Por aire y tierra, la movilidad durante el confinamiento de marzo, abril y mayo descendió hasta niveles nunca vistos. Ferrovial, con grandes concesiones en autopistas y aeropuertos, lo acusó sobremanera. La constructora registró una pérdida neta de 379 millones de euros en el primer semestre, lo que supone multiplicar por más de 63 los 'números rojos' de 6 millones contabilizados un año antes, como consecuencia del impacto de la crisis en sus negocios, en especial, en el aeropuerto de Heathrow de Londres, en el que tiene una participación del 20%.
El grupo que preside Rafael del Pino se anota un impacto negativo de 222 millones por las pérdidas del aeródromo, que se suma a la provisión en el negocio constructor que realizó en el primer trimestre. Los resultados de la compañía se ven también afectados por los menores dividendos cobrados de los activos considerados 'joyas de la corona' de la empresa, también a consecuencia de la crisis.
Ferrovial recibió dividendos por un total de 133 millones, casi la mitad (un 45,5% menos) que un año antes. Heathrow le reportó 29 millones de euros, pero sólo por el dividendo del primer trimestre, el del segundo ya no lo pagó y no volverá a repartirlos ni este año ni en 2021 en virtud de un acuerdo con sus acreedores y financiadores.
La autopista canadiense ETR-407 le abonó 87 millones y tienen condicionados los siguientes a la evolución de la crisis, mientras que, de su lado, las autopistas estadounidense pagaron 5 millones.
En el plano operativo, el grupo indica que la pandemia "empezó a afectar" a sus actividades "en la última parte de marzo y continuó con mayor incidencia en el segundo trimestre".
A pesar de ello, Ferrovial logra saldar la primera mitad del año con un aumento de ingresos del 12%, hasta los 2.914 millones, y un beneficio bruto de explotación (Ebitda) positivo en 128 millones, impulsados por el tradicional negocio constructor.
Fin a la batalla por ETR-407
Por otro lado, Ferrovial ha desistido de la batalla judicial que hace casi un año emprendió en Canadá por el control de la autopista ETR-407, la vía de circunvalación de Toronto, una de las mayores en concesión del mundo y una de las 'joyas de las corona' del grupo.
La compañía ha retirado el recurso que presentó ante el Tribunal de Apelación de Ontario contra una resolución de la Corte Superior que le negó el derecho preferente de compra sobre parte del 10% de la autopista que otro de los socios, SNC Lavalin vendió el pasado año.
Se trata de una decisión "táctica" adoptada a causa de la crisis, al considerar que ante la actual coyuntura, la prioridad de la compañía es preservar su liquidez y conservarla para aprovechar las oportunidades de crecimiento y negocio que se presenten, según explicó el director financiero del grupo, Ernesto López. "Nos gusta el activo y estábamos interesados en invertir, pero hay que ser prácticos", explicó en la presentación de resultados.
El contencioso al que ahora renuncia Ferrovial tuvo su origen cuando el pasado año la constructora canadiense SNC Lavalín vendió un 10% de la autopista al tercer socio de la misma, al fondo Canadá Pension Plan Investment Board (CPPIB) que, de esta forma, elevó al 50,01% su participación en la vía y, por tanto, se hizo con su control.
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