Situación insostenible

Heineken abandona Rusia y afronta unas pérdidas de 400 millones de euros

La cervecera holandesa busca un nuevo propietario para su negocio que continúe con la actividad empresarial y  garantice la seguridad y bienestar de los empleados.

Botellas de Heineken
Botellas de Heineken
Heineken

La cervecera holandesa Heineken ha decidido apartarse del mercado ruso y anuncia la búsqueda de un nuevo propietario al que traspasar su negocio en el país, un impacto adverso que estiman en unas pérdidas de 400 millones de euros.  "Tras la revisión estratégica de nuestras operaciones, hemos concluido que la propiedad del negocio de Heineken en Rusia ya no es sostenible ni viable en el entorno actual. Como resultado, hemos decidido dejar Rusia", ha anunciado la compañía.

De esta manera, Heineken tratará de llevar a cabo "una transferencia ordenada" del negocio a un nuevo propietario en cumplimiento de las leyes internacionales y locales, añadiendo que, para garantizar la seguridad y el bienestar de los empleados y minimizar el riesgo de nacionalización, continuará con las operaciones recientemente reducidas durante este período de transición. En este sentido, la cervecera holandesa ha garantizado que abonará los salarios de sus 1.800 empleados en Rusia hasta final de año y ha subrayado que no obtendrá ningún beneficio de cualquier transferencia de propiedad, mientras que anticipa un deterioro y otros cargos excepcionales no monetarios de aproximadamente 400 millones de euros en total.

A principios de marzo, la multinacional había decidido interrumpir la producción, publicidad y venta de la marca 'Heineken' en Rusia, mientras que evaluaba las opciones estratégicas para el futuro de sus operaciones en el país. Asimismo, Heineken había decidido interrumpir cualquier nueva inversión y las exportaciones hacia Rusia.

Las empresas abandonan Rusia

Desde el comienzo de la invasión rusa a Ucrania el pasado 24 de febrero numerosas empresas multinacionales han cerrado sus establecimientos en Rusia. En un efecto dominó, McDonald´s, símbolo del capitalismo, con 850 restaurantes y 62.000 empleados en toda Rusia, que le aportan casi el 5% de su negocio global, ha sido una de las últimas en decidir su marcha, casi en paralelo con Coca-Cola, Pepsi o Starbucks. Antes, Visa, Mastercard y American Express dejaron sin dinero de plástico y sin créditos a los rusos, al tiempo que las grandes consultoras, asociadas con empresas del país, y los grandes despachos de abogados, decidían abandonar, algunos paulatinamente, sus intereses en Rusia. El chorreo imparable de abandonos también ha tenido como protagonistas a Ikea -15.000 trabajadores- o las textiles Inditex -Bershka, Pull&Bear, Zara, Stradivarius, Oysho, Massimo Dutti , Zara Home y Uterqüe-, que ocupaban a más de 9.000 empleados; Tendam -Cortefiel, Springfield o Pedro del Hierro-; H&M y Mango.

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