Se retoman las negociaciones este martes

El 'jefe' de CCOO en Telefónica dimite en plenas negociaciones del plan de bajas

El sindicato aduce "motivos personales" para la salida abrupta, mientras que existe un fuerte debate interno sobre la posición respecto al PSI y a la propuesta rebajada de la operadora.

Telefónica
Telefónica reiniciará en los próximos días la negociación final del plan de bajas.
Europa Press

Movimientos de calado en un momento especialmente delicado para el plan de bajas incentivadas de Telefónica en España. El secretario general de CCOO en la operadora, José Ignacio Miñambres, ha presentado su dimisión justo en la recta final de las conversaciones con la empresa para pactar este nuevo PSI, mientras se avivan las voces internas que señalan una división interna en el sindicato sobre si aceptar o no las condiciones planteadas por la teleco, que están marcadas por una rebaja de la retribución económica y la eliminación de la universalidad. Desde la organización aducen "motivos personales" para la abrupta salida. Esa posibilidad de vetos por parte de la empresa en áreas que considera críticas se ha convertido en el gran caballo de batalla. Las conversaciones se retoman este martes, tras un 'parón' que se inició la pasada semana.

El pasado jueves se convocó una reunión el viernes para retomar la negociación del plan social y del conocido como PSI. Unas horas más tarde se anuló la reunión. Desde una parte de la representación de los trabajadores se aseguraba que no se estaba en condiciones de sentarse a la mesa para presentar planteamientos definitivos, como se había pactado en la última reunión. Lo que sucedía en la trastienda tiene que ver con el significativo debate interno que había surgido en CCOO sobre la idoneidad de la medida y el que se haya traspasado alguna de las 'tradicionales' líneas rojas para esta medida de reducción de empleo que afectará a un máximo de 2.500 empleados en España. Ahora, según confirman desde la organización, se ha producido una salida importante, tras la renuncia del secretario general.

Desde CCOO aseguran a La Información que la decisión es independiente a la negociación del plan de bajas. Otras fuentes conocedoras señalan que ha habido una "marcada" división interna en el sindicato sobre si ser más agresivos en la negociación para arrancar compromisos como la universalidad. La empresa ha atravesado una de las líneas rojas planteadas por los representantes de los trabajadores: la universalidad. Y esto, tal y como reconoce Raquel Díaz, responsable de negociación colectiva de la sección sindical de la operadora a La Información, ha generado debate en el seno de la organización. Hay que tener en cuenta que por edad podrían sumarse al PSI un total de 4.500 empleados y, según sus propios cálculos, 1.271 se quedarían fuera por los criterios planteados por la operadora al excluir algunas áreas críticas.

Es en este contexto en el que Telefónica retoma este martes las conversaciones, después de esta semana y media de 'impasse'. El objetivo que se maneja en la dirección de la operadora en España es estampar la firma definitiva antes de que acabe el año, pero desde la compañía no se marcan una fecha tope. Buscan llegar a un acuerdo y firmar la 'paz social' ante lo que va a ser un 'invierno caliente' en otros sectores de la economía española. Raquel Díaz asegura que necesitan "una respuesta" sobre algunos aspectos a mejorar en la propuesta de la empresa, entre los que se encuentra precisamente el incremento del porcentaje de afección para que se incremente. Con la respuesta definitiva de la empresa acudirán al Consejo Estatal de Telefónica de España -conformado por 43 miembros- para decidir. Eso sí, lo harán con una Comisión Ejecutiva Estatal con la silla vacía del secretario general.

Por su parte, desde UGT mantienen una posición oficial en la que también reclaman el incremento del porcentaje de adhesión, aunque han puesto más el acento en la negociación de un Plan Social de Empleo para los más de 15.000 empleados que se quedarán en España tras el ajuste. "Hemos abierto un proceso de reflexión interna en ambas partes con el fin de posibilitar un acuerdo", aseguraban en un comunicado tras la última reunión, en la que constató que la dirección "sólo aceptará un PSI dirigido a proteger determinados perfiles".

La última propuesta que puso sobre la mesa la dirección de la operadora fue un plan que afectaría a un tope de en torno a 2.500 empleados para los nacidos antes de 1967: 2.011 provenientes de las unidades de la compañía con excedente de perfiles profesionales; 254 sin excedente, y 214 mandos (el 100 % de este colectivo). El resto de puntos se mantenían, entre ellos los relativos al salario regulador diferenciados por franjas de edad -aunque con mejoras-, en un 68 % de la retribución a los nacidos en 1967 (54 años), en un 65 %, a los nacidos antes de ese año. Queda por ver cuánto margen de maniobra queda en esta negociación y si la operadora está dispuesta a ceder más terreno o este martes pondrá sobre la mesa su última palabra.

Durante los últimos meses ha habido un interés creciente entre los trabajadores por la posibilidad de que se aprobara un plan de estas características. La presión interna no ha dejado de incrementarse, también sobre las organizaciones sindicales. Según reconocen fuentes de éstas últimas, una parte de esos equipos está en vilo por la posibilidad de desvincularse de la operadora en unas condiciones similares a las de otros paquetes de salidas del pasado. Unas condiciones que, aún con los recortes ejecutados por la dirección en esta nueva edición, serían mejores que los de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) como los planteados por Vodafone o por grandes entidades financieras. Esas rebajas impuestas por la teleco no son bien vistas por una parte de la plantilla.

Ahora llega la fase final de negociación del plan, con importantes tensiones internas y una dimisión clave sobre la mesa. Telefónica se juega esa 'paz social' que, pese a la dura crisis vivida en el sector de las telecomunicaciones por la guerra de precios y el 'low cost', se ha mantenido estable en el último lustro. En caso de que se llegue a un pacto in extremis, deberán ser los órganos de decisión de las secciones sindicales los que den la 'luz verde' definitiva. A partir de ahí también deberá suscribirse la prórroga del convenio colectivo actual, con lo que asegurar una mejora salarial y una estabilidad en las condiciones para los que se quedan.

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