluido. El primero busca ahora sentarse a la mesa de quien está llamado a ser el gran 'consolidador' del sector de la defensa -estrategia defendida tanto por el CEO como por el presidente, Marc Murtra, en repetidas ocasiones-.
El propio De los Mozos defendió durante la junta general de accionistas de este año que buscaban ganar tamaño en España antes de un potencial salto internacional. "Exploraremos las oportunidades de expansión internacional, pero necesitamos primero ser líderes en el mercado doméstico", argumentan. Insistió en la necesidad de reconstruir un sector de defensa "fragmentado y con menos escala" comparado con otros países europeos. "Indra necesita liderar esa integración española a través de compras y alianzas estratégicas", argumentó.
¿Quién está detrás de Escribano? Hasta enero de 2022, en el accionariado estaba el fondo soberano del Sultanato de Omán (State General Reserve Fund) que controlaba el 32,2%. En ese mes, la compañía hizo una recompra por un importe de 34 millones de euros a la gestora asiática. La sociedad holding está controlada por los dos hermanos Javier y Ángel Escribano Ruiz.
