Ultima su salto al Nasdaq

Ferrovial se da de plazo hasta septiembre para culminar su salida de Heathrow

La constructora que preside Rafael del Pino desvela en su folleto remitido al regulador del mercado de EEUU la fecha planeada para cerrar la venta de su participación del 25% en la sociedad matriz del aeropuerto londinense.

Rafael del Pino
Rafael del Pino
EP

Ferrovial pone fecha a su salida de Heahtrow. Poco más de un mes después de anunciar el acuerdo para vender a dos fondos diferentes, Ardian y el soberano de Arabia Saudí PIF, la totalidad de su participación del 25% en FGP Topco -sociedad que gestiona el aeropuerto londinense- por 2.368 millones de libras (2.375 millones de euros), la empresa presidida por Rafael del Pino ha informado a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) que espera cerrar la transacción en el segundo o tercer trimestre de 2024.

Estos planes se desprenden del formulario remitido al regulador del mercado estadounidense donde la constructora registra su intención de cotizar en el Nasdaq durante el primer trimestre de este año con un precio similar al de su cotización en el mercado español o neerlandés. En un informe extenso donde analiza los factores de riesgo actuales a los que se expone su negocio -procedimiento habitual para las empresas extranjeras que quieren cotizar en Wall Street- la compañía detalla que el traspaso está sujeto a una serie de condiciones como la obtención de las aprobaciones regulatorias necesarias y el cumplimiento de las disposiciones relativas a los derechos de preferencia. Estos últimos, según explicó la compañía en el anuncio de la operación, pueden ser ejercidos por los demás accionistas de la sociedad cabecera del aeropuerto conforme al pacto de accionistas y a los estatutos de la sociedad.

La multinacional española contempla culminar esta operación en los plazos mencionados y repartir su participación en la sociedad concesionaria del aeropuerto londinense entre el fondo de inversión francés Ardian y el saudí PIF, que adquirirán alrededor de un 15 y un 10% respectivamente, a través de vehículos separados. Pondrá fin entonces a una relación de casi 18 años de presencia y una inversión acumulada de 12.000 millones de libras (13.800 millones de euros).

Un activo más que amortizado -la compañía aseguró que el valor en libros actual de su participación en el aeropuerto es cero-, que le ha reportado importantes dividendos durante más de década y media. Cabe destacar que el mercado ha venido respaldando la estrategia de la compañía, hasta llevar su acción a máximos históricos la semana pasada cuando superó los 34 euros por acción, que se ha reducido ligeramente a 33,69 euros a cierre del mercado este lunes. Los inversores aplaudieron el momento en el que la constructora emprendió su salida de Heathrow, cuando escasos años atrás el aeropuerto había perdido su trono entre los aeropuertos europeos, severamente afectado por las restricciones a volar durante la pandemia. La operación supondrá un gran impulso a la liquidez de la constructora, que abre su abanico de oportunidades y refuerza su capacidad para acometer inversiones.

Triple cotización

Para entonces la compañía ya pretende estar cotizando sobre el parqué de Nueva York. Un deseo de año nuevo, que inició con el traslado de su sede social a Países Bajos para facilitar el salto a Wall Street, y que ya ha solicitado de manera formal al regulador. "Presentamos esta declaración de registro en el Formulario 20-F en anticipación a la cotización de nuestras acciones ordinarias en el Nasdaq Global Select Market bajo el símbolo 'FER'" manifiesta la compañía en el informe, donde mantiene sus intenciones de llevar a cabo una triple cotización -junto al Euronext de Ámsterdam y el Ibex 35- y sostener sus acciones en el mercado en todo momento, cotizando de forma simultánea en euros y dólares. Precisamente esta es una de las ventajas que refleja la compañía en el folleto remitido a la SEC.

Entre los factores de riesgo que Ferrovial hace saber a los inversores resalta el posible daño reputacional al que se expone la empresa por el traslado de su sede social a Ámsterdam. "La redomiciliación a los Países Bajos podría tener potencialmente un impacto negativo en nuestra marca en España, lo que, a su vez, podría tener un efecto material adverso en nuestra posición competitiva y, a su vez, en el precio de nuestras acciones y en nuestro negocio. situación financiera, resultados de operaciones y perspectivas", esgrime la compañía.

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