Inquietud por las fugas de información

Garamendi impone la 'ley del silencio' a su Junta Directiva para evitar filtraciones

  • Desempolva el Código Ético de CEOE para garantizar la máxima confidencialidad sobre las deliberaciones y los debates internos en la organización.
Fotografía de Antonio Garamendi / EP
Fotografía de Antonio Garamendi / EP

"Esto en los sindicatos no pasa". Harto de filtraciones y de leer con detalle en los medios de comunicación las confrontaciones de pareceres que se producen en el seno de los órganos directivos de su organización, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, se plantó el pasado mes de diciembre y desempolvó el apartado B del capítulo V del Código Ético y de Buen Gobierno de la organización para recordar a los miembros del Comité Ejecutivo y de la Junta Directiva de la patronal el compromiso de confidencialidad que deben guardar respecto a la "información no pública" a la que tengan acceso como consecuencia de sus cargos, según ha podido saber La Información de fuentes internas de la organización.

Estas mismas fuentes aseguran que la preocupación de Garamendi con esta situación ha ido 'in crescendo' en las últimas semanas, según se han ido abriendo diferentes flancos de negociación con los sindicatos y con el Gobierno en diversas materias, como la subida del Salario Mínimo o la eventual reversión del algunos aspectos de la reforma laboral de 2012, que los empresarios defienden pero sobre la que entienden que nos les va a quedar más remedio que negociar dentro del diálogo social.

Los miembros de CEOE consultados por La Información sobre este particular comparten en gran medida la iniciativa del presidente y subrayan que es incompatible disponer de un informe preciso del estado de cualquier negociación que esté llevando a cabo el presidente -uno de los objetivos de las reuniones de la Junta Directiva- si no hay una mínima garantía de que esa información no va a saltar automáticamente a los medios de comunicación. Si queremos que nos tengan informados de la marcha de las gestiones que está llevando a cabo el presidente, tenemos que garantizar que esa información no sale de la Junta, explican.

Desde CEOE se explica que esa solicitud de confidencialidad sobre los debates internos en la Junta Directiva no es nueva. "Es un compromiso que está en el Código Ético y de Buen Gobierno de CEOE desde el año 2013. Lo único que ha hecho el presidente es recordarlo a todos los miembros".

La sensibilidad del presidente de la principal organización empresarial del país con el asunto estalló en la última reunión de la Junta Directiva de CEOE, apenas unas horas antes del encuentro con la nueva ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los secretarios generales de UGT y CCOO que alumbró lo que se ha convertido en el primer gran acuerdo social de la nueva legislatura: la subida del Salario Mínimo a 950 euros.

En plena reunión y con el recordatorio del compromiso de confidencialidad que ata a todos y cada uno de los miembros de la Junta aún fresco, el presidente fue avisado de que uno de los presentes había compartido en la red social Twitter un mensaje en el que reportaba el estado del debate con una foto del propio Garamendi como ilustración. El presidente detuvo las deliberaciones de la Junta y sin nombrar al 'pecador' volvió a recordar una vez más a los presentes el apartado B del capítulo V del Código Ético de CEOE, así como la importancia crítica de que los debates internos de la organización sean discretos y no se difundan a los cuatro vientos en cuanto se producen.

La realidad es que ese apartado del Código Ético de la entidad no menciona en ningún momento el carácter secreto de los debates y las deliberaciones de los órganos directivos de la organización, y se limita a formular de forma general que los cargos directivos, afiliados y empleados de CEOE "están sujetos al deber de sigilo sobre aquella información no pública y documentación relativa a la organización que posean o conozcan y a la que accedan como consecuencia de su actividad profesional, debiendo abstenerse de utilizarla indebidamente en beneficio propio o de terceros", sin precisar qué se considera como información no pública o documentación está sujeta al deber de sigilo.

Fuentes internas de la organización apuntan que más allá del acuerdo sobre este punto que se alcanzó dentro de la Junta Directiva, Garamendi y su equipo barajan hacer firmar un 'compromiso de confidencialidad' a todos los miembros de los órganos ejecutivos de la confederación para dar carta de naturaleza a ese compromiso formulado de manera genérica en el Código Ético y de Buen Gobierno de la organización.

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